El año pasado me lesioné las rodillas después de haber comenzado a entrenar en el gimnasio, el diagnóstico del médico fue sinovitis. Tuve que dejar el gimnasio porque el dolor en las rodillas era mucho y no podía ni agacharme. El médico me explicó que el tratamiento solamente podría ser fisioterapia y estuve esperando unos dos meses hasta poder conseguir un cupo en la fisioterapeuta del sistema de salud. Ya estoy terminando las terapias y la mejoría es sorprendente, inclusive comencé de nuevo el gimnasio y todo va de maravillas. Mi calidad de vida mejoró y ahora estoy enfocada en entrenar sin lesionarme de nuevo.