La familia que se disfrazó de amistad | Contenido Original

Hoy conseguí una vieja fotografía mía de cuando era bastante idiota y tenía una cantidad de energía inagotable para luchar por un sueño nuevo cada vez; mi almohada conocía demasiadas historias y fantasias extrañas que pasaban por mi cabeza, al punto de que pensé que algún día me respondería para alentar o desalentar dichas locuras, cómo recuerdo esa magnífica etapa en la que éramos invencibles.

Irónicamente, a pesar de que me lean con muchísima confianza como aquél trotamundos y soñador que salía a comerse el mundo diariamente, habían días en los que me veía rodeado por una oscuridad abrumadora que ni siquiera me dejaba levantarme de la cama, esos días eran extraños pero yo vivía en un lugar donde cumplir tus sueños no era tan sencillo, entonces, a veces, no dependía de mí completamente el lograrlo.

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Photo by Stefan Spassov on Unsplash

Me despertaba antes de que el sol saliera para ponerme a hacer cualquier cosa productiva: entrenar, leer, escribir, practicar mis habilidades y talentos porque tenía que ser el mejor, sin importar qué, tenía un nivel de ego y soberbia tan grande que siempre una voz en mi cabeza me decía que tenía que seguir entrenando, así no estuviera en condiciones de hacerlo, no había descanso, la grandeza me esperaba.

Recuerdo que tenía unos buenos amigos en aquella época, siempre me escribían para saber cómo estaba, para saber si podían ayudarme con algo o para que saliéramos juntos a comer, a reunirnos en grupo, entre otras cosas, pero yo siempre me negaba a hacerlo, porque necesitaba seguir entrenando, necesitaba seguir creciendo y desarrollando mis habilidades porque no sabía en qué momento las iba a poner en práctica para lograr la grandeza eterna.

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Photo by Tim van der Kuip on Unsplash

Me gradué en la licenciatura de computación porque es un trabajo que me aseguraría que tendría muchísimas oportunidades laborales y por ende, muchísimo dinero en mi futuro; recuerdo que me apasionaba la música y el fútbol, siempre fui bueno para ambos y mis amigos iban a mis partidos y conciertos, sin embargo, aunque ellos me decían que no abandonara el arte y el deporte, tuve que hacerlo para poder alcanzar mi mayor potencial intelectual.

A mis 30 años recuerdo que obtuve mi primera ganancia grande, pues me habían contratado para desarrollar una aplicación bastante complicada, el desarrollo había durado un año y medio y me pagaron una suma increíblemente alta de dinero, entonces, mis amigos al enterarse de eso me llamaron para felicitarme y me dijeron que tenía que celebrar con ellos así fuera con una cerveza, yo por supuesto decliné la invitación porque tenía que seguir trabajando, no habia descanso posible, esto era el comienzo.

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Photo by Alex Kotliarskyi on Unsplash

Creé mi propia empresa y comencé a crear proyectos increíbles a mis 45 años de edad y muchos pensarán que por ser el jefe no se trabaja mucho pero no, al contrario, yo era el que llegaba primero y el que se iba de último, recibía muchísimas llamadas de personas que querían empleo en mi empresa, pero yo buscaba la excelencia siempre, mis estándares eran demasiado altos y casi nunca era flexible en este sentido.

Llegué a tener mucha fama, pues aparecí muchas veces en la televisión y en los medios digitales por el auge tecnológico que se estaba llevando a cabo en mi país a raíz de los inventos que se realizaban desde mi empresa, sentía que había llegado a la cúspide y aún así quería más, no sabía hasta qué punto quería llegar, pero seguía luchando y luchando por ello, lo tenía todo, o bueno, casi todo...

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Photo by engin akyurt on Unsplash

A mis 50 años de edad comencé a sufrir de cambios de humor terribles, llegaba a tener un temperamento completamente detestable, me alejé aún más de mis amigos, pues me encerré en mi perfeccionismo y me dediqué a mantener mi imperio de la manera más estable, sin embargo, comenzó una crisis económica en mi país que hizo que tuviera que tomar medidas muy extremas con respecto a los empleados y eso no trajo buenas noticias para mí, por supuesto.

La prensa me criticaba muchísimo y todos los días recibía muchas llamadas de mis viejos amigos de la universidad pero nunca les contestaba, me dejaban mensajes para saber cómo estaba y aún así no les decía absolutamente nada, solo me encerraba en mis cuatro paredes pensando el porqué las cosas estaban saliendo tan mal si yo había trabajado tanto durante años, me esforcé tanto y ni siquiera me descuidé en ningún momento de mi vida.

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Photo by Olga Kononenko on Unsplash

Hoy desperté en una camilla de un hospital porque ayer me desmayé, tengo 60 años pero los doctores me dicen que mi cuerpo parece de un señor de más de 90 años motivado a la gran cantidad de estrés que he vivido en mi vida, la falta de ejercicio me afectó demasiado el cuerpo y la mente y además el hecho de haberme alejado de mis amigos fue terrible; me dicen que mi corazón está muy frágil por estos problemas y que me queda poco más de un mes de vida.

Llamaron a mi puerta en el hospital y no podía creer lo que vi cuando la enfermera la abrió, eran mis amigos, esos mismos que siempre me invitaban a salir, que siempre me decían que descansara, que siempre me pedían que dejara un momento el trabajo para reunirme con ellos; es increíble que fui tan malagradecido con ellos, pero ellos nunca dejaron de quererme, al punto de que están aquí, están conmigo y creo que no podría pedir que fuera de otra forma.

Se siente extraño saber que vas a morir, pero siento que de la única cosa que me arrepiento en la vida, es del hecho de no haber pasado más tiempo con mis amigos, pues, hoy en día no tengo nada, me alejé de mi familia, nunca tuve pareja ni hijos, solamente me dediqué a construir mi empresa, la cuál está al borde de la bancarrota y heme aquí, en una camilla de hospital, muriendo y lo único que ahora sé que tendré para siempre, son mis amigos.

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Photo by Fey Marin on Unsplash

Esta publicación es realizada en conmemoración del Día Internacional de la Amistad, el cuál fue decretado el 30 de Julio por la Organización de las Naciones Unidas como un día para la reflexión de la humanidad en el tema de la unión en múltiples aspectos a través de la amistad, ya que la misma ejerce la función de ser un puente de convergencia que no sabe de razas, sexos, culturas, etc.


Escrito y diagramado: @ilazramusic

Edición: @fermionico


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