Te has puesto a reflexionar sobre la Amistad. Cuando somos pequeños hacer amigos es algo natural, es parte del desenlace y desarrollo como individuo en la sociedad, quizás sean solo amigos de juego pero estan ahí, riendo a cada paso contigo.
En la adolescencia da miedo realmente, principalmente para los padres. Escoger una amistad en esos momentos es un verdadero reto, puesto que buenas o malas compañías definirán tus pasos al futuro.
En la juventud siendo aún poco maduros, hacemos nuevos amigos e intentamos conservar aquellos con los que compartimos tanto en tiempo atrás. En esta etapa todo es mas liviano, fresco, agradable, puesto que con las nuevas personas en nuestras vidas también llegan nuevos retos, nuevos lugares, nuevos viajes, nuevos comienzos.
La adultez asegura los vínculos creados que han sido fuertes, los verdaderos amigos siempre se conocen en verdad en esta etapa. Ellos son los que vencen el tiempo y la distancia, los que te apoyan incondicionalmente y siempre estarán aunque no los veas, porque siempre sentirás su presencia, sus consejos, sus palmadas en la espalda y sus abrazos fortificantes, la sensación de ese hombro donde llorar pero también la sonrisa que compartir.
En la vejez se vuelven nuevamente niños, se ríen por todo y se sientan en el porshe a recordar historias, lloran de alegría y hacen risas de lo que fue una vez la tristeza. Las caídas, los reproches, los fracasos, las verguenzas y todo lo del pasado se vuelven historias para contar y motivos para compartir.
Lo más hermoso es que siempre se tiene a alguien de la mano para apoyarnos, aunque no lo notamos, los amigos son la cura del alma, y el verdadero amor de un corazón desecho.
Que siempre tengamos una de esas joyas preciosas en nuestras vidas☺️🌻✨