Ahogar mis emociones en el mar
manejando un pequeño bote
donde sola pueda estar,
sin tener ningún temor
y poderle gritar.
Decirle que me ayude
con todo esto que me ahoga
y que me hace temblar,
que pueda yo con su permiso
mis penas poderle arrojar.
Con su corriente imponente
se las pueda llevar,
lo más lejos que pueda
para que no logren
regresar.
También deseo
en ese pequeño bote
poderme desahogar,
de todo este llanto reprimido
que me estruja sin piedad.
Sacaría el valor para
nadar en sus aguas
hasta que ya no pueda más,
dejando en sus manos
para que diga la palabra final.