Bajando el ritmo al viejo

Los viejos, no notamos que nos estamos poniendo viejos, nos sentimos igual que a los 30, 40 y hasta 50. Simplemente son unas canas y arrugas más, pero seguimos tratando de correr al ritmo que nos da la vida y es allí cuando notamos que no llegamos alcanzarlo todo.

Son las pequeñas cosas que lo logramos terminar de arreglar porque nos cansamos. Son los resbalones que le achacamos al calzado el que nos pone a temblar de vernos en el piso varamos sin poder levantarnos.

Es allí cuando descubrimos que hay que bajarle dos a las cosas y disfrutar más el entorno. Ya el cumplir años no cobra un sentido especial, es simplemente un número que va restando a nuestra presencia física. Nos van quedando menos, no más.

Encontramos que bajar el ritmo nos hace detener el tráfico al cruzar la calle, como un gentil gesto del automotor y ya no tenemos que apresurar el paso, simplemente hacer el gesto de agradecimiento y lograr subir el pie en la acera.

El viejo difícilmente aceptara que le hagan diferentes las cosas en casa, hasta que se de cuenta que ellos lo hacen mejor. No necesitan salir al banco para pagar las cuentas, lo hacen desde esa cajita llamada pantalla. Pero lo que no saben los hijos es de ese rato de charla en la calle que hace sentir vivo al viejo dentro de sus pocas salidas.

Puede que esa lentitud en la calle al detenerse a saludar a todos, buscando en sus rostros la singularidad familiar los haga retrasarse un poco, pero como disfrutan un mundo que le circula alrededor y que a muchos les pasa veloz por los lados.

Ya el viejo no necesita la coquetería, no necesita pintarse las canas, puede sentirse representado y acompañado por las reglas del dejarse ayudar. Puede sorprenderse ante la inmediatez de las noticias; salpicándolas de historias llenas de tardanza del correo esperando las noticias familiares, en viajes de días en un barco para llegar a su destino.

El viejo reconoce que ha pasado el tiempo cuando ve a los que fueron pequeños ya hombres y mujeres con sus propios hijos, solo allí se miran al espejo y descubren el rostro igualito al de su abuela o abuelo.

El viejo siempre sentirá que lo necesitan y que tiene que dar el todo por el todo, caminar hasta llegar a su destino final. Nunca se dará por vencido, bajar el ritmo solo lo hará cuando su cuerpo así se lo pida. Es un descubrimiento difícil de aceptar para muchos, pero llega el momento que se vuelve necesario.

Así que mientras todo corre alrededor el viejo posara su mirada en los alrededores de su vida, en lo que queda de pie todavía y en lo falta por recorrer. Se dará ánimos cada día para levantarse de la cama y cumplir con lo que cree son sus deberes. Siempre tomara un rato para detenerse en la mecedora y recordar los viejos tiempos.

***

Esta semana la comunidad de EmpowerTalent de la mano de @angelica7 nos trae un tema muy especial:
El valor de la lentitud(estamos en un mundo de tanta inmediatez, donde buscamos recompensas o satisfacciones inmediatas ¿de que forma nos ayudaría la lentitud?, piénsalo y sorprendenos con tus propuestas.


ENGLISH VERSION


Old people, we don't notice that we are getting old, we feel the same as we did at 30, 40 and even 50. It's just a few more gray hairs and wrinkles, but we continue trying to run at the pace that life gives us and that's when we notice that We can't achieve everything.

They are the little things that we manage to finish fixing because we get tired. It is the slipping that we attribute to footwear that makes us tremble from seeing ourselves stranded on the floor without being able to get up.

That's when we discover that we have to take things down a notch and enjoy the environment more. Birthdays no longer have a special meaning, it is simply a number that subtracts from our physical presence. We have less left, not more.

We find that slowing down makes us stop traffic when crossing the street, like a gentle gesture from the car and we no longer have to speed up our pace, simply make the gesture of gratitude and manage to put our foot on the sidewalk.

The old man will hardly accept that things are done differently at home, until he realizes that they do it better. They don't need to go to the bank to pay their bills, they do it from that little box called the screen. But what the children don't know is that time of chatting on the street that makes the old man feel alive during his few outings.

Maybe that slowness on the street when stopping to greet everyone, looking for the familiar singularity in their faces makes them delay a little, but they enjoy a world that circulates around them and that passes quickly by many sides.

The old man no longer needs coquetry, he no longer needs to paint his gray hair, he can feel represented and accompanied by the rules of letting himself be helped. You may be surprised by the immediacy of the news; peppering them with stories full of late mail waiting for family news, on days-long trips on a boat to reach their destination.

The old man recognizes that time has passed when he sees those who were little and men and women with their own children, only there they look in the mirror and discover the face just like their grandmother or grandfather.

The old man will always feel that he is needed and that he has to give his all, walk until he reaches his final destination. You will never give up, you will only slow down when your body asks you to. It is a difficult discovery for many to accept, but there comes a time when it becomes necessary.

So while everything is running around, the old man will look at the surroundings of his life, at what is still standing and at what remains to be done. He will encourage himself every day to get out of bed and fulfill what he believes are his duties. It will always take a while to stop in the rocking chair and remember the old days.

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This week the EmpowerTalent community led by @angelica7 brings us a very special topic:
The value of slowness (we are in a world of so much immediacy, where we seek immediate rewards or satisfaction. How would slowness help us? Think about it and surprise us with your proposals.

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Fotos con fuente identificadas
Movíl realme 5 pro y Xiaomi 12T Pro
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Mobile realme 5 pro and Xiaomi 12T Pro
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