@charjaim trajo a la comunidad una iniciativa muy interesante que nos puede ayudar a conocernos mejor y además a mejorar cualquier aspecto de nuestra personalidad que quizás requiera ser atendida y lo que es mejor, este tema nos ayudará a colocarnos en el lugar del cliente y ver con otros ojos lo que estamos ofreciendo en nuestros emprendimientos.

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@charjaim nos pregunta a través de su iniciativa si somos clientes quisquillosos, entiéndase por quisquilloso, todo aquel ser que le pone peros a todo y que de cada situación consigue un qué para amonestar a quien ofrece el producto o servicio.

Vamos a revisar:

Para responder a esta pregunta, primero tengo que dar un paseo a través de la memoria y recordar las veces en las que he figurado como consumidora, que son muchas, la verdad.

He ido a hoteles, he comido en restaurantes, quioscos, tascas, ferias de comidas, vendimias, puestos callejeros, y más. He ido a cines, he ido de compras; al mercado, a tiendas, abastos, bodegas, buhoneros y paren ustedes de contar. He pedido servicio a domicilio, he contratado por whatsapp, facebook, instagram, amazon, mercadolibre, etc, etc. Y en todas, todas las ocasiones, como toda persona normal y corriente, me ha gustado recibir un buen servicio y una buena atención. Ahora bien, ¿Qué he hecho, cuando no ha sido de mi agrado?

Fuente

No soy una cliente quisquillosa, ¿O sí?:

Revisando mi comportamiento a la hora de comprar o contratar algún servicio, me puedo dar cuenta de que soy de las que analiza lo ocurrido y si no me satisface la atención, el producto o el resultado, simplemente no vuelvo más. No contrato de nuevo ese servicio o no regreso a esa tienda o lugar en cuestión. Me incomodo como cualquier persona lo haría, pero no hago aspavientos, ni comentarios, simplemente no regreso. Creo que alguien quisquilloso haría comentarios desagradables, o buscaría al vendedor para reclamar una y otra vez, yo simplemente ubico otro lugar.

Recuerdo uno que otro hotel en el que las almohadas tenían olor desagradable y yo le pedía a mi esposo que nos retiráramos del lugar y ubicáramos otro sitio ¿Es eso ser quisquillosa? No lo sé, a lo mejor sí, pero yo prefiero elegir otra opción y listo. Eso de instalarme a intercambiar opiniones con la recepcionista o el dueño del hotel me resulta engorroso.

También alguna que otra vez nos hemos retirado de restaurantes porque nunca, repito nunca, nos atendían y al contrario de ponernos a discutir con el mesonero por no atendernos, simplemente nos retirábamos y ya.

Si ya he pagado y el producto no me gusta o no resulta ser lo que esperaba, lo tomo como un aprendizaje... Me digo a mí misma, "Mi misma todos los días sale un tonto a la calle, hoy me tocó a mí" ja, ja, ja, ja y listo, ya no compro en ese sitio o no vuelvo a ese lugar. Evito ponerme a reclamar, realmente no me gusta.

Una de tantas anécdotas:

Creo que ya conté la vez que una cuenta con la dentista me salió carísima porque hasta la brisita que me daba el aire acondicionado me la cobró, obvio no volví más. Pero recuerdo una vez que fui a una tienda de ropa para dama porque me había enamorado de una blusa. La dependienta estaba de mal humor y respondía con fastidio y gestos corporales que a leguas reflejaban su humor. Yo no me marché, y créanme que había motivos para que me fuera, pero quería mi blusa, así que hice de tripas corazón, y cuando por fin pagué la cuenta, busqué en mi cartera un caramelo, se lo di y le dije; "Tome, para que se le endulce el día, lamento que esté tan mal, ojalá mejore" La mujer me miró con ojos como platos y una sonrisa se fue dibujando en su cara. Me dijo; "Gracias, disculpa" Me fui, y no volví. Yo me sentí muy bien, me felicité por no dejarme contaminar de su mal humor y seguí con mis cosas. Pero nunca más volví a comprar en ese lugar. ¿Eso es ser quisquillosa? Resultará que a lo mejor si soy una cliente de ese tipo.

La cliente que soy en la actualidad:

Desde que decidimos vender hamburguesas, la gran variedad de clientes que han pasado por nuestras mesas son innumerables. Los hay desde muy amables y agradables, hasta los más déspotas y despreciables. Entonces ahora, cuando voy de compras, intento ser el tipo de cliente que quiero recibir. Trato de ser amable, educada, paciente y empática con quien me atiende y ofrece sus servicios. Muchas veces no sabemos por lo que está pasando la persona que está detrás del mostrador, claro que eso no le justifica a tratar mal a la clientela, pero si los veo con otra mirada e intento comprenderlos, me siento mucho mejor y hasta agradecida de no estar en el lugar de ellos.

Creo que es cuestión de aprender a convivir, tanto los clientes como los que ofrecen un servicio. Mientras aprendamos a tratarnos, a llevar la fiesta en paz, y a mantener la armonía, estoy segura de que en cualquier ámbito los negocios se darán fluídamente y serán mucho más agradables las experiencias. Entonces cambiemos, y logremos juntos ese bonito equilibrio.

Gracias @charjaim por invitarme. Gracias a todos por leer, comentar y formar parte de esta comunidad.

Greetings entrepreneurs. Greetings Be Entrepreneur friends, I hope you are very, very well.

@charjaim brought to the community a very interesting initiative that can help us to know ourselves better and also to improve any aspect of our personality that perhaps needs to be addressed and what is better, this topic will help us to put ourselves in the customer's shoes and see with different eyes what we are offering in our ventures.

You can read more about this topic by clicking here

@charjaim asks us through his initiative if we are picky customers, meaning by "picky", that being who puts buts to everything and who gets a what from every situation to admonish the one who offers the product or service.

Let's review:

To answer this question, first I have to take a walk down memory lane and remember the times I have been a consumer, which are many, to be honest.

I've been to hotels, I've eaten in restaurants, kiosks, tascas, food fairs, grape harvests, street stalls, and more. I've been to movie theaters, I've gone shopping; to the market, to stores, abastos, bodegas, buhoneros and stop counting. I have ordered home delivery service, I have contracted by whatsapp, facebook, instagram, amazon, mercadolibre, etc, etc. And in all, every time, like any normal person, I have liked to receive a good service and a good attention. Now, what have I done, when it has not been to my liking?

Source

I'm not a finicky customer, am I?

Reviewing my behavior when buying or hiring any service, I can realize that I am one of those who analyze what happened and if I am not satisfied with the service, the product or the result, I simply do not come back. I don't hire that service again or I don't go back to that store or place in question. I get uncomfortable as anyone would, but I don't fuss, I don't comment, I just don't go back. I think someone picky would make nasty comments, or seek out the salesperson to complain over and over again, I simply locate another place.

I remember one or two other hotels where the pillows had an unpleasant smell and I would ask my husband to get out of the place and find another place. I don't know, maybe yes, but I prefer to choose another option and that's it. I find that settling down to exchange opinions with the receptionist or the hotel owner cumbersome.

We've also left restaurants on occasion because they never, I repeat never, served us and instead of arguing with the waiter for not serving us, we simply left and that's it.

If I have already paid and I don't like the product or it doesn't turn out to be what I expected, I take it as a learning experience? I say to myself, "Every day a fool goes out on the street, today it was my turn" ha, ha, ha, ha, ha, ha and that's it, I don't buy in that place anymore or I don't go back there. I avoid complaining, I really don't like it.

One of many anecdotes:

I think I already told you about the time a bill with the dentist was very expensive because she even charged me for the breeze that the air conditioning gave me, obviously I never went back there again. But I remember once I went to a women's clothing store because I had fallen in love with a blouse. The sales clerk was in a bad mood and responded with annoyance and body gestures that clearly reflected her mood. I did not leave, and believe me there were reasons for me to leave, but I wanted my blouse, so I did my best, and when I finally paid the bill, I looked in my wallet for a candy, gave it to her and said; "Here, to sweeten your day, I'm sorry you are so bad, I hope you get better" The woman looked at me with eyes like plates and a smile was drawing on her face. She said; "Thank you, excuse me" I left, and did not come back. I felt great, congratulated myself for not letting myself be contaminated by her bad mood and went on about my business. But I never shopped there again. Is that being picky? It turns out that maybe I am that kind of customer.

The client I am today:

Since we decided to sell hamburgers, the variety of customers that have passed through our tables are innumerable. They range from very friendly and nice, to the most despicable and despicable. So now, when I go shopping, I try to be the kind of customer I want to receive. I try to be kind, polite, patient and empathetic with whoever is serving me and offering their services. Many times we don't know what the person behind the counter is going through, of course that doesn't justify treating the clientele badly, but if I see them with a different look and try to understand them, I feel much better and even grateful not to be in their place.

I think it is a matter of learning to live together, both customers and those who offer a service. As long as we learn to treat each other, to keep the party in peace, and to maintain harmony, I am sure that in any field business will go smoothly and experiences will be much more pleasant. So let's change, and let's achieve that nice balance together.

Thank you @charjaim for inviting me. Thank you all for reading, commenting and being part of this community.