Escribiendo entre Poetas y Letras / El azul del poeta

El azul de sus ojos es el mar, y lo veo todos los segundos, minutos, horas, días desde mi ventana, esa que me separa del mundo exterior. Yo aquí, ella en algún lugar donde la montaña protege a la gran sultana.

La brisa caliente me trae su aroma, que yo llevo en mi piel ahora cayéndose a pedazos por un destino cruel que no elegí, que no busqué, que me llevó a aislarme de las personas. Solo yo, el mar, mis recuerdos y mi poesía.

Era una niña cuando la conocí y desde ese momento me quiso y yo no lo comprendí hasta después. Me apartaba sabiendo que mi corazón era débil ante el suyo rebosante de amor. Y no quería estar en su dominio. Pero la vida nos unió de tal manera que solo somos el azul y yo.

La arena dorada me trae su imagen dulce de joven, sencilla y tierna. La he amado, aún la amo. Este sentimiento es tan fuerte que ni la distancia, ni mi condición de hombre afectado por un organismo tan pequeño, pero tan fuerte que ha rebasado mis defensas y se ha apoderado poco a poco de mi cuerpo... más no de mi alma, no lo ha disminuido, todo lo contrario se ha fortalecido.

Y escribo lo que mi alma siente, mis emociones, mis deseos. Escribir es ahora un bálsamo para mi tristeza, para mi dolor. Quisiera volar a través de estas rejas, ser una gaviota y llegar hasta el mar, seguir por la costa larga y rocosa, pintada de verde y marrón, que juega con las olas que la besan y llegar hasta el azul translúcido de tu mirada, que me espera.

Pero estoy preso y tendré que esperar a que mi alma sea liberada de este cuerpo, que un día fue mi templo, pero que hoy es un estorbo para mis deseos. Y sigo escribiendo, sigo cuál poeta expresando con las letras, con las palabras lo que mi corazón rebosante de amor por ti me ordena. Esa es ahora mi misión y no puedo parar, porque cuando deje de hacerlo estaré muerto. En la poesía es donde vivo.

Mi pueblo lleno de sal y de mar, y de aroma de pescado. Mi pueblo me acompaña, mi pueblo está allí muy quieto, adormecido por este sol del mediodía, con sus calles y sus casas que se extienden hasta los cerros ocres y rojos, de esta tierra bendecida.

Con este relato escrito en prosa quiero en ocasión de celebrarse el 21 de marzo, el Día Mundial de la Poesía recordar a Cruz Salmerón Acosta, su amor y dolor expresado en hermosos y sentidos poemas, nacido en el pueblo de Manicuare, estado Sucre, Venezuela, donde escribió gran parte de su obra.

Azul de aquella cumbre tan lejana
hacia la cual mi pensamiento vuela
bajo la paz azul de la mañana,
color que tantas cosas me revela
.

Cruz Salmerón Acosta (1892-1929)

Invito a @maryann y a @justiniano a participar. Aca el enlace

El diseño de la presentación lo realice en Canva con imágenes libres de uso.

Fuentes consultadas
https://letralia.com/187/articulo05.htm
https://www.poeticous.com/cruz-maria-salmeron-acosta/azul?locale=es

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