Desde tiempos remotos, la máscara le ha seguido los pasos al hombre, y en definitiva, a la naturaleza misma. Basta mirar a nuestro alrededor para descubrir que todo se encubre (por miedo, defensa o necesidad de reproducción), y rara vez entregamos al mundo lo que observa dentro de nosotros.
Hoy, mientras estaba laborando en las instalaciones de IIAVE (Complejo cultural ubicado en Parque Central - Caracas), encontré esta máscara colocada sobre una mesa. De inmediato me trasladé al teatro, a su poder para mostrar la realidad de forma mas elevada. Paradójicamente, el teatro usa el engaño para mostrarnos lo que nos empeñamos en negar. ¿A acaso el encubierto es la identidad del cosmos?
A continuación, les comparto una pequeña sesión de fotos. Espero les guste. Cualquier critica u opiniones, no olviden compartirla. Leerlos me nutre y motiva a seguir construyendo. ¡Nos vemos en una próxima publicación.
(Las fotos fueron tomadas con mi teléfono Samsung J8 y editadas con la aplicacción PicsArt.)
