La Menopausia algo normal pero difícil

Amalia sentada en la orilla de su piscina tomaba el sol tomándose un jugo como todas las mañanas y escuchaba música de esas que le enviaban sus hijas que ya casadas vivían en las afueras de la ciudad, todas con sus trabajos prósperos y sanas que según Amalia era lo primero de todo.

Amalia estaba jubilada, tuvo una gran carrera como profesional y fue profesora de la universidad a la que dedicó la última parte de su vida laboral y dejó muchos frutos, gozaba de buena salud y vivía esos años de relax y gozando de la paz de su hogar.

Ya con 50 años en la plenitud de su vida planeaba viajes con su esposo por algunos meses, y cerraba los ojos haciendo un viaje mental de los aeropuertos que visitaría, cuando de repente su pecho saltó sacando a Amalia de ese viaje donde se encontraba y repitiéndose una y otra vez, haciendo que ella se levantará de la silla y caminara buscando a alguien que pusiese auxiliarle en ese momento, Amalia recordó que estaba sola y se sentó, respiró varias veces de manera profunda y el ritmo se estabilizó, recordándole el proceso que vivía desde hace ya algunos años, ese proceso que le recordaba que pronto sería una más de las llamadas mujeres menopáusicas.

Desde hace unos 8 años sufría y luchaba contra estos síntomas y signos pero en este último año se habían hecho más fuerte aun. Ya más calmada entró y tomó agua sabiendo que en cualquier momento se repetiría y su ansiedad empezó a subir, así como su cabeza a repetirse que era normal todo lo que le pasaba y que debía solo esperar que todo terminara, pero.. ¿Cuándo?

Así es misterioso y normal este proceso, todos te dicen que es normal (porque así lo es) pero nadie sabe cómo termina, porque cada una de nosotros es diferente y solo las estadísticas muestran un porcentaje que termina en unos meses, pero otras que no tienen idea cuando.

La idea de este post no es hablar de los síntomas, ni de los signos, ya eso hay suficiente o podemos hablar después, sino de que entendamos que dentro de este proceso “natural” para todo el mundo, es un proceso difícil que vivimos las mujeres que deben entender que se tiene día a día en carne propia y que un “eso es normal” no muchas veces ayuda, solo hace que se incremente la ansiedad, no se ría, ni se burle de quienes padecen estos momentos, porque no son nada agradable, muéstrese empático, muéstrese comprensivo y solidario es la mejor manera de ayudar en esta crisis que es “normal” pero muchas veces llega a desestabilizar la vida de cualquier mujer.

No todos los cuerpos son iguales, así que todos los procesos se viven diferentes, ayudemos a entender que hay que sentirlos y sobreponerse y esperar que todo pase de la mejor manera, siempre de la mano de los médicos que en ese momento son necesarios.

Reseñado por @mariu.espinoza para