Dicen por allí que a mí me gustaba escribir, y dibujar, y maquillar de vez en cuando, que me gusta cantar y reír. Hace tiempo me la pasaba por aquí hablando de mis problemas, a veces de forma directa, a veces a través de cuentos e historias, ¿qué me pasó?
La pandemia no fue tan mala, al menos no para mí, que descubrí un mundo lleno de muchísimas posibilidades a través de una pantalla, yo no sabía que esto existía y que además era tan fácil de usar, creo que eso les ha pasado a varios.
Recuerdo que estaba escéptica y pensaba que se trataba de una estafa (ya me había pasado una vez y no quería que me sucediera de nuevo). Pero no lo fue, fue literalmente una gran oportunidad para descubrirme, conocerme y, además, obtener algo a cambio.
Siempre digo que voy a volver y nunca lo hago, así que este año no lo haré, ni lo incluiré como un propósito, y no porque ya no disfrute hacerlo, sino porque mis prioridades han cambiado.
No quiero sentirme presionada por hacer algo que me gusta, quiero fluir y dejar que las palabras salgan cuando deseen, que mi arte sigue siendo arte y parte de mí, pero ahora en otros espacios.
Me siento agradecida por cada una de las cosas buenas que me pasan y por las personas con las que voy conectando, con las experiencias que estoy viviendo y disfrutando, y también las que no disfruto tanto, pero me ayudan a crecer.
Ya no soy la misma de 2020, han pasado ya 4 años, y se dice fácil, pero no lo ha sido, ha sido un sube y baja de emociones y estoy segura de que aun lo mejor está por venir.
