Feliz fin de semana amigos de la colmena, hoy me uno por primera vez al Reto Hispaliterario, les confieso que tengo tiempo intentándolo, pero siempre terminaba llegando tarde y no lo publicaba, así que esta vez si va la vencida y aquí les comparto mi fin a LO INESPERADO.
El río soñaba con el cielo, pero no con tenerlo dentro como un reflejo, no, soñaba con fluir hacia él como una especie de lluvia inversa, atraviesa las nubes y llegar lo más alto posible. Pero se sintió atrapado en su cauce y en sus corrientes, que lo llevaban una y otra vez por regiones montañosas y parecía que así sería por el resto de la eternidad.
Imagen extraída de pixabay editada en InShot
Fuente
Una tarde, un bongo que atravesaba el río fue sorprendida por un tronco, quien la golpeó e hizo que se hundiera; los pasajeros nadaron hasta la orilla, y sólo una mujer que no sabía nadar y que, además, había perdido todo sentido de maravilla en su vida, se resignó a ahogarse. Lo extraño, para los compañeros de viaje, fue que el río devolvió a la mujer hasta la orilla.
La mujer no sabía a qué se debía el milagro de seguir viva, pero algo había cambiado para ella; estaba convencida de que aún no le había llegado su hora de partir de este mundo; y cómo necesitaba respuestas empezaron a visitar al río todas las tardes. Al principio no tenía claro qué hacer allí, qué decirle, cómo agradecerle; después sólo se sentaba a admíralo, eran el río y ella; ella y el río; el río en sus ojos y ella en el reflejo del río, y así hubo por semanas hasta que un día ocurrió lo inesperado...
El paseo al río se había vuelto parte de su rutina, no entendía por qué seguir con vida aun cuando su corazón y su alma no sentían gozo alguno de vivir, pues recordaba que ese mismo río con aguas aparentemente tranquilas, pero peligrosas le había arrebatado la vida de su pequeña hija.
Semanas atrás en un viaje por esas mismas aguas el pequeño bote donde viajaba su pequeña hija Camil de tan solo 6 años juntos a su padre, había naufragado a causa de las feroces aguas de aquella noche lluviosa, que hicieron separar los pequeños brazos de la niña del cuello de su padre quien fue arrastrado río abajo por la corriente.
Salió el sol, la búsqueda inicio, pero la niña no fue hallada, muchos fueron los muertos de aquel fatídico e inesperado naufragio. Los lugareños habían dicho días después que vieron a unos animales devorar lo que ellos creían era un pequeño cuerpo humano, no intervinieron porque ya no había nada que hacer.
Ante el dolor el padre de la niña volvió a su ciudad de origen dominado por la culpa, pues allá lo esperaba su otra familia. Sin embargo, la pequeña niña Camil era todo en la vida para esa joven mujer, luego de tantos días de búsqueda la labores de rescate terminaron y sin obtener resultados dieron por muerta a la Camil.
La mujer le reprochaba al río ¿Por qué la dejo vivir esa tarde? ¿Por qué condenarla a vivir sufriendo y llena de dolor? ¿Por qué no dejarla reunirse con su hija? Ya su razón de vida había terminado, ya no quería seguir viviendo y se lanzó al agua nuevamente en un intento desesperado por morir y el río de manera extraña la arrastró nuevamente a la orilla.
Él sabía que no era culpable, el río sabía que ella debía vivir. Fue esa tarde cuando un grupo de integrantes de una comunidad indígena reportaron que habían encontrado a una niña aquella noche lluviosa y la ayudaron a salir de las turbulentas aguas, la rescataron y le dieron protección, la alimentaron y cuidaron de ella por semanas.
Fue tanto el impacto que sufrió la pequeña que los indígenas pensaron que ella no hablaba y así fue hasta que una mañana la niña vio una flor fuera de la aldea y recordó que eran las mismas que solía cortar con su mamá y pronunció su nombre.
Todos pensaron que fue un milagro que la pequeña hablara, esa tarde la ella se acercó al río y dijo "mamá" fue cuando una mujer de la aldea quien entendía su lenguaje hablo con la pequeña y supo de dónde provenía.
Esa tarde mientras la mujer buscaba ahogarse y acabar con su sufrimiento el río no se lo permitió así como no le permitió que su niña se ahogara y también la arrastró hasta la orilla.
Fue esa tarde cuando la gente del pueblo venía con Camil en brazos al río donde estaba la mujer, rápidamente, madre e hija se encontraron mientras el cielo brillaba y las aves hacían un sin fin de sonidos mientras recorrían los cielos, el río comenzó a aumentar su oleaje en señal de alegría y la mujer entendió que el río no quería que ella perdiera la oportunidad de volver a los brazos de su pequeña y sucedió lo inesperado.
Fin
ENGLISH VERSION
Happy weekend friends of the hive, today I join for the first time to the Hispaliterario Challenge, I confess that I have been trying for a long time, but I always ended up being late and did not publish it, so this time it's the last time and here I share with you my end to THE UNEXPECTED.
The river dreamed of the sky, but not of having it inside as a reflection, no, he dreamed of flowing towards it as a kind of reverse rain, going through the clouds and reaching as high as possible. But he felt trapped in its channel and in its currents, which carried him again and again through mountainous regions and it seemed that it would be like that for the rest of eternity.
Image extracted from pixabay and edited in InShot.
Fuente
One afternoon, a bongo boat crossing the river was struck by a log, which struck her and caused her to sink; the passengers swam to the shore, and only a woman who could not swim and who, moreover, had lost all sense of wonder in her life, resigned herself to drowning. The strange thing, to the fellow passengers, was that the river pulled the woman back to shore.
The woman did not know what the miracle of being alive was due to, but something had changed for her; she was convinced that it was not yet her time to leave this world; and because she needed answers, they began to visit the river every afternoon. At first she was not sure what to do there, what to say to it, how to thank it; then she just sat and admired it, it was the river and her; her and the river; the river in her eyes and her in the reflection of the river, and so it went on for weeks until one day the unexpected happened...
The trip to the river had become part of his routine, he did not understand why he was still alive even when his heart and soul did not feel any joy of living, because he remembered that the same river with apparently calm but dangerous waters had taken the life of his little daughter.
Weeks before, on a trip through those same waters, the small boat where his little daughter Camil, only 6 years old, was traveling with her father, had been shipwrecked by the fierce waters of that rainy night, which separated the little arms of the girl from the neck of her father, who was dragged downstream by the current.
The sun rose, the search began, but the girl was not found, many were the dead of that fateful and unexpected shipwreck. The locals had said days later that they saw some animals devouring what they believed was a small human body, they did not intervene because there was nothing to do.
Faced with grief, the girl's father returned to his hometown, overcome with guilt, because his other family was waiting for him there. However, the little girl Camil was everything in life for this young woman. After so many days of searching, the rescue efforts ended and without any results, Camil was considered dead.
The woman reproached the river. Why did it let her live that afternoon? Why condemn her to live suffering and full of pain? Why not let her be reunited with her daughter? Her reason for living was over, she no longer wanted to continue living and she threw herself into the water again in a desperate attempt to die and the river strangely dragged her back to the shore.
He knew he was not guilty, the river knew she had to live. It was that afternoon when a group of members of an indigenous community reported that they had found a little girl that rainy night and helped her out of the turbulent waters, rescued her and gave her protection, fed her and cared for her for weeks.
The little girl was so shocked that the natives thought she did not speak and so it was until one morning the girl saw a flower outside the village and remembered that they were the same ones she used to cut with her mother and pronounced her name.
Everyone thought it was a miracle that the little girl spoke, that afternoon she approached the river and said "mama" and that was when a woman from the village who understood her language spoke to the little girl and knew where she came from.
That afternoon as the woman sought to drown herself and end her suffering, the river would not allow her to drown, just as it would not allow her little girl to drown and drag her to the shore.
It was that afternoon when the townspeople came with Camil in their arms to the river where the woman was, quickly, mother and daughter met while the sky was shining and the birds were making endless sounds as they flew through the skies, the river began to increase its swell as a sign of joy and the woman understood that the river did not want her to lose the opportunity to return to the arms of her little girl and the unexpected happened.
End
