Estamos en un mes en el que el cielo cambia en cuestión de minutos. Se pasa de un cielo totalmente azul a otro lleno de colores rosados o anaranjados.
Con nubes que se van diluyendo en el cielo y otras que se unen para formar esas grandes masas en forma de algodón de azúcar, todas dejan su huella y hacen que los rayos de luz reflejen en ellas pintando el cielo de cientos de colores.