Mis Padres. Reflexión implícita sobre la importancia de la paternidad

Mis amados padres, Juan Bautista Araujo Quintero, y Odilia Montilla de Araujo, en la foto anterior esperándome, a mí, su primogénita, llenos de alegría y y quizás ansiedad, como todos los padres que desean ver a su hijo nacer sano y saber si podrán ser unos buenos padres o no.

Mis padres, mis raíces, mi símbolo personal de Yin Yang. Él: alegre, chistoso, ocurrente, totalmente despreocupado, soñador, profesor de francés, romántico, poeta, ajedrecista, intelectual y loco hasta más no poder. Ella: responsable, pudorosa, sacrificada, muy espiritual, comerciante, emprendedora, con mucho amor a su familia y con los pies bien puestos sobre la tierra.

Aquello de que los polos opuestos se atraen, no sé hasta qué punto sea verdad, pero en mis padres así fue. Aunque tenían en común valores como: el respeto, la honestidad, la generosidad y la empatía. Creo que valores como éstos imantisan y y rompen cualquier diferencia entre los hombres.

Hoy quiero agradecer al cielo por habérmelos dado de regalo, pues aunque no fueron perfectos, siempre me dieron de su afecto y de su tiempo, lo mejor. Y puedo decirles a través de estas líneas: Sí, lo hicieron bien y lo en verdad lo agradezco

Con mi padre compartí sólo diez años de mi vida, pues cuando él cumplió cuarenta años y acababa de ganar el premio nacional de ajedrez. Estando feliz y en plena salud, mientras jugaba, barajas con unos amigos, la muerte le ganó la partida y de un infarto fulminante nos lo arrebató a mi hermanita de cuatro años, a mi, madre, a mí y todos los que lo amábamos.

Aunque yo tenía sólo diez años cuando murió, estos años fueron suficientes, para que logrará impregnar en mí, su amor a las letras de la forma lúdica y pedagógica en la que todo padre, pienso debería enseñar a sus hijos. Sí desean saber qué estrategias utilizó en mi crianza, los invito, si lo desean, a leer ésta publicación :

@aramza/mi-padre-y-yo-experiencias-personales-como-estrategias-ludicas

Última fotografía que me tomé con mi padre, poco antes de su partida

Con mi madre, protagonista de unas cuantas de mis publicaciones, comparto cada día de mi vida, es mi pilar, mi fortaleza, quien me enseñó la diferencia entre el bien y el mal, quién con amor y paciencia, logró hacer que pudiera observar con los ojos del espíritu, las bendiciones que nos rodean y me obsequió el ancla de la fe, para aferrarme a ella en medio de las tormentas del turbulento mar que es el mundo en el que vivimos y nunca perder el rumbo.

Una de las últimas fotografía que nos tomamos juntas, antes de su viaje a Chile

Hoy por hoy no soy madre, pero quiero hacer un llamado a quienes lo son ya o están por serlo, a través de este corto escrito y recordarles la maravillosa empresa que tienen en sus manos, la bendición de ser padres. Una gran responsabilidad, pero también un gran privilegio. En sus manos está la oportunidad de forjar una vida en valores y principios, una vida que quizás treinta años después, les pueda decir como yo a los míos, feliz y orgullosa: "Lo hicieron bien, lo hiciste muy bien mamá (papá) y te amo por eso."♥️🤗♥️

_{** Todas las fotografías son de mi propiedad, en su mayoría extraídas del álbum familiar o tomadas con la cámara de mi teléfono Alcatel y editadas con la aplicación Pixy**}