Ana Bolena logro conquistar el corazón del Rey Enrique VIII, con quien llego a casarse en 1533, después de una dramática sucesión de hechos entre la iglesia de Roma y el Rey. Resulta que al estar casado con Catalina de Aragón, una descendiente de la corona española y quien había enviudado tras la muerte de su esposo, Arturo quien era hermano de Enrique VIII. A fin de mantener la alianza con los Reyes Católicos, el Rey Enrique VII, decidió que la madrileña Catalina se casara con Enrique VIII, boda que se llevó a cabo en 1509 y que convirtió a Catalina de Aragón en la soberana de Inglaterra.

El Rey Enrique VIII, mantuvo una relación bastante difícil con Catalina, ya que esta, después de seis embarazos, no logro engendrar un hijo varón, tan ansiado por el rey. Es así que al conocer a Ana Bolena, se enamoró perdidamente de ella y esta a su vez, se aprovechó en demasía de esta situación. Se cuenta que, Ana Bolena al ser la amante del rey, conspiro para que esté la eligiera como su reina y para ello, debía divorciarse de la Catalina. Fue tanta la impresión que causo en el Rey Enrique VIII, que este, ante la negativa de Roma de aprobar su divorcio de Catalina, tomo la decisión de proclamarse máximo líder religioso de la iglesia en Inglaterra, lo que origino la separación de Roma y el nacimiento de la Iglesia Anglicana.