El águila arpía y el rey zamuro en el Acuario de Valencia (Venezuela).

Esta águila arpía (Harpia harpyja) la fotografié en su jaula en el Acuario de Valencia (Carabobo, Venezuela) es la mayor rapaz que existe en la Tierra y una de las principales depredadoras de mamíferos arbóreos. En libertad, parte de su dieta incluye: el coatí (Nasua nasua), el oso hormiguero tamandua (Tamandua tetradactyla), el perezoso de dos dedos (Choloepus didactylus), el mono aullador rojo (Alouatta sara), el mono ardilla de cabeza negra boliviano (Saimiri boliviensis), los monos capuchinos de cabeza grande (Sapajus macrocephalus) y cabeza de choque (Cebus cuscinus), y los puercoespines arbóreos (Coendou spp.). En la fotografía sostiene con su pata derecha un hueso con restos de carne.

En libertad, construye nidos con un tamaño promedio que mide 1,5 metros de diámetro y 1,0 metro de altura, que requieren de una estructura fuerte que pueda soportar esos nidos muy grandes de forma estable y segura durante muchos años. En tal sentido, las águilas arpías seleccionan los árboles más altos para construir sus enormes nidos en cualquier región donde persistan; son selectivas en la elección de los sitios de anidación.

Estas aves dependen directamente de los árboles para anidar y actualmente se encuentran afectadas por las prácticas de gestión forestal, como la eliminación de árboles de valor comercial y la mortalidad directa de los polluelos inducida por la tala de árboles.

Esta ave se distribuye desde el sur de México hasta el norte de Argentina, en Centroamérica se ha eliminado más del 40 % de su área de distribución por causa de la cacería y la pérdida de hábitat, y en el Bosque Atlántico que se extiende a lo largo de la costa en el oriente de Brasil y penetra tierra adentro hacia Paraguay y Argentina, prácticamente está extinguida por la pérdida de bosques. El 93 % de las águilas arpías, en la actualidad, se distribuye en extensas áreas de bosques relativamente intactos en las tierras bajas del Amazonas, no obstante, es de tomar en cuenta que muchos de los bosques amazónicos han sido rápidamente incinerados para convertirlos en pastos para el ganado y tierras de cultivo.

La otra ave que fotografié en el Acuario de Valencia fue el rey zamuro (Sarcorumphus papa), que también es una especie que habita zonas boscosas tropicales desde el sur de México hasta el norte de Argentina, y desde hace casi 30 años se ha informado que su población está disminuyendo, e incluso que es raro o muy raro verla en áreas sujetas a una extensa deforestación producto de la mejora de la gestión del ganado, y también afecta el número de esta especie la contaminación por plaguicidas. El rey zamuro está clasificado como dependiente de los bosques, y solo persiste ante la fragmentación de los mismos si quedan algunas copas de los árboles y si se dispone de parcelas considerables de bosques secundarios; esta especie no se adapta bien a la presencia humana.

Es muy conocido que el rey zamuro se alimenta de carroña, es decir, carne en descomposición o podrida, sin embargo, se han documentado observaciones que apoyan afirmaciones de que el rey zamuro come frutos de la palma moriche (Mauritia flexuosa); particularmente cuando la carroña es escasa. Incluso, en el noroeste del estado de Bolívar (Venezuela), se ha documentado que persigue al jaguar (Panthera onca) en su cacería. Se posa sobre un árbol o vuela en círculos sobre el felino, y también ha sido visto buscando en zonas específicas, lo que ha indicado que conoce la ruta que sigue el jaguar, y por ende las zonas con más probabilidades de matar. El rey zamuro también ha sido observado vigilando a grandes mamíferos que son presas potenciales, como el venado de cola blanca (Odocoileus virginianus), cuando un jaguar se encontraba o había estado presente en la zona.

Referencias Bibliográficas

Imágenes capturadas con cámara digital Fujifilm FinePix Z90.

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