Laura in the sky


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Laura tenía la vista fija en el pizarrón, el profesor explicaba unos ejercicios sobre aplicación de ecuaciones de primer grado.

Observaba al profesor y éste asumía que todos sus alumnos incluyéndola a ella le estaban prestando toda la atención posible.

Pero la chica tenía la mente puesta en otro sitio, en realidad se moría de ganas por contarles a sus amigas que había hecho el amor con un chico universitario y experimentado en esas lides.

Nada que ver con su primera vez, un compañero del curso anterior la había seducido y con previo acuerdo de sus amigas habría perdido su virginidad. Ahora se daba cuenta del tiempo malgastado con ese chico y con Reinaldo estaba tocando lo más alto del cielo, como si estuviese a punto de desvanecerse por completo.

Por un momento sintió como se humedecía su panty y le entraba un ligero escalofrío entre sus piernas, al sentirse casi fuera de control mordió con ímpetu su labio inferior.

-Laura Medina, por favor pase frente al pizarrón y resuelva, si es tan amable, el problema que está allí planteado - El profesor había notado que estaba distraída y fuera de sí.

-O.K. como usted diga - Se levantó de su asiento y tomó la tiza para resolver el ejercicio. Por lo visto no tenía inconveniente en conseguir la solución, sólo dos días atrás Luciano la había acompañado toda la tarde explicándole detalladamente decenas de ejercicios extraídos del Algebra de Baldor.

Ahí estaba él, siempre atento, gentil y caballeroso. No podía ocultar que ella le atraía, no podía disimularlo, a veces quedaba en evidencia y más cuando hacía a un lado sus estudios para ayudarla en lo que ella le pidiese.

-¿Sabes? Después de que me gradúe te vengo a buscar para casarme contigo - le había dicho Luciano.

-¿En serio?- le dijo ella sonriendo.

- Es una broma, sólo eso - su cara parecía un tomate.

-No tuviste que haber dicho que era una simple broma - pensó para sí - eres un chamo serio y responsable.

Por alguna extraña razón sus senos se endurecían cuando combinaba la matemática con alguna ilusión masculina, imagen que captó rápidamente el profesor por el rabillo del ojo.

-X = 25 años, la edad de Juan y Y = 22 años, la edad de José - era la respuesta de Laura.

-Muy bien señorita, tome asiento, Félix Jara, resuelva el siguiente - El profesor no le gustaba quedar en evidencia y continuaba la clase como si nada hubiese ocurrido.

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Ecency