Existen años que al culminar cierren un balance de vida en nosotros no tan favorables, sin embargo con las expectativas centradas en el que viene añoramos que sea mejor, pero es algo más que una añoranza, ya que para que esa balance sea positivo a nuestro favor debemos trabajar fuerte y enfocado para que así sea.
Todavía estoy a siete días para el final de año, pero es inevitable que en mi pensamiento no esté sentimiento que añora nuevas cosas para un nuevo comienzo que a la vez sé que se puede transformar en nuevos intentos, es una necesidad que tengo en mi vida de querer hacerlo mejor y que puede que en lo personal yo tenga para el año 2023 un mejor balance de aspectos positivos y personales que los d este año.
¿Me voy a fijar nuevas metas?
Definitivamente si me voy a fijar nuevas metas, no quiero empezar con viejas metas, que por algo no fueron logradas, quiero empezar con nuevas metas que hagan que me enfoque en nuevos aspectos y una nueva mentalidad ganadora, existe un enfoque de meta generalizado, y es el de terminar el 2023 teniendo curadas todas mis heridas sentimentales, trabajará fuerte en ello y estoy seguro que lo voy a cumplir.
Los objetivos más pequeños que me llevaran al cumplimiento del objetivo general, quizás me llevara a tener que revisar con algo de nostalgia algunos eventos de este año que aunque me causan una sensación extraña, sé que va hacer necesario para saber diferenciar algunas cosas buenas del pasado con algunas cosas malas que pueden surgir en el camino.
No quiero caer en la ilusión y la confianza, quiero ir seguro conociendo cada elemento, no confirme y revisar todo muy bien, ir examinando cada faceta hará que pueda car en la revisión de otra sin ir arrastrando desilusiones en el camino.
Sin lugar a dudas que realizar un balance en el cierre de cada ciclo nos permite tomar los aprendizajes del ciclo que se cierra y abrir el compás para establecer nuevos objetivos que ayuden a aspirar a un mejor bienestar de vida.