Es cierto
Es cierto que el invierno me aguarda cuando estoy en verano;
él sabe que yo espero con ansias ver florecer rosales,
que en el cristal de la lluvia miro el mágico reverdecer;
él sabe que si estuviera en invierno, yo esperaría el verano.
Es cierto lo que de mí saben las estaciones,
saben que sé que una flor es un trabajo que se inició con el inicio de la vida,
que un amanecer repite los anteriores y los que vendrán,
que es cierto que yo no estaré en una de las próximas lunas;
pero que no dejo de continuarme con el sol,
que cuando miro al este mi hombro se pone para llevarlo,
que cuando cae la tarde mi espalda lo lleva de frente,
que soy la semilla que nutre al ave al escucharla,
que me gusta la hierba que alimenta sin que la mastiquen, nomás al contemplarla,
como las canas en la sonrisa de mi madre,
como la cascada que se suelta en el cabello largo de mi hija,
como el aire donde viajan las palabras de quienes cantan,
como los ríos que corren en la saliva del beso de la amada;
esos placeres que tienen sus propios inviernos y sus propios veranos
y que los aguardo en cada amanecer para ponerle el corazón.
