¡Hola, amigos!
He estado un poco ocupada con el curso de repostería y las cosas de la casa, pero me he obligado a sacar un poco de tiempo para contarles de la ampliación que hemos hecho al gallinero (que desde hace un tiempo en vez de gallinas alberga patos) ya que la alada familia sigue creciendo.
Ya los patitos de la primera postura se han convertido en 3 hembras jóvenes que están entrando en la edad reproductiva, por lo que lo ideal era ya ponerlas con los adultos para que el pato las pueda pisar.
Por eso echando mano de los materiales que teníamos en casa, algunos otros proporcionados por un vecino y con la ayuda de unas manitos extra, mi esposo se puso con la ampliación.
Ya la semana pasada le habíamos realizado limpieza y reparación, incluso les colócamos una batea para que se pudieran bañar mejor.
Hace poco fue mi cumpleaños y me regalaron un par de patitos de otra raza, son como manchaditos y tienen las patas de color más oscuro.
Una vez terminada la remodelación mudamos a las jóvenes patitas a la casa ampliada pero los adultos no las aceptaron tan bien. El pato se volvió loco por pisarlas y las maltrató un poco y creo que la pata estaba celosa porque también las maltrató un poco. Ya hoy 3er día después de la mudanza parecen estar más tranquilos y llevarse un poco mejor.
Ahora solo queda esperar a que se adapten. De verdad que está experiencia de criar patos está resultando muy interesante.
Finalmente, ese mismo día tuvimos la inesperada visita de este hermoso gallo, creo que se enteró de la ampliación y vino a preguntar si le alquilabamos un cuarto.