Saludos, mi gente de Hive. Continúo con mis minicuentos, con un tema que me es especialmente querido.
El cantante hace su trabajo con la dignidad y alegría que le da su fuerza. Canción tras canción va sacando música de su alma, no importa donde esté. Siempre trabajando con pasión, cualquier otra cosa no es cantar.
Está tan concentrado que apenas se ha dado cuenta de que un hombre mayor lo observa sonreído y entusiasta. El hombre se acerca al cantante y le pide casi como un ruego agonizante que cante "Amigo de qué", de Orlando Contreras. El cantante se emociona de que alguien pida ese tema tan hermoso. Arranca el tema y al hombre se le llenan los ojos de un brillo especial. Una alegría parece energizarlo, los sorbos de cerveza se hacen más seguidos.
El cantante saborea la melodía y las frases. El vibrato es casi un éxtasis corporal. Termina la canción y el hombre aplaude agradecido con su mirada y sale del bar. Ninguno de los dos es el mismo ya.