Del buen samaritano a la beneficencia | Contenido Original

El próximo 5 de septiembre se celebrará el Día Internacional de la Beneficencia, aprobado por la Asamblea General de la Organización de la Naciones Unidas (O.N.U) el 17 de diciembre de 2012, con el propósito de promover actividades educativas y de concienciación que coadyuven a la mitigación de las crisis humanitarias y el sufrimiento humano asociado con la pobreza, así como también, reconocer los esfuerzos de las organizaciones de beneficencia y de particulares, incluyendo la labor de la fallecida madre Teresa de Calcuta.


charity-day.jpg

Fuente: O.N.U.


En tal sentido, la ONU escogió el día del fallecimiento de la religiosa, nacida en la extinta Yugoslavia el 26 de agosto de 1.910 , para conmemorar el 5 de Septiembre de 1.997 y recordar cada año la fecha de su muerte; con una reconocida labor de asistencia desarrollada en la India al servicio de los más pobres y desamparados, logró reconocimiento internacional por la labor hecha en vida, incluyendo el premio Nobel de la Paz en 1979. No obstante, en la actualidad existen muchas controversias y críticas sobre su legado -a pesar del altruismo- por el origen de algunos de los fondos recibidos así como también el manejo de estos.

Sin embargo, parece insólito la incongruencia existente en la declaración de intención y los hechos, denota una falta de voluntad en un mundo en donde la desigualdad entre ricos y pobres es abismal, si se considera que el [1% de la población mundial acapara aproximadamente el 82%] de la riqueza producida en el planeta, según un reporte de la organización caritativa británica Oxfam de 2018 con base en datos cruzados con Forbes, supongo que la cifra al 2020 habrá aumentado, al juzgar por indicadores del 2019 que señalan hay un aumento de mil millonarios, imaginé, siendo laxo, 61 personas manejan el 50 % de la riqueza en la actualidad, mientras miles de millones sobreviven con menos de $ 2 al día, una catástrofe sin duda.


poverty-710290_640.jpg

Fuente: Pixabay


¿Por qué la pobreza? Imagine que no existe la pobreza y la distribución de la riqueza producida es equitativa, por supuesto, no haría falta la beneficencia como institución de ayuda al prójimo. Por desgracia, los sistemas implementados hasta ahora han fracasado en este objetivo. Existe una retórica recurrente con base en estereotipos dicotómicos de izquierda y de derecha con todas las implicaciones socioeconómicas que propugnan logros y minimizan los desaciertos. Empero, en ambos bandos prosperan el beneficio de pocos en perjuicio de la mayoría, una especie de esclavitud sutil en nuestros días.

Te has preguntado, ¿qué tan bondadoso eres?, aunque debería de decir: ¿qué caritativo eres? Un refrán popular sentencia: es mejor dar que recibir; no obstante, quienes provienen de la cultura occidental asocia a la caridad con limosna, así aportan una ínfima parte de dinero solo por compromiso social, como por ejemplo, cuando lo están observando si está en una iglesia para evitar la mirada inquisidora de quien recoge la limosna.


burma-4838903_640.jpg

Fuente: Pixabay


Los libros sagrados de las religiones de origen abrahámica ponen los fundamentos de la beneficencia. En la Torah hebrea según la tradición judía atribuye en las leyes que Moisés transmitió al pueblo errante en el desierto los principios de ayudar a viudas, huérfanos y extranjeros en condición de pobreza, como la exoneración del cobro de deudas e impuestos, inclusive, la esclavitud es un instrumento de protección para socorrer a los necesitados. Extraña forma de esclavitud al compararla con el sistema laboral actual que sostiene un discurso de libertad, pienso, eres libre para sufrir, mientras se enriquecen pocas personas al servicio de grandes consorcios.

En el cristianismo abundan los ejemplos de la aplicación de la Torah, conocido como Pentateuco o los cinco libros de Moisés, en materia de beneficencia, pero también describe en forma indirecta la relación con los impuestos, especialmente en los pasajes de las versiones del evangelio que conforman el nuevo testamento.


stone-5179174_640.jpg

Fuente: Pixabay


Un ejemplo clásico es la parábola del buen samaritano, el tema principal es la caridad y la misericordia en el obrar a pesar de las diferencias. Una breve pero poderosa historia que muestra la actitud correcta de ayudar al caído en desgracia, en el relato un judío es asaltado y golpeado por unos salteadores en el camino entre Jerusalén y Jericó, es dejado medio muerto, un sacerdote quien transitaba al verlo lo rodeo dejándole a su suerte, una muerte segura, igual hizo un levita después, un samaritano, a pesar de la enemistad entre ambos pueblos, tuvo compasión del hombre herido y lo asistió de manera desinteresada, no solo lo recogió del camino, también pagó a un posadero por adelantado los gastos de cuidados y manutención de aquel supuesto enemigo mientras se recuperaba. Hoy en día, ¿cuántos son como el anónimo samaritano o como el sacerdote o el levita?

En la tradición sunnita del islam el Zakat o Sadaqa (caridad) es una especie de limosna o pago obligatorio (impuesto) al estado islámico, es uno de los cinco pilares de la religión junto con la Shahada (profesión de fe), la Salat (la oración), el Sawm (el ayuno) en el mes de Ramadán y el Al-hajj (la peregrinación a la Meca). Para el extinto estado islámico (ISIS) el ingreso representaba el 2,5 % de los ahorros anuales de cada persona, la recaudación era destinada a la construcción de mezquitas, albergues, hospitales y programas sociales de ayuda a los pobres, era una forma de financiar la beneficencia en el modelo sociocultural de los países con esa fe. Aunque ya no existe el estado islámico (ISIS) como tal, en la actualidad hay naciones como la república islámica de Irán que la aplican con restricciones y errores.


ask-for-alms-1742502_640.jpg

Fuente: Pixabay


En conclusión, el problema de la pobreza ha acompañado a la humanidad por milenios. Muchos intelectuales diagnosticaron las causas y en sus respectivas prognosis plantearon caminos alternativos, la mayoría fallidos en su afán de erradicar el sufrimiento humano. Mientras tanto la labor caritativa de muchas instituciones, bien intencionadas o no, es un paliativo que atenúa por escaso tiempo los efectos de la desigualdad. Los que defienden la justa redistribución de la riqueza, olvidan que primero debe producirse, ejemplos de países prósperos que siguieron estas prescripciones, hoy están casi en bancarrota para desdicha de los ciudadanos. Por el otro lado, los que apuestan al perfeccionamiento del modelo económico imperante, solo han causado la concentración de la riqueza en poquísimas personas, muchas de ellas tienen fundaciones caritativas, pero en el fondo, son artilugios legales para disminuir la carga impositiva de los Estados. Lograr el máximo beneficio es su norte.

El 5 de septiembre cuando celebres o pienses en el día internacional de la beneficencia, imagina tener el poder de quitarle a los ricos el dinero para dárselos a los pobres… Solo por ejercitar la mente, con base en el reporte del foro económico mundial de enero del año pasado, se planteó que la fortuna acumulada de los 26 hombres más ricos del mundo en ese momento, era de 1.4 billones de dólares y equivalía al de 3.800 millones del patrimonio de las personas en el planeta, mientras que el 10 % de la población mundial sobrevive con menos de 2 dólares al día. En el ejercicio, al distribuir la riqueza de la mitad de la población, obtuve un incremento aproximado de 8 dólares para cada pobre al día por un año, es decir, los pobres.


money-185366_640.jpg

Fuente: Pixabay


Esto no implica desestimar el modelo de la beneficencia, ¡no!, al contrario, mientras la sociedad busca la forma de corregir los desatinos, tal vez la solución sea más simple de lo pensado, si cada quien adopta la compasión del buen samaritano, siendo generoso y desinteresado con lo poco que se tenga.


Escrito por: @janaveda

Edición e imágenes: @fermionico

Síguenos en nuestras redes sociales
Hisparadio Blog Twitter Instagram Telegram Podcasts






Pie de página Cervantes.png
H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
1 Comment
Ecency