Las guarderías son esos espacios donde los niños comparten, dan sus primeros pasos hacia la socialización real, establecen relaciones estrechas con amigos, aprenden muchas cosas, y en general son buenos lugares, porque sirven de reflejo social para que ellos poco a poco aprendan las reglas que les permitirán convivir en equilibrio en el mundo externo.
Pero independientemente de estos puntos que son importantísimos, hay que destacar que todo tiene sus matices, y lo podemos ver cuando hay temporadas de lluvia o algún brote viral por esta razón, lo que hace que estos sitios que reúnen tantos niños se convierten en los principales focos de infección para todas las familias.
Ellos desconocen eso de contagiarse, lo que los hace por ingenuidad más proclives a ser vectores de muchos virus. por la misma dinámica de las instituciones y de la edad en si misma, comparten todo, juguetes, comida, y en estos los microorganismos que terminan por infectar a otros niños, y finalmente la guardería termina en general muy afectada por eso. Y no queda ahí nada más, sino que se llevan todo a casa, donde la cadena de infección continua, esto es particularmente preocupante cuando afecta a los de más avanzada edad.
Esto cobró una mayor importancia y trascendencia en los inicios de la pandemia, donde se supo que los niños no se afectaban en gran medida por el virus, en cambio si eran grandes transmisores, lo que hizo que por desconocimiento al principio la cadena de infección fuera grande, y se esparcieran mucho más rápido los virus.
Por eso es importante que cuando una mamá o papá vean que sus niños están con el inicio de alguna enfermedad respiratoria, eviten enviarlos a estos sitios donde se reúnen con otros tantos infantes, ya que pueden ser portadores y producir una expansión grande de cualquier enfermedad.
