Chicas… chicos… hay que afrontarlo, cuando llega la hora no lo podemos retrasar más ni con recetas que son solo fabula ni con productos que son una pantalla para ocultar que algo está realmente mal.
Hablo del cabello
Quizá eso puede sonar bastante serio pero es que pienso que realmente lo es, a veces nos ocultamos detrás de productos repletos de siliconas que solo esconden el daño de la piel, uñas y cabello cuando solo es una falsa apariencia de salud y realmente causan más daño de lo que prometen ayudar a reparar.
Pienso que de nada sirve poner yeso a una pared que está llena de grietas y amenaza con derrumbarse, considero que es peligroso. De igual manera pero menos dramático pienso que tratamos a piel, uñas y cabello, así que me desvié por alternativas sanas que quizá sean un poco más costosas que las comerciales pero que me han reportado beneficios reales.
Dejé los champús de las marcas mas reconocidas porque me provocaban mucha caspa, friz y resequedad y tenía que recurrir a usar una línea completa para poder tener un resultado más o menos aceptable.
¡Probé de todo!
Terminaba cargada de químicos y mi cabello en lugar de quedar rizado y liviano, quedaba pesado y con una tendencia sobrenatural a acumular suciedad y grasa.
Chicas, chicos… Esto quizá no sea para ti porque cada cabello y cada piel son distintos pero te recomiendo que busque en lo natural una ayuda si quieres deshacerte de los químicos nocivos para la piel.
Ahora no hablo de marcas, ahora hablo de recetas.
Mi receta es esta:
Cebolla, jengibre, café y un champú de tu agrado. Personalmente encontré un champú industria (De esos que llaman sin marca) que aunque no es bajo en sal mantiene mi caspa bajo control y no me deja el cabello reseco.
Pela el jengibre o úsalo con concha, la cebolla debe estar limpia y libre de hongos así que debes picarla y revisarla si la compraste en una temporada húmeda y el café puedes hacerlo cocido o crudo, solo tienes que colarlo.
Hay quienes recomiendan solo cortar la cebolla en partes y dejarlo reposar por 15 días en el champú para que libere su aceite (Vitamina E) y luego retirar los pedazos. Yo preferí licuarlo y que el champú no pierda nada…, yo preferí sacar todo el jugo y guardar mi nuevo champú en la nevera para que la vitamina B y C tengan oportunidad de actuar
Después de licuar todo mis ingredientes, colé todo y el residuo lo usé como mascarilla capilar.
¡Aquí nada se pierde!
Llegada la hora de mezclar el extracto con el champú generó este efecto honguito.
¡Así que si esto no genera un crecimiento explosivo del cabello no sé qué lo hará!
Con cuidado y paciencia batí el frasco de mi nuevo champú y lo cambié a un frasco más cómodo y estaba listo para usar.
¿Que etiqueta puedo ponerle a este champú?, solo esto:
Cebolla: Anti fúngica y microbiana, proveedora de vitamina C, B y E
Jengibre: Promueve la circulación sanguínea y contiene antioxidantes. Aporta Calcio y vitaminas B3, B6, B1, B2, B9 y vitamina E.
Café: Promueve la circulación y engrosa las raíces del cabello además de contener antioxidantes.
Hace poco corté mi cabello y aunque no perdió mucho de largo perdí bastante volumen y densidad por lo que decidí asumir el reto de tener un cabello sano y fuerte desde la raíz hasta las puntas. Gracias por quedarte hasta el final de este post, saludos y bendiciones.
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