Fuente
Miseria en el corazón del poeta
que decanta en un pantano epistolar,
bajo la gélida liquidación
narcisista del amor propio
y halito funesto, tosca su carne,
sangre y lagrimas.
Son todas verbenas que lo cercenan
al llegar la noche ;
donde una retrato firme
en arranques de deseos
se devánese, en una desdichada
exhalación voluptuosa,
donde punzones de dedos
agujeran en cólera el papel
y niebla perfora el cráneo
con enfados, suplicas,
reproches y sollozos;
que en suma tumultuosa de desdenes,
muestra a contemplar
al triste y derrotado
humano
y al engullido y desnudo
poeta.
Por papeles, métrica y rimas,
que son caravanas negras
causantes del dolor
que aguza la imaginación
y luego la aniquilan,
sin la mínima excusa
a ser recuperada