Recientemente, leía un post donde la persona narraba la cantidad de actividades que realizaba durante el día. Desde el momento en que se levantaba, comenzando con los quehaceres del hogar y la atención familiar para posteriormente salir corriendo al trabajo en una jornada completa que abarca más de diez horas y continuar en la casa hasta largas horas de la noche donde, agotada, se va a la cama con pensamientos de preocupación y una desagradable sensación de decepción e impotencia, que no la dejan conciliar el sueño. Aunado a esto, siente que ni vale la pena comentar la situación porque considera que muchos viven esta realidad.

¿La historia te parece conocida, vives una situación similar? No es de extrañar, la mayoría de las personas nos sobrecargamos de trabajo en busca de alcanzar una meta y eso en un momento determinado puede estar bien, sin embargo, aun queriendo, no se puede mantener en el tiempo por la sencilla razón que el cuerpo y la mente colapsan pidiendo a gritos una pausa, un descanso.

Los emprendedores por lo general hablamos del trabajo duro que significa emprender y le colocamos etiquetas emocionales que describen las fortalezas necesarias para salir adelante, por ejemplo, que debemos ser constantes, persistentes, resilientes, responsables, entre otras, y es cierto, requerimos de esto y más, pero ¿todo ello sin límite?

También reconocemos que en nuestro hacer hay altas y bajas. Que cuando tenemos un logro, alcanzamos una meta, nuestra motivación se dispara, entramos en ese estado de efervescencia donde queremos dar más, mucho más y que cuando tenemos un revés sabemos que hay que seguir remando para obtener lo que nos hemos propuesto.

Pero, tal como le pasa a la persona de nuestra historia, hay elementos externos que muchas veces no sabemos o no podemos manejarlos, como puede ser la inflación galopante que tenemos en el país, lo cual afecta directamente nuestro estado de ánimo llenándonos de mucha preocupación, decepción e impotencia porque en ocasiones sientes que no importa cuánto trabajes, los resultados deseados no terminan de llegar.

Cada uno de los elementos físicos y emocionales que he apuntado pueden encajar con las características que tipifican y definen lo que se conoce como el Síndrome de Burnout o en su traducción, síndrome del trabajador quemado, y que La Organización Mundial de la Salud, el año pasado (2022), la incluyó oficialmente en la Clasificación Internacional de Enfermedades describiéndola como “desgaste ocupacional” VER.

Sus características emocionales más resaltantes son el estrés permanente, la frustración, el sentimiento de impotencia, desmotivación, cansancio mental, falta de energía vital y de allí se puede llegar a la indiferencia por la actividad que se realiza, falta de concentración, pensamientos negativos catastróficos, una creatividad súper bloqueada y muchos miedos.

Entre los rasgos físicos, literalmente no te quieres ni levantar de la cama, el agotamiento físico es notorio, quizás pienses que te falta vitamina o que tienes una enfermedad por la debilidad que sientes y todos aquellos síntomas físicos que produce el estrés y la ansiedad: tensión alta, gastritis, taquicardias y paremos de contar.

Lo cierto es que el exceso de trabajo nos puede llevar a un agotamiento físico y mental con consecuencias nada deseables y para evitarlo la mejor medida es la prevención. En párrafos anteriores, hacía la pregunta, ¿sin límites?, la respuesta es ¡No!, tenemos que poner límites y eso solo nosotros sabremos cuáles son, hasta donde podemos llegar sin afectar nuestra fuerza vital, hasta donde damos sin que el cuerpo y la mente colapsen y nos veamos obligados a detenernos porque efectivamente ya no damos más.

Me gusta dar sugerencias. Aquí dejo cuatro que nos pueden ayudar para que el cansancio no nos tumbe.

Coloca en tu balanza internalo que estás haciendo y como lo estás haciendo, ella te permitirá evaluar si estás cumpliendo con los descansos necesarios que requieres. Estos descansos incluyen las horas de sueños, el compartir momentos de esparcimiento con familiares y amigos, hacer cortas pausas dentro del horario laboral. Si tu balance es negativo, toma las medidas más convenientes, sin remordimientos.

Dentro de tu rutina diaria o semanal incluye actividades que estimulen tu creatividad que te permita explorar más allá de lo que tu emprendimiento te exija en creatividad, por ejemplo, si eres creador de contenido, escribir o incursionar en otro género distinto no sería “válido” porque en esencia estas en la misma actividad, se trata de encontrar ese hacer distinto que quizás también te llegue a apasionar descubriendo un nuevo talento y que te saca mentalmente de tu actividad cotidiana.

Mueve tu cuerpo y si es al aire libre mejor. Camina, corre, practica el senderismo, baila, busca un equipo para la práctica de algún deporte, en fin la idea es hacer nuestra aquella vieja consigna de “mente y cuerpo sano”.

Practica la aceptación, comprender que hay cosas que no dependen de nosotros, nos libera y de alguna manera dejamos de “arar en el mar”, enfócate en lo que si puedes cambiar, hacer, tener y lograr.

In English

Recently, I was reading a post where the person narrated the amount of activities she performed during the day. From the moment she woke up, starting with household chores and family care to then rush off to work in a full day that spans more than ten hours and continue at home until long hours of the night where, exhausted, she goes to bed with thoughts of worry and an unpleasant feeling of disappointment and helplessness, which do not let her sleep. In addition to this, she feels that it is not even worth commenting on the situation because she considers that many people live this reality.

Does the story seem familiar to you, do you live a similar situation? It is not surprising, most people overload ourselves with work in pursuit of achieving a goal and that at a given time may be fine, however, even if you want to, you can not keep it over time for the simple reason that the body and mind collapse screaming for a break, a rest.

Entrepreneurs usually talk about the hard work that entrepreneurship means and we place emotional labels that describe the strengths needed to succeed, for example, that we must be constant, persistent, resilient, responsible, among others, and it is true, we require this and more, but all this without limit?

We also recognize that in our doing there are ups and downs. That when we have an achievement, we reach a goal, our motivation soars, we enter that state of effervescence where we want to give more, much more and when we have a setback we know that we have to keep rowing to get what we have proposed.

But, just as it happens to the person in our story, there are external elements that many times we do not know or cannot handle, such as the galloping inflation we have in the country, which directly affects our mood, filling us with worry, disappointment and impotence because sometimes you feel that no matter how hard you work, the desired results do not end up arriving.

Each of the physical and emotional elements that I have pointed out can fit with the characteristics that typify and define what is known as Burnout Syndrome or, in its translation, burned-out worker syndrome, and that the World Health Organization, last year (2022), officially included it in the International Classification of Diseases describing it as "occupational burnout" SEE.

Its most salient emotional characteristics are permanent stress, frustration, feelings of helplessness, lack of motivation, mental fatigue, lack of vital energy and from there it can lead to indifference to the activity being performed, lack of concentration, catastrophic negative thoughts, super-blocked creativity and many fears.

Among the physical features, you literally do not even want to get out of bed, physical exhaustion is notorious, maybe you think you lack vitamin or you have a disease because of the weakness you feel and all those physical symptoms caused by stress and anxiety: high blood pressure, gastritis, tachycardia and let's stop counting.

The truth is that overwork can lead to physical and mental exhaustion with undesirable consequences and to avoid it the best measure is prevention. In previous paragraphs, I asked the question, without limits, the answer is No, we have to set limits and only we will know what they are, how far we can go without affecting our vital force, how far we can give without our body and mind collapsing and we are forced to stop because we can't give any more.

I like to give suggestions. Here are four that can help us so that fatigue does not knock us down.

Place in your internal balance what you are doing and how you are doing it, it will allow you to evaluate if you are complying with the necessary breaks you need. These breaks include sleeping hours, sharing moments of relaxation with family and friends, taking short breaks within the work schedule. If your balance is negative, take the most convenient measures, without regrets.

Within your daily or weekly routine include activities that stimulate your creativity that allow you to explore beyond what your business requires you in creativity, for example, if you are a content creator, writing or dabbling in a different genre would not be "valid" because in essence you are in the same activity, it is about finding that different activity that you may also become passionate about discovering a new talent and that takes you mentally out of your daily activity.

Move your body and if it is outdoors better. Walk, run, hike, dance, find a team to practice a sport, in short, the idea is to make our old slogan "healthy mind and body" our own.

Practice acceptance, understand that there are things that do not depend on us, it frees us and somehow we stop "plowing in the sea", focus on what you can change, do, have and achieve.

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Fuente de imágenes: [Portada]Imagen de Ulrike Mai en Pixabay 1 - 2