Amigos en la Colmena e innumerables seguidores de la comunidad de Cervantes:
Hoy quiero mostrarles estas fotografías propias, del cielo de todos. Las acompaño de ejercicios poéticos que espero sean de su agrado.
Agradezco la tarea de la grandiosa comunidad de Cervantes y su apoyo decidido a los contenidos artísticos en nuestro hermoso idioma.
Mirada al cielo
Algunas tardes,
el habitáculo del cielo se cierra
con negros cortinajes.
Asemeja el escenario
de una representación divina.
Desde abajo, los humanos
solo vemos los potentes halos.
Concluimos, más allá de la retina.
Un espectáculo grandioso
se realiza detrás de las oscuras nubes.
Cuando se han retirado los espíritus puros
Llegará aún su tenue reflejo
en las luces doradas y bermejas
adornando el celeste espacio
de melódicos y pacíficos aires.
De vez en cuando los dioses nos recuerdan.
Ponen frente a nuestros ojos
mensajes de luces y colores
y vuelven a soplar sobre nosotros
Aquel hálito sosegador, amigo de la vida.
Algunas tardes
un ave mitológica se avecina.
Y ya el cielo no es cielo
sino un mar caprichoso, tornadizo,
que pintó un místico artista .
