Escrito escuchando la canción: Music Sessions #53 de Shakira || BZRP. La traición no suele ser dulce, y menos cuando él es un simple joven novato.
¡Bastardo!, esa sería la palabra más fácil para definirle, pero es más dócil jugar a un tono modesto con él. ¿Cruel, yo? No lo creo. Eran más bien los mensajes que el infeliz hacía llegar cada noche diciendo: —Te quiero mi amor.
Rosas, chocolates, anillos y unos cuantos: «Te quiero por doquier».
—Habladurías, raro, ¿no?
Quien pensaría, que era tan poco lo que él hacía en esta relación, es que fue tan simple y poco modesto, claro, con un poco de sarcasmo. Un juego para hacer disfrutar a todos por medio de Instagram. Hoy es un Reels desde mi propia cuenta, nunca la de él, mañana sería una foto viajando por París, y en una de esas semanas estuvimos tomando una botella de vino Romanée Conti de 1945, sí, de unos 558.000 dólares estadounidenses hasta que terminamos aquí.
¡Él es un príncipe o mejor dicho era mi príncipe! Uffs, creo que le salpiqué. Al parecer mi cartera era infinita para él, pero únicamente para una correlación de una persona un poco tóxica, una que se creía eterna. Nada era barato, después de todo esto era más que una recreación en donde se podía hacer como si masticara un pedazo de chicle tipo Bolibomba o Trident.
Me pregunto: —¿Cómo le podemos llamar a esto?
—Amor, he comprado un regalo para ti.
Esa eran las palabras que siempre salían de mi boca para él, que juego siniestro, que maniobra macabra y traicionera. Sí, lo vuelvo a afirmar esto era para un hombre que cada vez se enaltecía de ser como un perro en celo, pero no conmigo; sino con mis retazos.
De que sirve ir al gimnasio, no piensa, no razona y menos vió más allá de su propia verdad, seré muy clara en esta ocasión: —Su campeón es lo que está en medio de sus piernas—.
—«¡Bolas!», muchas le faltan… ¡Qué triunfador!
¿Sutil? No, vamos a ver qué tan flácido fue el hombre descarado. Tan sínico, que lo único que pudo hacer fue llorar, y tener un nuevo juego de estereotipos, uno de esos que causan un poco de asco cuando le habéis dejado.
Parece que mi ensayo va muy bien, pero es que debo contar muy explícito este relato. Revelemos el primer escenario: Abramos la puerta, las luces están apagadas, él no sabía que yo llegaría, que una mujer como yo no intentaría hacerle una sorpresa, y que la mansión estaría vacía solamente para él.
—Vacía para hacer travesuras.
—¿Cuántas? Unas varias…
—Hah, hah, han, se escucha, ¿qué suena?
Lento, caminaba muy lento, y con las bolsas en mis manos, unas que se cayeron una tras de otra. Cayeron cuando vi aquella escena, una que una mujer como yo nunca, nunca esperaría. ¡Qué asco!
En mi cama, en mi casa y en mi reino; así fue que ocurrió mi decepción, ¡sorry baby! Esa fue la dinamita que explotó esto, ya no era momento de tirarle ni las bolsas, solamente aplaudir la escena.
—Su cara, era de espasmo.
¿Qué moneda? Con esa misma cara de ella fue con la que él me pagó, engañándome en el mismo lugar donde decía todas las noches te amo. Todo se fue, y para él, no es una vergüenza.
Las palabras que se escuchan siempre salían de su boca: —No es lo que piensas.
—No es lo que crees mi amor.
En ese momento lo único que pensé es que lo mejor sería desaparecerlo, multiplicarlo en miles de partículas y si alguien se lo podía tragar y que lo vomitara a millones de kilómetros de mi vida, sería perfecto. ¿Alguien me hace el favor? Volvamos al pasado y me ayudan.
—Me engañaste con alguien igual, igual que tú. Banal, no existe nada que se pueda hacer.
Quizás entre en Shock, pero aún no era suficiente para él, desnudo y arrastrándose por el suelo me pedía: —Perdón.
—Todo se terminó, Jack.
—Comienza a trabajar otra vez baby, espero que mañana no estés.
Todo se vino al carajo, «¡joder!, que poco sutil». Una copa de vino de esa que tomé en aquella ocasión con el bastardo me sentaría muy bien.
Me fui a beber, las luces en la discoteca parpadeaban, se escucha algo extraño en mi mente, y venga, que le quitaré desde los Rolex, hasta los calzones, es que ni siquiera un reloj Casio le dejaría a alguien como él.
Mi mente solamente plasmaba esto: —Nada para tipos maleantes como tú.
Las mujeres nos volvemos duras, tan duras que el único deseo que le podría desear a mi ex es que siga su nueva relación con esa que es un fracaso o un viejo pedazo de trapo.
—Traición.
10:00 am de la mañana, tengo ojeras, pero la ocasión no es para posponerla. Con la tarjeta de crédito negra pagué un vestido rojo, unos tacones un poco altos y me coloqué un labial del mismo tono para hacer juego, un juego que combinara con el momento, y que no sería como uno de esos que hacía él.
Cada paso esta vez no sería para llevarle un regalo; sino para sacarlo de mi mansión. La sonrisa estaba en mi cara cuando llegué, las maletas hechas, pero la cosa fue más fácil cuando saqué cada una de las facturas. ¡Que pretendía él!
—Su cara valía por dos falsos te amo.
Cero rencores, pero no dejé que se llevara mis carros, ni el dinero, ni menos los relojes que le compré, bueno, se llevó algo que le regalé: —«la deuda con el fisco». Un regalo para que en esta ocasión si juegue muy bien.
¿Críticas? No importa, lo vuelvo a repetir si te salpiqué, simplemente la razón es que perdiste la partida, la perdiste porque hiciste una mala elección, es que apostaste el Ferrari y te quedaste con un simple twingo al acostarte con tu amante en mi cama. Ahora, lo único cierto es que nunca más volveré a estar con un hombre fácil y lo afirmaré:
Esta soy yo, Ruby.
English
Written listening to the song: Music Sessions #53 by Shakira || BZRP. Betrayal is not usually sweet, especially when he is just a young rookie.
Bastard, that would be the easiest word to define him, but it is more docile to play a modest tone with him. Cruel, me? I don't think so. It was rather the messages that the wretch sent every night saying: "I love you my love".
Roses, chocolates, rings and a few: "I love you everywhere."
"Talk, weird, isn't it?"
Who would think, it was so little what he did in this relationship, is that it was so simple and unassuming, of course, with a bit of sarcasm. A game to make everyone enjoy via Instagram. Today it's a Reels from my own account, never from his, tomorrow it would be a photo traveling through Paris, and in one of those weeks we were drinking a bottle of 1945 Romanée Conti wine, yes, worth $558,000 US dollars until we ended up here.
He is a prince or rather was my prince! Uffs, I think I splashed him. Apparently my wallet was infinite for him, but only for a correlation of a somewhat toxic person, one who thought he was eternal. Nothing was cheap, after all this was more than a recreation where you could pretend to chew a piece of Bolibomba or Trident chewing gum.
I wonder: "What can we call this?"
"Love, I bought a present for you."
Those were the words that always came out of my mouth for him, what a sinister game, what a macabre and treacherous maneuver. Yes, I say it again, this was for a man who was always exalting himself to be like a dog in heat, but not with me; but with my scraps.
What's the use of going to the gym, he doesn't think, he doesn't reason and even less he saw beyond his own truth, as a woman I will be very precise in stating this: "Your champion is what is in the middle of your legs".
"Balls!", "he's missing a lot..." "What a winner!"
Useful? No, let's see how flaccid the cheeky man was. So sycophantic, all he could do was cry, and have a new set of stereotypes, one of those that cause a bit of disgust when you've dumped him.
It seems that my essay is going very well, but I must tell this story very explicitly. Let's reveal the first scenario: Let's open the door, the lights are off, he did not know that I would arrive, that a woman like me would not try to surprise him, and that the mansion would be empty only for him.
"Empty for mischief."
"How many? A few..."
"Hah, hah, han, you hear, what does it sound like?"
Slowly, I walked very slowly, and with the bags in my hands, ones that fell one after the other. They fell when I saw that scene, one that a woman like me would never, ever expect. how disgusting!
In my bed, in my house and in my kingdom; that's how my disappointment happened, sorry baby! That was the dynamite that exploded this, it was no longer time to throw him or the bags, just applaud the scene.
"His face, it was a spasm."
What coin? It was with that same face of hers that he paid me back, cheating on me in the same place where he said every night I love you. It's all gone, and for him, it's no shame.
The words you hear always came out of his mouth: "It's not what you think."
"It's not what you think, my love."
At that moment the only thing I thought was that the best thing would be to disappear it, multiply it into thousands of particles and if someone could swallow it and throw it up a million miles away from my life, that would be perfect. Will someone do me a favor? Let's go back in time and help me.
"You cheated on me with someone just like you, just like you. Banal, there is nothing you can do."
Maybe I went into shock, but it was still not enough for him, naked and crawling on the floor he asked me: "Sorry".
"It's all over, Jack".
"Start working again baby, I hope you'll be gone tomorrow."
Everything went to hell, "fuck, how unsubtle". A glass of wine like the one I had with the bastard would do me a lot of good.
I went drinking, the lights in the disco flickered, something strange is heard in my mind, and come on, I'll take him from the Rolexes, to the panties, is that not even a Casio watch would leave someone like him.
My mind was only thinking this: "Nothing for thugs like you."
We women become hard, so hard that the only wish I could wish for my ex is to pursue her new relationship with that one who is a failure or an old piece of rag.
"Betrayal."
10:00 am in the morning, I have dark circles under my eyes, but the occasion is not to be postponed. With the black credit card I paid for a red dress, some slightly high heels and put on a lipstick in the same shade to match, a match that would go with the occasion, and that wouldn't be like one of those he did.
Every step this time would not be to bring him a gift; but to get him out of my mansion. The smile was on my face when I arrived, the bags packed, but it was easier when I took out each of the bills. What was he up to!
"Her face was worth two fake I love yous."
No hard feelings, but I did not let him take my cars, nor the money, nor the watches I bought him, well, he took something I gave him as a gift: "the debt with the tax authorities". A gift so that this time if he plays very well.
You criticize? No matter, I repeat it again if I splashed you, simply the reason is that you lost the game, you lost it because you made a bad choice, is that you bet the Ferrari and you were left with a simple twingo by sleeping with your lover in my bed. Now, the only thing that is certain is that I will never be with an easy man again and I will affirm it:
This is me, Ruby.
Fuentes |Sources: Andrik Langfield | Unsplash | Jared Brashier | Unsplash |Vladimir Fedotov| Unsplash .
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