Todo comenzó cuando mi madre me dijo:
—¡Tú nunca me vas a entender! Tendrías que estar dentro de mí para comprenderme completamente —
Justo después, veía como se marchaba con la maleta que habíamos comprado para irnos de viaje a la playa, pero que está vez usaba para marcharse de nuestras vidas.
Veía a mi padre cabizbajo cada mañana, él tenía particularidad de hacer el mejor café, pero a partir de esos días, tan solo era insípido, frío, y en muchos casos, a veces no sabía a café.
Mi hermana siempre intentaba consolarlo cada vez que lloraba. Él se sentaba en su mecedora a ver la televisión a las 6:00 de la tarde, como acostumbramos hacer, pero en vez de verla, terminaba llorando en suplicio.
Mi hermano siempre era tosco, trataba de justificar muchas cosas, como si todo el mundo fuera de lógica, y no también de emoción.
—¿Y vas a seguir llorando por eso? Deberías ser un hombrecito y olvidarte de eso, ya está bueno ya —
Era muy pequeño para entender, pero aunque creía que el trataba de animar a papá, el seguía gimiendo en su espíritu, doblegado enteramente.
—¡Tú no vas a entender como se siente, porque tú nos estás dentro de él! — gritaba mi hermana en respuesta.
Desde allí quise entender como se sentiría saber lo que sienten las otras personas, saber que es lo que hay dentro de su corazón, y saber cómo ayudarlos, pues quería comprender por lo que pasaban.
Pero también quería ser como mi hermano, era frío, inaccesible. Parecía tan seguro, que era como una pared de hierro ante los problemas, todos y cada uno de ellos no le hacían mella.
Fue entonces cuando decidí pedir mi deseo.
Era tan pequeño para entender las consecuencias de lo que se desea, era muy inocente para captar qué, en el corazón de muchos, no hay tanta bondad.
Cerré mis ojos, y dije:
—“Quisiera sentir lo que sienten las personas, quisiera saber lo que hay en su corazón para entonces así ayudarlos” —
Mi petición al cielo no parecía haberse cumplido, hasta que las voces en mi cabeza comenzaron a llegar precipitadamente. Algunas las reconocía, otras no tanto.
Mientras estaba confundido, mi hermano llegaba a casa, con un rostro malhumorado.
Mi hermana siempre se peleaban por cosas estúpidas, incluso pasaban semanas sin hablarse, pero creía era eso lo que hacían los hermanos.
Al entrar a su habitación, tiró la puerta muy fuerte tras de sí. Mi hermana se molestó tanto que fue hasta allí para hacer de ello un escándalo, otra pelea más.
En mi cabeza llegaban pequeñas voces seguida de un susurro que por lo que había conocido, era de llorar. Pero no entendía aún de dónde provenían esas voces.
Cuando mi hermana dejó de pelear y se marchó, logré reconocer la voz.
Detrás de la puerta, escuché como mi hermano lloraba muy bajito, no deseaba que nadie lo escuchará.
Musitó:
—¿Por qué te has ido mamita? Te extraño mucho y tus abrazos también, regresa pronto mamita —
Recordé qué, después que mamá se fue de la casa, mi hermano llegaba del colegio de mal humor y siempre hacía eso. Tan solo se encerraba en su cuarto hasta que iba a cenar.
Me quedé al lado de su habitación por varias horas, en todo ese tiempo, tan solo escuchaba como las lágrimas caían al suelo, mientras gemía desconsolado, y sin querer que nadie lo viera.
Al rato salió, me levanté precipitadamente para así darle un abrazo, recordé que los abrazos de mamá siempre me calmaban cuando yo pasaba rato llorando o pensando como decía papá.
—¿Estás bien Richard? — Le dije tan pronto lo vi salir de su habitación.
—¿Acaso vez que tenga algo mocoso? — respondió.
Su rostro había vuelto a ser el mismo que cuando llegó a casa, siempre como enojado.
Allí comprendí qué, mi hermano parecía estar bien, pero como yo, tan solo extrañaba mucho a mamá, y eso quizás era lo que hacía que se sintiera así.
Desafortunadamente, mamá llegó ese día a la casa.
Habían pasado unos años desde que se había marchado, y el hecho que regresará, fue intrigante.
Sentí como el corazón de papá se detenía poco a poco, podría decir que sentía como se iba humedeciendo todo dentro de sí mientras veía a mamá acercarse a la casa, pero su cara era igual a la de mi hermano, parecía no estar alegre, aunque dentro de sí, si lo fuera.
Corrí a dónde estaba mi hermana, estaba excitado por saber que mamá regresaría, quizás era para llevarme a la playa como me había prometido la última vez.
—¡Mamá regresó hermana! ¡Mamá regresó! — Fui emocionado a contarle.
La voz en mi cabeza aparecía nuevamente:
—No sé de qué te alegras, si fue por tu culpa que se fue —
No sabía de dónde provenía, pero sabía que era la voz de ella, aunque no veía que su boca se abriera y dijera nada, aunque sentí un poco de curiosidad, tan solo estaba feliz, y quería que ella me acompañará a darle la bienvenida a mamá.
Corrí a mi habitación. Aún tenía el traje de baño que mamá me había hecho para ir a la playa. Lo tomé rápidamente, pues vi que mamá venía con la maleta que habíamos comprado para ir.
—¡Mami, mami! Te he extrañado tanto, que bueno estás aquí —
No escuché ninguna voz dentro de mí, supuse que las que había escuchado antes tan solo era cosa de mi imaginación...
Continuara...
It all started when my mother told me:
-You will never understand me! You would have to be inside me to understand me completely.
Right after that, I watched her leave with the suitcase we had bought to go on a trip to the beach, but this time she used it to leave our lives.
I would see my father crestfallen every morning, he was particular about making the best coffee, but from those days on, it was just tasteless, cold, and in many cases, sometimes didn't taste like coffee at all.
My sister always tried to comfort him every time he cried, he would sit in his rocking chair to watch TV at 6:00 p.m., as we used to do, but instead of watching it, he would end up crying in agony.
My brother was always crude, trying to justify many things, as if the whole world was about logic, and not also about emotion.
-And you're going to keep crying about it? You should be a little man and forget about it, it's enough already -
He was too little to understand, but even though he thought he was trying to cheer dad up, he was still moaning in his spirit, bent over entirely.
-You won't understand how he feels, because you're not inside him! - my sister shouted in response.
From there I wanted to understand what it would feel like to know what other people felt, to know what was inside their hearts, and to know how to help them, because I wanted to understand what they were going through.
But I also wanted to be like my brother, he was cold, unapproachable. He seemed so sure, he was like an iron wall in the face of problems, each and every one of them didn't make a dent in him.
It was then that I decided to make my wish.
I was too little to understand the consequences of what one wishes for, I was too innocent to grasp that, in the hearts of many, there is not so much goodness.
I closed my eyes, and said:
- "I would like to feel what people feel, I would like to know what is in their heart so that I could then help them" -
My request to heaven did not seem to have been fulfilled, until the voices in my head began to come rushing in. Some I recognized, others not so much.
While I was confused, my brother came home, with a grumpy face.
My sister was always fighting over stupid things, even going weeks without talking to each other, but I thought that was what siblings did.
As he entered his room, he pulled the door very hard behind him. My sister got so upset that she went over there to make a fuss about it, yet another fight.
In my head came little voices followed by a whisper that from what I had known, was crying. But I still didn't understand where those voices were coming from.
When my sister stopped fighting and left, I managed to recognize the voice.
Behind the door, I listened as my brother cried very softly, not wanting anyone to hear.
He mumbled:
-Why did you leave mommy? I miss you so much and your hugs too, come back soon, mommy - I remembered what, after mommy left.
I remembered that after mom left home, my brother would come home from school in a bad mood and he always did that. He would just lock himself in his room until he went to dinner.
I stayed next to his room for several hours, during all that time, just listening to the tears falling on the floor, while he moaned disconsolately, and not wanting anyone to see him.
After a while he came out, I got up hastily to give him a hug, I remembered that mom's hugs always calmed me down when I spent some time crying or thinking as dad used to say.
-Are you all right Richard? - I said as soon as I saw him come out of his room.
-Do you think I have something, brat? - he replied.
His face was the same as when he came home, always as if he was angry.
That's when I realized that my brother seemed fine, but like me, he just missed mom a lot, and maybe that's what made him feel that way.
Unfortunately, Mom came home that day.
It had been a few years since she had left, and the fact that she was coming back was intriguing.
I felt Dad's heart stop little by little, I could tell he felt everything inside him grow damp as he watched Mom approach the house, but his face was just like my brother's, he didn't seem to be happy, even though inside he was.
I ran to where my sister was, I was excited to know that mom was coming back, maybe it was to take me to the beach as she had promised me last time.
-Mommy's back sister, Mommy's back! - I excitedly went to tell her.
The voice in my head appeared again:
-I don't know what you're happy about, if it was because of you that she left-.
I didn't know where it came from, but I knew it was her voice, although I didn't see her mouth open and say anything, although I was a little curious, I was just happy, and I wanted her to come with me to welcome mom.
I ran to my room. I still had the bathing suit mom had made me to go to the beach. I grabbed it quickly, as I saw Mommy coming with the suitcase we had bought to go.
-Mommy, Mommy! I've missed you so much, it's good you're here - I didn't hear any voice inside me.
I didn't hear any voice inside me, I guessed that the ones I had heard before were just in my imagination...
To be continued...
Ismael D. Rodríguez
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