Español
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Cuando por tu sangre corre el enemigo el mundo te ve con asco; o aun peor: con lástima. Entre lástima y asco yo elijo el asco, ¿Por qué? Porque prefiero que tengan de mí una imagen fuerte, quizás nauseabunda, pero fuerte. Y que digan:
“Allí está Verónica, la mujer que me da asco, la chica con VIH que es digna de admirar.”
Probablemente al decir VIH tu también quedaste perplejo, y te entiendo; no hay nada que ocultar. Si algo he aprendido de esta enfermedad es que el mundo nos huye, nos ve como una muerte de dos patas. Al menos a mí me ven así, y, ¿Quién soy yo para juzgarlos? Tienen razón, dentro de mí fluye algo mortal. Si te toco, mueres. ¿No es eso lo que piensas? Tenme asco, pero no lástima; mírame como una mujer digna de admirar.
Quizás dices:
“Luchar contra VIH no te hace digna de admirar porque en el mundo hay muchos como tú.”
Y si es así, si tu mente lo piensa, yo te responderé:
“Eso es lo que nos hace maravillosos.”
Imagen Original de REFLEX_PRODUCTION || Tomada de Pixabay
Ja. Ahora debo contarte algo más, algo que quizás tu nunca has considerado; yo, aun con mi VIH, quiero ser como tú; quiero que me abracen sin miedo, y que compartan conmigo una taza de café. Quiero que me miren como alguien más, no como alguien diferente sino como una más dentro del montón. Desearía, además, pasar desapercibida así como la brisa que se colea por mis ventanas. No anhelo ser alguien importante o especial, ni mucho menos sentir tu cariño solo porque tengo una enfermedad incurable.
“Solo deseo ser cotidiana. Lo cotidiano es maravilloso.”
Las aves pasan despreocupadas antes nuestros ojos; sus vidas, al menos para tí y para mí, quizás sean aburridas: silbar y volar hasta que el sol se oculta, sin una lista de grandes metas por cumplir o sueños que alcanzar. Me pregunto que pasaría si los pajarillos fueran como nosotros, ¿también aborrecerían a las aves con VIH? Supongo que, si así fuera, hubiese muchos pájaros igual de solitarios que yo, aislados del mundo por el mismo mundo; sin poder abrazar, sin poder acariciar el amor.
¿Alguna vez alguien me habrá amado? Incluso mi mamá me odió antes de mi nacimiento. No te culpo, mamá, ¿Cómo puedes amar algo que nació del fruto de una violación? Mi abuela dice que mi madre en realidad sí me amó, de lo contrario yo no hubiese existido. Ella murió por el VIH, yo nací con VIH. Cuánto dolor sufriste, madrecita, incluso en el parto que te despidió de esta vida.
“Valentía; eso también nos hace maravillosos”
Imagen Original de Pexels || Tomada de Pixabay
Fuiste fuerte, mamá, y yo quiero ser igual de fuerte que tú; alguien digna de admirar. No esa admiración de la TV, o las revistas… solo deseo que alguien vea en mí lo que yo, aun sin verte, vi en tí, mamá. Por eso escribo esta carta, para que un afortunado me conozca antes de salir corriendo. Al menos tendrá la seguridad de que las letras no transmiten el VIH, ¡claro que no! Por eso puedes leer con toda calma. Soy como tú, quiero que me veas cómo alguien más del montón.
Recuerda: “El amor nos convierte en personas maravillosas.”
Quiero ser tu amiga, y que juntos vayamos a comer un helado. Quiero ir al cine a ver una película de terror, y que no te asustes cuando te abrace. Quiero que me sostengas de las manos, y que caminemos por las calles gritando canciones. Quiero que vengas a mi cumpleaños y que compartas conmigo el pastel que siempre me he comido sola. ¿Te gustan los helados? ¡Yo preparo los mejores helados de vainilla! Puedes venir a comprobarlo, ya sabes que acá tienes a la mejor amiga del mundo.
Siempre me preocupó la ciencia de los cuerpos flotantes; animada por las películas, voy a meter esta carta en una botella para que el río la lleve hasta el amigo correcto. Si te ha llegado, ¡felicidades! Ya conoces la historia de una mujer que, a pesar de tener VIH, es tan humana como tú. No llores, no me tengas lástima:
¡Mírame como una mujer fuerte!
Imagen Original de katyandgeorge || Tomada de Pixabay
Así me veo yo después de cada píldora antirretroviral. No lo niego, hay situaciones en las que mis venas se vuelven blancas y mi piel se desvanece. Aun así, salgo a mi jardín junto a mi abuela a tomar sol hasta que aparecen las estrellas. ¿Te gustan las constelaciones? Mis favoritas son las Pléyades, aquel cúmulo de hermanas interestelares perseguidas por Orión, pero nunca alcanzadas por él. Yo soy como ellas, pero en vez de huir de un cazador huyo de la concepción prejuiciosa. Por eso busco un amigo: para que sepa que no vengo de otro mundo, o que soy la muerte con dos patas.
De todas formas aquí te esperaré, sentada en mi jardín de secuoyas, con mucho helado de vainilla para los dos. Si deseas, puedes traer a más amigos ¡hay helados para todos! Pero no olvides leerles esta carta, no para que se aterroricen o me tengan asco… ¿Sabes para qué?
Imagen Original de darksouls1 || Tomada de Pixabay
¡Exacto! Para que me vean como una mujer maravillosa.
¡Gracias Por Leer!
English
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When the enemy runs through your blood, the world sees you with disgust; or even worse: with pity. Between pity and disgust I choose disgust, why? Because I prefer that they have a strong image of me, perhaps nauseous, but strong. And let them say:
“There is Veronica, the woman who disgusts me, the girl with HIV that she is worthy of admiration.”
Probably when you said HIV you were also perplexed, and I understand you; There is nothing that cover. If I have learned anything from this disease, it is that the world flees us, sees us as a two-legged death. At least they see me that way, and who am I to judge them? They're right, something deadly flows inside me. If I touch you, you die. Isn't that what you think? I am disgusted, but not sorry; look at me as a woman worthy of admiration.
Perhaps you say:
"Fighting HIV does not make you worthy of admiration because there are many like you in the world."
And if it is so, if your mind thinks about it, I will answer you:
"That's what makes us wonderful."
Original Image of REFLEX_PRODUCTION || Taken from Pixabay
Ha. Now I must tell you something else, something that perhaps you have never considered; I, even with my HIV, want to be like you; I want you to hug me without fear, and share a cup of coffee with me. I want them to look at me as someone else, not as someone different but as one more in the crowd. I would also like to go unnoticed as well as the breeze that sneaks through my windows. I do not long to be someone important or special, much less feel your love just because I have an incurable disease.
“I just want to be everyday. The everyday is wonderful.”
The birds pass unconcerned before our eyes; their lives, at least for you and me, may be boring: whistling and flying until the sun goes down, with no list of big goals to accomplish or dreams to achieve. I wonder what would happen if the little birds were like us, would they also hate birds with HIV? I suppose that, if it were so, there would be many birds as lonely as I am, isolated from the world by the world itself; without being able to hug, without being able to caress love.
Has anyone ever loved me? Even my mom hated me before I was born. I don't blame you, mom, how can you love something that was born from the fruit of rape? My grandmother says that my mother really did love me, otherwise I would not have existed. She died of HIV, I was born with HIV. How much pain did you suffer, little mother, even in the birth that fired you from this life.
"Courage; that also makes us wonderful”
Pexels Original Image || Taken from Pixabay
You were strong, mom, and I want to be as strong as you; someone worthy of admiration. Not that admiration of TV, or magazines... I just want someone to see in me what I, even without seeing you, saw in you mom. That's why I'm writing this letter, so that a lucky person knows me before running away. At least you will be sure that the letters do not transmit HIV, of course not! So you can read safely. I'm like you, I want you to see me as someone else from the bunch.
Remember: “Love makes us wonderful people.”
I want to be your friend, and that together we go eat ice cream as friends. I want to go to the cinema to see a horror movie, and don't be scared when I hug you. I want you to hold my hands, and for us to walk through the streets shouting songs. I want you to come to my birthday and share with me the cake that I always eat alone. Do you like vanilla ice cream? I make the best vanilla ice cream in the world! You can come check it out, you know that here you have the best friend in the world.
I was always concerned with the science of floating bodies; encouraged by the movies, I'm going to put this letter in a bottle so that the river can take it to the right friend. Yes, it has arrived, congratulations! You already know the story of a woman who, despite having HIV, is as human as you are. Don't cry, don't pity me:
Look at me as a strong woman!
Original Image by katyandgeorge || Taken from Pixabay
This is how I see myself after each antiretroviral pill. I don't deny it, there are situations where my veins turn white and my skin fades. Even so, I go out to my garden with my grandmother to sunbathe until the stars appear. Do you like constellations? My favorites are the Pleiades, that cluster of interstellar sisters pursued by Orion, but never reached by him. I am like them, but instead of fleeing from a hunter, I flee from a prejudiced conception. That is why I am looking for a friend: so that he knows that I do not come from another world, or that I am death with two legs.
Anyway, I'll be here waiting for you, sitting in my redwood garden, with lots of vanilla ice cream for both of us. If you want, you can bring more friends, there is ice cream for everyone! But don't forget to read this letter to them, not to make them terrified or disgust me... Do you know what for?
Original Image by darksouls1 || Taken from Pixabay
Exact! So that they see me as a wonderful woman.