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- "It's time to visit Uncle John."
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- Today is the day, soon you can rest from all this, and we can get out of here forever.
- Maria, who was?
- You killed him more than ten years ago, for no reason.
- "I hope you live many years."
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Era la víspera de fin de año, esa navidad nadie había ido a cenar con Nairobys, esta desde que salió de aquel hospital, no entendía cómo su familia la había abandonado.
Ella siempre fue buena con todos, excepto con su tío Jhon, este en su adolescencia trató de abusar sexualmente y esto bastó para que la familia se pusiera en su contra cuando ésta lo denunció.
Ella siempre fue buena con todos, excepto con su tío Jhon, ya que este en su adolescencia trató de abusar sexualmente de ella y esto bastó para que la familia se pusiera en su contra cuando esta lo denunció.
Ella se encerró a llorar en su cuarto, no entendía cómo, ni siquiera en navidad, que era tiempo de unión familiar, y de perdón, ningun miembro de su familia le enviara una tarjeta, o un presente.
Pero de pronto pensó que nada ni nadie iba a hacer que ella se derrumbara, así que se levantó de pronto y se dirigió al supermercado.
Volvió con todos los ingredientes de una cena para dos, y comenzó a cocinar.
Horneó un pequeño pollo, que fácil hubiera alimentado a cuatro personas, pero solo eran dos, esa noche la acompañaba como siempre Joaiza, su amiga de la infancia, la única que jamás la abandonó, ni siquiera en aquel hospital, donde vivió un infierno, y que al salir ella fue la única que la acompañó a su casa, y desde entonces permaneció con ella
La cena transcurrió en completa calma, sin inconvenientes, Joaiza le dijo que todo estaba delicioso, pero dejó escapar un comentario, que no dejó dormir a Nairobys en aquella noche de año nuevo: "Ya es tiempo de vengarse del tío Jhon".
Aquel año comenzó muy bien para Nairobys, era el año en el que le entregaban el fideicomiso de la tía abuela Margaret, que giró instrucciones precisas de que le fuera entregado exclusivamente a ella, se trataba de una gran suma de dinero, lo que le aseguraba su vejez, y ya no tendría ninguna dificultad financiera por lo que le restaba de vida, que a los 31 años, era bastante.
Le escribió una carta a toda la familia, invitándola a su cumpleaños que sería casualmente el día de reyes, con la única novedad, que Joaiza la había convencido de invitar al tío Jhon, que ya había pasado mucho tiempo y que ya era hora de la reconciliación y el perdón.
Pero al llegar el tan esperado día, y después que el notario le entregó aquellos cheques, y escrituras de algunas propiedades, se sentó en el jardín de aquella casona, con la única invitada que asistió, la única con la que siempre contaba y que nunca la defraudaría: Joaiza.
En la mañana como siempre, corrió detrás de los niños que le lanzaban piedras a los cristales, recogió las hojas del jardín y nuevamente se sentó a mirar pasar la vida, hasta que Joaiza la sacó de su concentración:
- "Es hora de visitar al tío Jhon".
Se levantó, se dirigió a la tienda y luego de comprar un presente para el tío, se dispuso a visitarlo, era "tiempo de perdón", como decía Joaiza.
Tocó a la puerta del Tío, y salió una anciana, que la miró con los ojos desorbitados, informándole que el señor Jhon, había sido asesinado hacía ya un tiempo, en ese momento salió la tía Ángela de detrás de la anciana, preguntando quien era, y al ver a Nairobys, la empujó, en medio de una serie de maldiciones lanzándole la puerta a la cara.
Sin entender, Nairobys volvió a contarle a Joaiza lo que había sucedido en casa del tío Jhon, pero no la consiguió en casa, se preguntó a dónde pudo haber ido, preparó la cena y se quedó dormida.
Se despertó en la mañana, Joaiza había limpiado la cocina, le comentó lo que había sucedido, y esta le respondió que seguramente le dijeron eso para alejarla de él, y le recordó que era tiempo de cobrar venganza contra el tío Jhon.
Pero más allá de la venganza contra el tío, también era tiempo de hacer pagar a la tía Ángela, ya que esta había sido cómplice en los abusos del tío en la infancia, y también era culpable del tiempo que tuvo que pasar en aquel hospital, que si no hubiera sido por ella, hubiese estado sola todo ese tiempo.
Nairobys lo seguía pensando, en el fondo sabía que Joaiza tenía razón, solo que mucho más allá, la tía Ángela también había sufrido los maltratos del tío Jhon, y el parecido que tenía con su desaparecida madre, le impedían cobrar su venganza, pero era cierto, había llegado el momento de hacerlo, y desaparecer para siempre de aquel maldito pueblo, lejos de toda esa gente, y sobre todo de aquel horrible hospital.
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Esa noche Nairobys entendió que la única manera de encontrar la paz era cediendo a las presiones de Joaiza, está con el tiempo se había cargado con todo el odio que le provocaron aquellos abusos, de los que fue víctima Nairobys, y sabia que cuando le confesara que ella también fue abusada no solo por el tío Jhon, sino que la tía Angela siempre lo supo y calló, este seria el detonante que desataría la más terrible y sangrienta noche, en toda la historia de aquel insignificante pueblito de provincia.
Así que Joaiza ya cansada de esperar y de callar, le soltó a la cara todo lo que tenía por dentro, Nairobys no reaccionó, se introdujo en la cocina y preparó la cena, le sirvió a su compañera, pero esta no quiso comer, así que se dispuso a preparar la última visita al tío Jhon y a la tía Angela, ella sabía que este encuentro sería definitivo, así que se recostó y se durmió, con una sonrisa en los labios, Ya sabía lo que iba a hacer.
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En la mañana, Nairobys preparó el desayuno, le sirvió a Joaiza pero esta igual que la noche anterior, no comió, así que solo le dijo:
- "Hoy es el día, pronto podrás descansar de todo esto, y podremos largarnos de aquí para siempre".
Nairobys tomó de sus cosas una vieja navaja de afeitar, y un cuchillo de carnicero y lo introdujo en su cartera, tomó rumbo a casa de la tía Ángela y simplemente llamó a la puerta.
La mujer del servicio al verla se congeló de miedo, y no le dio tiempo a reaccionar, Nairobys le cortó el cuello al primer intento, la sangre corrió por su cuerpo y salpicó su rostro, de una manera que su imagen al entrar a la cocina era realmente espeluznante.
La tía Ángela preguntó en voz alta:
- Maria, ¿quien era?
A lo que por toda respuesta vio como Nairobys se abalanzaba sobre ella, con la misma navaja con la que dio muerte a Maria, pero la tía Ángela, pudo reaccionar, arrancándole la navaja, aunque recibió un gran corte en los dedos, y comenzó a golpearla con un instrumento de cocina, que la aturdió.
Nairobys solo preguntaba dónde estaba el tío Jhon, pero la respuesta que le dio la tía, le hizo detenerse por un momento, como si de pronto hubiera recordado toda la verdad.
- Tu lo mataste hace ya mas de diez años, sin ninguna razón.
Nairobys no salía de su asombro, era como si la tía Ángela con sus palabras, hubiera pasado un suiche en su mente, que la devolvió a la realidad por un momento, pero luego se dio cuenta que ya era muy tarde para echarse atrás, así que sacó el cuchillo de carnicero que tenía en la cartera y comenzó a apuñalar a la tía, esta ya no se defendió, y solo alcanzó a lanzar una maldición, antes de caer mortalmente herida:
- "Espero que vivas muchos años".
Nairobys registró toda aquella casa, pero no dio con el tío Jhon, ni con nada que pudiera darle alguna pista de donde podría estar, así que simplemente se lavó las manos y salió de aquella casa, para nunca más volver.
Esa noche, veía en las noticias los asesinatos de dos ancianas en una casa de los suburbios, y pocos minutos después, escuchó como llamaban a su puerta.
Nairobys salió, como si nada hubiera pasado, solo que la detective de la policía que llamó pudo notar la ropa ensangrentada que llevaba puesta, y escuchó a esta cuando afirmó (sin que nadie le preguntara) que solo se había defendido de la tía, ya que esta estaba protegiendo al tío Jhon, el cual había abusado sexualmente de ella y de su amiga Joaiza, y que todo lo había hecho por la impotencia que le daba el hecho de que su compañera nunca pudo recuperarse de todo aquello.
Al día siguiente, ya con la luz de la mañana, la policía encontró en aquella casa en ruinas, el cadáver completamente descompuesto de su compañera Joaiza, descubriendo que esta había permanecido por más de diez años en aquella mecedora, acompañando siempre a Nairobys, desde que está fuera condenada por asesinar a su tío Jhon, y que había salido del hospital psiquiátrico por problemas de presupuesto.
Nairobys fue trasladada nuevamente a aquel viejo hospital, viviendo hasta los ciento seis años, recordando cada noche las palabras de la tía Angela y de vez en cuando dejando escuchar su conversación con Joaiza diciéndole que pronto su tío Jhon les pagaría todo el daño que les hizo a las dos.
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