Nací en una hermosa ciudad histórica de Venezuela: Ciudad Bolívar. Mi padre, impetuoso y apasionado llegó de los llanos para quedarse, mi madre, trabajadora incansable, amorosa y dedicada le invitó a formar una familia. Mi hermano es mayor y el mejor de todos, sus cualidades le hacen un hombre extraordinario. Cuando éramos pequeños peleábamos todo el tiempo, teníamos distintas concepciones del mundo. Es tan lindo verlo sonreír. Le estoy agradecida por haberme regalado tres tesoros todos maravillosos: Libertad mi sobrina mayor, Mariana, la más artista y Sebastián el más chico es quien me derrite con sus besos y sus te quieros. Soy una tía orgullosa y para celebrarlo les regalo libros, todo tipo de libros, cuentos, poesía, teatro, títeres. También les regalo funciones. Son mis espectadores favoritos; aunque la lejanía nos permita vernos muy poco. Mi corazón y todo lo que tengo es de ellos. Libertad me dio hace poco una sobrina nieta, nacida en Chile y llamada Victoria. Cuando uno ama la alegría del otro es la felicidad. Mi familia es muy unida, organizada y a veces prejuiciosa. Muchas veces me sentí perro verde junto a ellos. En general me cuesta la normalidad, la linealidad. Deliro por la ruptura y la rebeldía bien entendida.
Cuando era niña me encerrraba en mis mundos posibles. Un día quería ser bailarina y coreógrafa, entonces invitaba a mis vecinas y montábamos bailes. El placer era muy grande. Odiaba siempre que alguna se cansara antes de terminar el baile completo. Era un poco exigente como directora. Otras veces soñaba ser cantante. Un día me regalaron un reproductor de cassette que a su vez grababa. Bellísimo, lo recuerdo siempre. Rojo carmesí. Alargado con dos cornetas. Mi sueño se había hecho realidad, me grababa actuando, me grababa cantando, llorando, me escuchaba y eso me hacía feliz. Otras veces quería ser banquera y manejar mucho dinero; así, fabricaba mis propios billetes, cheques y demás papelería. Después quise tocar la guitarra y pintar, solía hacerlo muy bien. Cómo disfruté siendo pequeña. Odiaba perder en los juegos y ahora me divierto recordándolo. Hacía lo imposible por ganar. Lloraba si no. Tampoco me gustaba la costura de los calcetines y que no combinaran con mi ropa interior. Fui un poco maniática. Siempre pegada a mi madre que me enseñaba buenos modales, cómo debía vestir, comportarme. Ella tuvo una peluquería y pasábamos tanto tiempo juntas. Era un paraíso. Allí me rizaba el cabello, me pintaba discretas mechitas que yo lucía orgullosa. Espero no estarla defraudando mucho.
Es en Ciudad Bolívar y con el calor familiar donde curso mis estudios formales y además me inicio en el descubrimiento de una peculiar sensibilidad estética ante las cosas: el infinito cielo estrellado, el inmenso y poderoso río Orinoco y el increíble y variado paisaje. En las noches llevaba mi almohada al patio para mirar acostada las estrellas buscando formas y claves e intentando comprender de qué se trataba. Cuando viajábamos a alguna ciudad cercana yo imaginaba que una cámara me seguía y que vivía en una película. Algo así como lo que ahora llaman *Reality Show*. Leo mis primeros libros. Aún tengo en mi memoria el aroma de mi primer libro de literatura: *El cantar del Cid*. Estudié en el colegio de monjas de la Divina Pastora, en este espléndido e inolvidable lugar canté mis primeras canciones, participé de todas las danzas y actos culturales, presenté mi primera obra de teatro, de corte religioso; aprendí a coser y conocí la amistad. Logro titularme de bachiller y al mismo tiempo inicio mi formación artística. Recuerdo que concursé con algunas de mis compañeras de clases en un concurso de baile. Nos esforzamos tanto que montamos cada paso con mucho arte. Cosimos nuestos propios vestidos. Realmente nos esmeramos. Conseguimos la música apropiada. El día del mencionado concurso descubrimos que nuestras contrincantes habían pagado una coreógrafa, un sastre había diseñado y cosido sus hermosos atuendos. Nos vimos perdidas, sin ninguna esperanza; sucedió un milagro y por un punto de nuestra profe predilecta ganamos y fue realmente extraordinario lograrlo. Estuvimos geniales. Fueron nuestros corazones los que ganaron. Un tiempo después empecé a hacer ballet con un inquieto y excéntrico profesor, estudié dibujo y pintura, empecé a cantar en la orquesta infantil de la ciudad. Me afané en la teoría y el solfeo musical. Audicioné por primera vez como actriz.
Estudié actuación en la Fundación Experimental de Teatro de Ciudad Bolívar. Con un obra donde hacía de una anciana con psicosis senil, gané mis primeros premios como actriz. Entusiasmada y con una madura determinación viajé a Caracas para iniciar estudios de Letras en la Universidad Católica Andrés Bello. En este recinto me formo teatralmente con los compañeros de Teatro UCAB durante toda la carrera. Qué maravillosa experiencia! Hice títeres, danza, desarrollé maravillosos personajes, viajé.
Seguí soñando y creando. Mientras desarrollaba la carrera de Letras solicité apoyo económico. Fue cuesta arriba y hubo mucho sacrificio familiar para sostenerme económicamente fuera de casa. Entonces corregí libros en el departamento de publicaciones de la universidad. Ellos pagaban mi cuota mensual y yo retribuía con mi trabajo de correctora de textos. Entonces aprendí mucho de redacción, ortografía, conocí gente brillante. Recorrí un maravilloso paisaje literario que me acaricia cada día. Me licencié. El mismo día de la celebración tuve mi primera clase en mi casa de estudios actorales.
Entonces estudié actuación profesionalmente en la Escuela Superior de Artes Escénicas Juana Sujo. Es aquí donde desarrolló hasta el momento una etapa de creación muy movida. Tenía la base perfecta de las letras y el entusiamo a millón. Tuve extraordinarios maestros. Mi maestro de actuación es el que me invita a formar parte de su grupo teatral Séptimo Piso. Puedo decir que empecé a actuar de manera profesional. Compatí escena con actrices y actores increíbles. Aprendí, aprendí, aprendí, tanto con tantas personas que seguí agradecida mi camino.
Continué mi carrera en el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo del Arte en Venezuela (IIAVE), donde actualmente realizo labores de dirección artística y de formación, actúo, doy clases, escribo obras, corrijo textos, realizo funciones dentro y fuera de la ciudad desde hace catorce años. Además tengo mi propio grupo: Azabache Teatro en el que desarrollo creaciones experimentales. He incursionado en la magia y desarrollo un importante trabajo con los títeres.
Mi trabajo como actriz se fortalece cada día. Este espacio me permite crear, producir, enseñar, relacionarme con la gente de distintas comunidades y pensamientos, soñar, viajar. La última gira hace dos años atrás hicimos treinta y tres funciones. Entre tanto, participo activamente en la organización y desarrollo del FETCOM (Festival Internacional de Teatro y Títeres en las comunidades de Caracas) que ya ha realizado diecinueve ediciones y se mantiene como uno de los más importantes festivales del país. Realizamos una extensa programación en salas y espacios abiertos, con entrada libre y gratuita.
En paralelo, continúo mi formación artística en la antigua Academia Españoleto donde desarrollo destrezas en bailes de clásico español y flamenco. También aprendí a tocar las castañuelas y a bailar sevillanas. Sigo montando coreogafías. El flamenco para mí es una llave para la felicidad. Siempre lo prefiero escuchar.Tengo mis flamencos favoritos y me los disfruto como nada. Siento que sus cadencias me identifican. Realizo estudios de música, empiezo a tocar la guitarra otra vez, estudio el método Sagreras. Apenas voy por la mitad pero no tengo apuros. Disfruto el camino. Sueño tocar el *Capricho árabe* de Francisco Tárrega y aún no me decido cuál pieza de Antonio Lauro. Practico el arte escénico con una visión en la que el actor o la actriz desarrolla su disciplina adquiriendo varias habilidades que enriquecen su expresividad y capacidad de comunicación con el público.
He recibido varios premios como actriz en el estado Bolívar y junto a IIAVE dos premios municipales en el área de Teatro. Actualmente dicto talleres de teatro, elaboración y manipulación de Títeres de guante y baile flamenco-clásico español; escribo, dirijo teatro, realizo funciones como actriz e inicio estudios de lutería, dedico tiempo a sembrar plantas medicinales y a soñar un espacio de paz y creación artística constante.