Viste pasar a otros y alejarse de ti,
notaste el rumbo que llevaban a la cima,
pensaste que ahora si podrías lograrlo,
aunque con miedos y mucha cautela
comenzaste a subir en plena penumbra.

Viste todo desde abajo, ya estando arriba,
te salieron lagrimas de felicidad,
y te sentiste orgulloso de vencer tus miedos.
Yo desde lejos te observé en cada paso,
incluso cuando te retraías, siempre estuve allí,
en cada decisión también te protegía,
ahora que lo sabes te dejo para que hagas lo mismo,
porque tus hijos necesitaran tu compañía silenciosa.