El sol amaneció radiante como no lo hacía desde algún tiempo, y es que el clima muestra algo parecido a una época lluviosa que no termina de manifestarse en su máxima expresión. !Esto da para un tema especial muy distinto a lo que en realidad quiero contarles en está ocasión!, Pero no está por demás mencionarlo... Lo cierto es que Jeremías y yo recibimos con gratitud la oportunidad de despertar y apreciar la bondad de un día soleado perfecto para salir al complejo deportivo ubicado en la entrada de la urbanización.

La instalación principal está compuesta por un campo múltiple donde es posible realizar fútbol o béisbol según los horarios y el día, además cuenta con un espacio para realizar ejercicio de máquinas al aire libre y al lado está un parque de niños con atracciones varias bien coloridas, cada vez que estamos cerca, mi hijo no pierde la oportunidad para recordarme lo grande que son los toboganes y lo mucho que se divierte en estos.

En realidad el astro rey fue bondadoso al ofrecernos su energía sin pedir nada a cambio, lo único es que no pasó más una hora para que el cielo volviera a su vestimenta característica de las semanas recientes. Una gruesa capa de nubes grises que no disimularon sus intenciones de bendecir los campos y a las bestias salvajes que tanto han clamado por el agua que de fin de una vez por todas a este verano implacable que ha durado más de dos años seguidos. ¡Según mi opinión!

Sin embargo nos quedamos un buen rato, aproveché para realizar algunas paralelas, flexiones de pecho, también carreras de velocidad en contra de mi "rapidísimo hijo". ¡No fue sencillo entretenerlo en ese espacio ya que quería irse para el parque!. Este último impresentable por la cantidad de forraje y arbustos a los alrededores sin contar con mantenimiento para conservar las áreas, incomprensible si se tiene en cuenta que las instalaciones están dentro de una urbanización habitada por más de 1500 familias.

¡Es lamentable cuando las personas no somos capaces de organizar actividades para resolver problemáticas comunes.!

Como descargo se puede mencionar que estás instalaciones antes de la situación pandemia funcionaban mucho mejor, se apreciaban zonas descuidadas pero no al nivel actual. Ahora mismo se están reactivando algunas escuelas deportivas y se comienza a ver más personas en los días que dispone el gobierno como laborable por "flexibilización".

Es muy buena noticia para mi, desde que Jeremías cumplió dos años he querido inscribirlo en la escuela de fútbol, pero el entrenador recomendó esperar que cumpliera los tres para que le fuese más fácil seguir con precisión las instrucciones. Creo que ya estamos listos para asumir este reto, aunque implique un esfuerzo importante para venir todas las mañanas, además del tiempo que debo recortar de mis otras actividades.

El día de hoy volví a hablar con el entrenador y me mencionó que están esperando por un entrenador para niños de tres y cuatro años, entonces toca esperar un poco más. Aunque, escribiendo esta publicación y reflexionando sobre todo lo mencionado estoy pensando en hacer mi propuesta para la vacante que hay para entrenar a los niños. ¡Me gustan los niños, me gusta el fútbol, lo práctico con regularidad, soy educador, por tanto considero tengo la aptitud y actitud para aplicar y trabajar con la mayor de las responsabilidades.

Definitivamente, las primeras cosas que haré como miembro activo del complejo deportivo es organizar jornadas de mantenimiento para que los niños junto a sus madres puedan volver a visitar el parque con total normalidad con la confianza que sus hijos no correrán peligro en medio de tantos matorrales.

Así que por ahora me despido, no sin antes pedirles que me envíen buenas vibras para que juntos podamos lograr las metas planteadas.