Hacía un poco de viento y había niebla, pero Stephanie Mason no sentía frío. Se paró frente a un rascacielos de veinte plantas y leyó los nombres de la placa: Williams, Elliott & Moore.
Era su primer día como asociada en el bufete.
Tenía los labios secos y estaba nerviosa. Su estómago rugió para recordarle que no había comido esa mañana. Respiró hondo para calmar su ritmo cardíaco y enterrar la ansiedad.
¿Quién le iba a decir que volvería a trabajar después de doce años? Inmediatamente después de licenciarse en Derecho, empezó como abogada junior en un bufete más pequeño, pero seis meses después se quedó embarazada.
Su bufete le ofreció tres meses de baja por maternidad después del parto, pero no pudo cogerlos por problemas de salud. Se vio obligada a dimitir.
Su marido la animó a quedarse en casa para no arriesgar su salud y la del bebé. Tras dar a luz prematuramente, el pequeño Simon necesitaba toda la ayuda posible. Así pasó el tiempo mientras ella cuidaba de su hijo hasta que cumplió doce años.
Estaba decidida a volver al trabajo y rehacer su carrera.
Al principio tenía dudas, pero su marido la apoyó durante toda la entrevista. "Puedes hacerlo", le dijo.
Asintió con la cabeza y se aferró a las palabras de su marido mientras subía en ascensor a la planta dieciocho, donde estaba su despacho.
Notó las miradas de otros asociados que se habían licenciado el mismo año que ella: atrevidas, acusadoras, y ponderándola en su escala de profesionalidad e idoneidad para el puesto. Era como si pudiera oír sus pensamientos:
¿Estás al día del dinamismo de la sociedad, la política y el derecho?.
Stephanie sonrió y la condujeron a su cubículo, donde tenía un escritorio y un ordenador personal. En ese momento, su jefe de departamento asomó la cabeza fuera de su despacho. "Hola, señora Mason, pase a mi despacho. Vosotros también, Dermot e Idris".
Stephanie cogió rápidamente su bloc de notas y entró en el despacho de su jefe. Dermot e Idris estaban entre los que la observaban. Entraron en el despacho pero se separaron de ella. Su jefe, con el teléfono sujeto entre el hombro y el cuello, se dio cuenta de la evidente discriminación y sacudió la cabeza.
Tras la llamada, el jefe miró a los dos jóvenes. "Para que lo sepáis, puede que Stephanie esté reiniciando su carrera, pero tiene una experiencia decente de la que podéis aprender. Así que trabajaréis con ella en este caso".
Su jefe le pasó un expediente de acoso sexual diciéndole que ella debía dirigir el grupo. Vio el respeto en los ojos de los jóvenes.
El día de Stephanie empezó con su primer caso, una disputa diseñada para socavar su género. Dermot e Idris trabajaron duro y la apoyaron en todo momento. Su cliente fue absuelta de toda culpa por el tribunal e indemnizada por la otra parte.
Por la noche, Stephanie se fue a casa sonriendo por el éxito de su primer día. Volvía a sentirse viva, profesionalmente hablando.
Al principio dudó, pero con determinación encontró su sitio.
El Fin
¡Hola amigos y amigas! Feliz Día Internacional de la Mujer. Esta es mi entrada para Hispaliterario 18. Invito @irvinc y @esther-emmanuel a participar.
The weather was slightly windy with some fog but Stephanie Mason did not feel the cold. She stood in front of a twenty-floor skyscraper and read the names written on the plaque - Williams, Elliott & Moore.
It was her first day as an associate attorney in the prestigious law firm.
Her lips were dry and she was nervous. Her stomach rumbled to remind her that she had not eaten that morning. She took deep breaths to steady her heart rate and bury the anxiety.
Who would have thought she would return to work after twelve years? Immediately after she finished law school, she started as a junior attorney in a smaller law firm but within six months, she became pregnant.
Her office offered her a maternity leave of three months starting from her delivery date but she didn't make it that far because of health issues. She was forced to resign.
Her husband encouraged her to stay home so as not to risk her health and that of the baby. After giving birth prematurely, little Simon needed all the help he could get. That was how time dragged by as she cared for her son until the age of twelve.
She was determined to return to work and rebuild her career.
She had doubts at first but her husband supported her all through the interview. "You can do this," he said.
She nodded and hung on to her husband's words as she rode the lift up to the eighteenth floor where her office was.
She noticed the stares of other associates who graduated the same year as her —bold, accusing and weighing her on their scale of professionalism and suitability for the job. It was like she could hear their thoughts:
"Is she up-to-date on the dynamism of society, politics, and law?"
Stephanie smiled and was shown to her cubicle containing her desk and a personal computer. Just then her head of department popped his head out of his corner office. "Hey, Mrs Mason, please come into my office. You too Dermot and Idris."
Stephanie quickly took her notepad and walked into her boss' office. Dermot and Idris were among those who stared at her. They entered the office but separated themselves from her. Her boss, with his phone placed in the crook of his neck, noticed the obvious discrimination and shook his head.
After his phone call, he looked at the two young men. "Just so you know, Stephanie may be restarting her career but she has some decent experience you can learn from. So you will work with her on this case."
Their boss passed a file of sexual harassment to her indicating she was to lead the group. She saw the respect in the young men's eyes.
Stephanie's day started with her first case —a contentious one that sought to undermine her gender. Dermot and Idris worked hard and supported her all through. Their client was properly vindicated of any blame by the court and compensated by the other party.
Stephanie got home late at night smiling at the success of her first day. She felt professionally alive again.
She doubted at first but with determination, she found her footing.
The End.
Hello friends! Happy International Women's Day! This is my entry to Hispaliterario 18. I invite @irvinc and @esther-emmanuel to participate.