¿Les a pasado que escuchan alguna canción y su corazón se acelera, se ruborizan y hasta escalofrío les da?. Efectivamente creo que a todos nos pasa, en mi caso debo confesarle que durante mi tiempo de soltería, cuando era estudiante, relacionaba las canciones con las pocas chicas que llegaron a gustarme, al escucharla venían rápidamente a mi mente, algún recuerdo con la joven o su rostro, era algo casi instantáneo, al mismo tiempo que sentía muchas de esas cosas que pregunté al inicio de mi escrito.
Cuando conocí a la mujer que hoy es mi esposa y madre de mis hijos, les estoy hablando casi 30 años atrás, en esa aventura que implica ser estudiante, recuerdo que para entonces eran muy populares algunas unidades de transporte, aquí en nuestro país Venezuela se les conoce como autobuses.
Su popularidad era porque en ellos podíamos disfrutar de algunos de nuestros artistas favoritos, y lográbamos escuchar de sus canciones como por ejemplo: Karina, Guillermo Davila, Pimpinela, Rudi La Escala, Ricardo Montaner, Jerry Rivera, Natusha entre muchos otros que para entonces eran muy famosos y eran muy escuchados por los jóvenes de entonces.
También eran conocidos muchos grupos musicales como por ejemplo: Dimensión Latina, Los Excelente, Las Chicas de Can, Los Melódicos y algunos otros.
Precisamente a mi esposa la vi por primera vez en uno de estos autobuses que para muchos se convirtió en nuestro lugar de citas, de romance y hasta en algunos casos de discusiones y rompimiento de relaciones, pero muchos también logramos reconciliarnos allí, gracias a lo grato que era viajar en estas unidades por su ambiente musical.
¡Que tiempos aquellos! Daba gusto poder pasar el tiempo de ir y venir, más aún si tenias a tu lado al amor de tu vida y podían disfrutar juntos de escuchar agradable música. A parte podías sentirte seguros en ellos, porque se hacían parte de un lugar agradable donde no corrías peligro de que te robaran o te hicieran daño. Por el contrario llegamos hacernos amigos de los chóferes y muchos de ellos se paraban al verte en la parada.
Teníamos la opción de esperar al de nuestra preferencia, pero al fin al cabo, los chóferes disfrutaban de su trabajo y nosotros del servicio que prestaban, recuerdo que algunos de estos autobuses eran conducidos por jóvenes que se hacían del agrado de las chicas, bien sea por el físico o por llegar a ser carismáticos, muchas de ellas se enamoraban y las veíamos sentadas en puesto del copiloto charlando con ellos.
En nuestro caso particular, hablando de mi esposa y de mí, nuestra canción preferida y muy bailada era del grupo los excelentes, titulada "necesito tu calor". Durante el primer embarazo de mi esposa, ella dejó de sonreír, pasó por momentos muy difíciles, sin embargo, al escuchar esta canción en algunas reuniones de festejo, ella podía estar muy brava o cansada o sin animo de nada, pero simplemente sonaba la canción, ella me vía, y ya sabíamos que nos levantaríamos a dejarnos llevar por su melodía.
Hoy día apenas la escuchamos nos vienen a la mente cantidades de recuerdos y momentos que juntos compartimos, por eso sin lugar a duda las canciones enamoran y mantienen vivos muchas de nuestras vivencias.