Esta es mi entrada al concurso hispaliterario promovido por @hispapro @celf.magazine @es-literatos y Writing Club
Invito a @mllg a sumarse a esta iniciativa
Desapariciones en Halloween
En medio de la ansiedad y la angustia, un hombre solitario mira desconsolado por la ventana del pequeño cuarto acolchado del asilo mental donde fue recluido luego de los sombríos acontecimientos que sucedieron en su casa y que dejaron como saldo, la desaparición de manera inexplicable de varias personas de su entorno. A pesar de que las primeras investigaciones prácticamente lo dieron como responsable de los hechos, nunca sé encontró ninguna prueba sólida que lo acusara formalmente, así que de alguna forma este caso no resuelto volvió a la palestra del interés público cuando nuevamente en las fechas cercanas a Halloween otra vez personas comienzan a desaparecer sin explicación alguna en este pequeño pueblo minero de los Estados Unidos.
Se abre la puerta del reclusorio y dos hombres bastante altos, portando trajes negros, con camisa blanca, corbata igualmente oscura y gafas de sol, ingresan a la habitación y comienzan la charla con el enfermo mental, a fin de buscar nuevas evidencias que puedan esclarecer el caso.
—Señor Miller, nos puede explicar ¿qué fue lo que vio?—
—No me creerían—responde un hombre visiblemente demacrado con una voz delgada que apenas se escucha en un tono bajo
—Háganos entender, nos esforzaremos por creerle— Dice uno de los hombres
El paciente toma un gran sorbo en un vaso de agua y comienza a relatar su versión:
— 21 de octubre 1984, esa noche fue donde lo perdí todo, yo estaba comiendo con mi familia, repentinamente escuché en el tejado unos ruidos extraños, era como si un animal hubiese caído de golpe y luego comenzara a deslizarse arañando la superficie, lo dejé pasar sin poner mayor atención, imaginando que podía ser un mapache, un gato, incluso un búho.
Yo me quedé en la sala viendo televisión hasta muy tarde, mientras mi esposa subía a dormir a la habitación, sin darme cuenta de cómo pasó, me quedo profundamente dormido en el sillón y nunca subí al cuarto en la noche. Al día siguiente mi esposa no estaba, en principio no le puse cuidado porque supuso que se había levantado temprano y había salido a trabajar sin despertarme, pero me empecé a preocupar cuando vi que su auto aún estaba en el garaje, así que la busqué incansablemente y la llamé muchas veces, pero no atendió.
Angustiado, solicité ayuda de la policía, de la cual no obtuve ninguna apoyo más que decirme que seguramente había salido y pronto regresaría, incluso dieron a entender que me había abandonado, así fue durante 2 semanas, por lo que tuve que encargarme de mi hijo por completo.
Él fue el próximo en desaparecer misteriosamente, un día fui a retirarlo a la escuela y no estaba, lo busqué por todos los lados, los vecinos me ayudaron, pero no encontramos nada.
Antes de continuar, el señor Miller pregunta:
¿Por qué se supone que tengo que hablar con el FBI?
—Necesitamos saber qué es lo que vio para ayudarlo, continué por favor, dice con rostro serio uno de los agentes
— Ok estaba al borde de…. Bueno, lo que algunos llaman desesperación, perdí toda esperanza, continuaron los días y yo me sentía perdido, sin rumbo, sin nadie, me encontraba solo, así que agarre mi auto y me fui…
Antes de continuar, ¿por qué el FBI ahora está tan interesado en esto?, ya pasó 2 años
—Eso es confidencial, continúe, por favor, responde nuevamente el agente mostrando ya un tono de molestia
Está bien, me dirigí a Minnesota a librarme un poco del estrés que tenía encima, alquile una pequeña cabaña en un conjunto residencial para pensar y mientras me remojaba en una bañera caliente al punto de casi quedarme dormido escuche nuevamente el mismo sonido en el techo que ya había oído antes la noche que perdí a mi esposa, no podría describirles exactamente como era, pero sí puedo asegurarles que sin duda daba escalofríos.
Fue cuando me armé de valor y salí a revisar en medio de la oscuridad de que se trataba y entonces lo vi, era algo muy repulsivo, con características gelatinosas, unos grandes ojos amarillos como los de un gato se dejaban ver en medio de la oscuridad y sus fuertes garras le permitían avanzar sobre el tejado en posición de cacería como si fuese una animal salvaje, pero no era igual a nada que pudiese describirle porque nunca vi algo parecido, sencillamente era un monstruo que me miraba fijamente con mucha maldad.
Pero al tenerla de frente, aunque parezca loco, logré diferenciar algunos rasgos humanos en su rostro, era desconcertante, pero sin duda, había características familiares que me recordaban a alguien, aunque el miedo de ese momento, no me permitió enfocarme correctamente en quien, solo gritaba despavorido ante tal manifestación y salí corriendo lo más rápido que pude, sin mirar atrás hasta el momento que la policía me encontró caminando solo y descalzo en la carretera.
Aun así, ahora, después de tanto tiempo en este lugar y de leer muchos libros sobre las manifestaciones paranormales, finalmente pude entender que esa cosa, era una mujer transformada y sus fisonomías, aunque espantosas, eran muy similares a la vieja déspota y malvada que se había mudado recientemente a la urbanización, con la cual mi esposa había discutido varias veces, por el fétido olor a carne podrida que salía desde su casa.
Los agentes se miraron entre sí, como si esta afirmación les hubiese dado una pista sólida de la causa de las desapariciones, y solo se levantaron de golpe diciendo:
— Gracias por su tiempo
Halloween Disappearances
In the midst of anxiety and anguish, a lonely man looks disconsolate through the window of the small padded room of the mental asylum where he was confined after the dark events that happened in his house and that left, as a result, the inexplicable disappearance of several people around you. Despite the fact that the first investigations practically found him responsible for the events, found to formally accuse him, so somehow this unsolved case returned to the forefront of public interest when again around the time of Halloween again people begin to disappear without explanation in this small mining town in the United States.
The prison door opens and two quite tall men, wearing black suits, white shirts, equally dark ties and sunglasses enter the room and begin a conversation with the mental patient, in order to look for new evidence that may clarify the case.
—Mr. Miller, can you explain to us, what did you see?—
—Youn't believe me —answers a visibly emaciated man with a thin voice that can barely be heard in a low tone
—Make us understand, we will do our best to believe you— Says one of the men
The patient takes a large sip from a glass of water and begins to relate his version:
— October 21, 1984, that night was where I lost everything, I was eating with my family, suddenly I heard some strange noises on the roof, it was as if an animal had fallen down suddenly and then began to slide scratching the surface, I let it pass without paying much attention, imagining that it could be a raccoon, a cat, even an owl.
I stayed in the living room watching television until very late, while my wife went upstairs to sleep, without realizing how it happened, I fell soundly asleep on the couch and never went up to the room at night. The next day my wife was not there, at first I didn't pay attention to her because she assumed that she had gotten up early and gone to work without waking me up, but I started to worry when I saw that her car was still in the garage, so I looked tirelessly for her and I called her many times, but she did not answer.
Distraught, I asked for help from the police, from which I did not get any support other than telling me that he had surely left and would soon return, they even implied that he had abandoned me, that was how it was for 2 weeks, so I had to take care of my son for complete.
He was the next to mysteriously disappear, one day I went to pick him up at school, and he wasn't there, I looked for him everywhere, the neighbors helped me, but we didn't find anything.
Before continuing, Mr. Miller asks:
Why am I supposed to talk to the FBI?
—We need to know what you saw to help you, please continue, says one of the agents with a serious face
— Ok, I was on the verge of…. Well, what some call despair, I lost all hope, the days went on, and I felt lost aimlessly, without anyone, I was alone, so I grabbed my car and left...
Before continuing, why is the FBI now So interested in this? It's been 2 years
—That's confidential, please continue, the agent replies again, already showing an annoyed
tone . a residential complex to think and while I was soaking in a hot tub to the point of almost falling asleep I heard again the same sound on the ceiling that I had heard before the night I lost my wife, I could not describe exactly what it was like, but I can assure them that it certainly gave the chills.
It was when I steeled myself and went out to check in the middle of the darkness that it was about, and then I saw it, it was something very repulsive with gelatinous characteristics, large yellow eyes like those of a cat could be seen in the middle of the darkness and its strong claws allowed it to advance on the roof in a hunting position as if it were a wild animal, but it was not the same as anything I could describe to you because I had never seen anything like it, it was simply a monster that stared at me with great evil.
But having her face to face, even if it seems crazy, I was able to differentiate some human features on her face, it was disconcerting, but without a doubt, there were familiar characteristics that reminded me of someone, although the fear of that moment did not allow me to focus correctly on whom, only I screamed in terror at such a demonstration and ran as fast as I could, without looking back until the moment the police found me walking alone and barefoot on the road.
Even so now, after so much time in this place and reading many books about paranormal manifestations, I could finally understand that this thing was a transformed woman and her physiognomies, although frightening, were very similar to the evil old despot who was I had recently moved to the housing estate, with which my wife had argued several times, due to the fetid smell of rotten meat coming from her house.
The agents looked at each other, as if this statement had given them a solid clue as to the cause of the disappearances, and only stood up suddenly saying:
— Thank you for your time
