Pesadilla (Un Sueño Premonitorio)
Gris, nublado, casi ciego. Despierto y no veo con claridad, un dolor golpea deliberadamente mi cabeza mientras tomo consciencia de mi alrededor. Todo empieza a cobrar un poco de sentido, solo un poco. Anoche tomé hasta las cuatro de la madrugada… aproximadamente, al menos hasta esa hora recuerdo. Mis ojos están invadidos por lagañas y un lagrimeo que no se detiene. ¡Click! Todo conecta, ya sé porque veo nublado: Anoche olvidé quitarme mis lentes de contacto, dejo escapar un “que tonto soy” mientras froto mi cabeza, ni siquiera tuve la voluntad de apagar la luz, me tiré a la cama como cayera, así estaría de borracho.
Me paro con toda la pereza del mundo, necesito un vaso de agua helada, un buen café humeante y un baño con agua fría, mi cura predilecta para la resaca. Al abrir la puerta de mi habitación, mi corazón se hunde en mi pecho y reprimo un gemido, era algo casi inenarrable lo que había frente a mí.
Todo seguía viéndose nublado, claro, aún tenía los lentes, pero las luces eran rojas, toda mi casa estaba teñida por un rojo sangre que casi me daban nauseas, o quizá solo era la resaca. Lo cierto es que las luces eran lo que menos me asustaba, pues delante de mí había una gran cantidad de bestias indescriptibles postradas en mi sala, viéndome fijamente, casi como si estuvieran esperando a que despertara. Las lágrimas salían de mis ojos como si se tratara de una fuente, descarto que siga siendo por los lentes, creo que me encuentro en estado de shock.
Trato de moverme, ir de nuevo al cuarto lentamente y fingir que no he visto nada, pero mi cuerpo se encuentra en total parálisis, no sé si por el shock o simplemente porque algo malo esté pasando, pero siento que es mucho más probable la segunda opción. Las bestias iban desde pequeños duendes que parecían juguetes endemoniados y enojados, hasta una serpiente que se mezclaba por las piernas de todos, mirándome fijamente a los ojos, era una mirada satánica, casi hundida y perdida pero al mismo tiempo penetrante.
Trago saliva fuertemente, pero eso no evita que el orine empape mis pantalones. Escucho un suave y perturbador sonido de fondo, es como muchas cadenas siendo arrastradas en el techo de mi casa, pero al mismo tiempo suena como si viniera de mis espaldas, y de debajo de mí. Mi pecho se infla y desinfla, aumentando la velocidad, es una sensación terrible, pues han pasado apenas unos segundos y he sentido que se trata de una eternidad.
Un señor, de una piel horrorosamente blanca y que parece que se despega de a poco de su cuerpo, da unos pasos de entre toda la siniestra multitud y se pone a unos pies de mí, con el mismo gesto que tienen todos los demás: la cabeza levemente inclinada hacia adelante, la mirada directa y penetrada justo en mí y, allí, sin darte cuenta, la sombra de una sonrisa. Mi estómago se revuelve nada más de tenerlo cerca, puedo sentir su hedor y su calor corporal, es como si estuviera cerca de un ardiente fuego.
—Está más cerca de lo que crees ―dice el señor, con una voz ronca y rasposa, casi como de un alcohólico que ha perdido todo, incluso su voz—. Está a pocas horas de llegar.
Mi frente sudaba, pero ya yo no lloraba, solo sentía un dolor creciente en mi pecho, una clase de angustia que me decía que todo esto no se trataba de una simple pesadilla. Todas y cada una de las criaturas abrió su boca y dejaron sonar una risa, era como una sola risa que venía de todas sus bocas, algo sacado del mismísimo infierno. La risa se detuvo en seco y el señor volvió a abrir su boca para hablar.
―Vas a sufrir, sangrar y morir, y nada podrá detenerlo. En pocas hora serás nuestro, una pequeña perra, un esclavo de nuestra crueldad y desdén.
Quería hablar, tenía muchas preguntas, miles de dudas invadían mi cabeza que dolía a montones. ¿Quiénes eran? ¿Qué está a pocas horas de llegar? Algo en mí me decía que no se trataba de una pesadilla, un sentimiento me lo recordaba constantemente, se sentía muy real. Cuando fui a abrir mi boca para hablar, las afiladas garras de la pálida mano del señor me pellizcaron la boca, sin dejarme emitir un solo ruido.
―No es necesario que preguntes, asqueroso humano, ya debes despertar y prepararte, porque a las cuatro de la tarde Origo habrá llegado, nos liberará y el Armagedón iniciará, y con él, la muerte de la vida en la tierra ―todas las bestias empezaron a sangran por sus sonrientes bocas y tenebrosos ojos, y yo… yo solo sentí pánico.
¡BAM! Un terrible golpe me saca del sueño, estoy sudando frío y noto mis pantalones húmedos. Mis ojos están llorosos y con lagañas, pero no sé si veo opaco, porque anoche, cuando me acosté borracho, sí había apagado la luz. Todo fue un sueño, una horrible pesadilla, una anécdota por contar. Dejo escapar una risa nerviosa, una mezcla de alivio y dolor en el pecho a causa del susto. Enciendo la pantalla del celular para ver la hora, rápido me doy cuenta de que sí, veo opaco a causa de los lentes de contacto que no me quité. Mi teléfono empieza a sonar, llamadas, mensajes, lo cual es raro, pocas veces me escriben o llaman tanto. Contesto a Paula, mi mejor amiga.
—¡Enciende las noticias Jason! ―su tono raya en la histeria, pero le obedezco, porque siempre me escribe, sabe que las llamadas son para urgencias, mientras voy encendiendo el tv, trato de hablar con ella un poco, tengo que decirle que me oriné por una pesadilla.
―Paula, sabes que anoche tuve el sueño más raro… ―mis palabras fueron interrumpidas de manera abrupta por el titular de las noticias, mi boca se abrió de forma involuntaria y dejo escapar un suspiro de asombro. En grande, en letras rojas y con una señal de “Alerta Mundial” el titular resaltaba.
¡PESADILLA COLECTIVA! ¡CRISIS MUNDIAL Y FIN DEL MUNDO!
No podía creerlo, simplemente me había quedado sin palabras, y supongo que Paula también, pues del teléfono solo escucho un pequeño sollozo. Lo de anoche no fue una pesadilla, lo sabía. Lo único que logró sacarme de mi mente fue un sonido, mientras trataba de prestarle atención a lo que la reportera decía con gran tono de histeria escuché algo, debajo de mi cama, detrás de las paredes, detrás de mí, en todas partes al mismo tiempo: Cadenas, muchas cadenas siendo arrastradas.
Fuente
🩸NOTA DE AUTOR🩸
Lamento haberme desaparecido tantos días de mi blog, entre tormentas, pesadillas y asuntos personales, no tuve tiempo para venir y compartir contenido, pero hoy no podía dejar de compartir, y es que… Les he extrañado un monton.
Espero que hayan disfrutado la pequeña lectura, un pequeño cuento de horror que forma parte de la trama de mi libro, el cuál estoy emocionado de decir que ya está culminando su último capítulo y eso me tiene muy emocionado. Les deseo bonito día y ya he vuelto, así que nos veremos más seguido.
⛓CRÉDITOS⛓
La foto ha sido sacada de acá: Imagen de Marlon Arciniegas en Pixabay. Luego fue editada por mí con la aplicación Picsart. El gif tiene sus respectivos créditos, sacado de Tenor. Pueden visitar mis redes sociales dando click en la imagen de abajo.
Nightmare (A Premonitory Dream)
Gray, cloudy, almost blind. I wake up and I don't see clearly, a pain deliberately hits my head as I become aware of my surroundings. Everything starts to make a little sense, just a little. Last night I drank until four in the morning... approximately, at least until that time I remember. My eyes are invaded by watering eyes and a watering that won't stop. Click! Everything connects, I know why I see cloudy: Last night I forgot to take out my contact lenses, I let out a "what a fool I am" while rubbing my head, I didn't even have the will to turn off the light, I threw myself on the bed as I fell, that's how drunk I would be.
I stand up with all the laziness in the world, I need a glass of ice water, a nice steaming coffee and a bath with cold water, my favorite hangover cure. As I open the door to my room, my heart sinks in my chest and I stifle a groan, it was something almost unspeakable what was in front of me.
Everything still looked cloudy, sure, I still had my glasses on, but the lights were red, my whole house was tinged with a blood red that almost made me nauseous, or maybe it was just the hangover. The truth is that the lights were what scared me the least, because in front of me there was a large number of indescribable beasts prostrate in my living room, staring at me, almost as if they were waiting for me to wake up. Tears were flowing from my eyes as if from a fountain, I discard that it is still because of the glasses, I think I am in a state of shock.
I try to move, go back to the room slowly and pretend I haven't seen anything, but my body is in total paralysis, I don't know if it's because of the shock or just because something bad is happening, but I feel it's much more likely the second option. The beasts ranged from little goblins that looked like possessed and angry toys, to a snake that mingled through everyone's legs, staring me in the eyes, it was a satanic look, almost sunken and lost but at the same time penetrating.
I swallow saliva hard, but that doesn't stop the piss from soaking my pants. I hear a soft, disturbing sound in the background, it's like many chains being dragged on the roof of my house, but at the same time it sounds like it's coming from behind my back, and from underneath me. My chest inflates and deflates, increasing in speed, it is a terrible sensation, for only a few seconds have passed and it has felt like an eternity.
A gentleman, with a hideously white skin that seems to detach from his body little by little, takes a few steps out of the whole sinister crowd and stands a few feet away from me, with the same gesture that all the others have: his head slightly tilted forward, his gaze directly and penetrated right into me and, there, without realizing it, the shadow of a smile. My stomach churns as soon as I hold him close, I can feel his stench and his body heat, it's as if I were close to a blazing fire.
—He's closer than you think —he says, in a hoarse, raspy voice, almost like that of an alcoholic who has lost everything, even his voice—. He's only a few hours away.
My forehead was sweating, but I was no longer crying, I only felt a growing pain in my chest, a kind of anguish that told me that all this was not just a nightmare. Each and every one of the creatures opened their mouths and let out a laugh, it was like a single laugh coming from all their mouths, something out of hell itself. The laughter stopped dead in its tracks and the lord opened his mouth again to speak.
—You are going to suffer, bleed and die, and nothing can stop it. In a few hours you will be ours, a little bitch, a slave to our cruelty and disdain.
I wanted to talk, I had so many questions, thousands of doubts invading my head that hurt like hell. Who were they? What is just a few hours away? Something in me told me that this was not a nightmare, a feeling constantly reminded me, it felt very real. When I went to open my mouth to speak, the sharp claws of the gentleman's pale hand pinched my mouth, not letting me make a sound.
―No need to ask, filthy human, you must wake up and get ready, because at four o'clock in the afternoon Origo will have arrived, he will release us and Armageddon will begin, and with it, the death of life on earth ―all the beasts began to bleed from their smiling mouths and gloomy eyes, and I... I just felt panic.
BAM! A terrible shock jolts me out of sleep, I'm in a cold sweat and I feel my pants damp. My eyes are watery and watery, but I don't know if I see opaque, because last night, when I went to bed drunk, I had turned off the light. It was all a dream, a horrible nightmare, an anecdote to tell. I let out a nervous laugh, a mixture of relief and pain in my chest because of the scare. I turn on the screen of my cell phone to check the time, I quickly realize that yes, I see opaque because of the contact lenses I didn't take off. My phone starts ringing, calls, messages, which is rare, rarely do I get so many texts or calls. I answer Paula, my best friend.
―Turn on the news Jason! ―her tone borders on hysteria, but I obey her, because she always texts me, she knows the calls are for emergencies, as I turn on the TV, I try to talk to her a little, I have to tell her I peed myself because of a nightmare.
―Paula, you know I had the weirdest dream last night... ―my words were abruptly interrupted by the news headline, my mouth opened involuntarily and I let out a sigh of astonishment. Large, in red letters and with a "World Alert" sign the headline stood out.
COLLECTIVE NIGHTMARE! WORLD CRISIS AND THE END OF THE WORLD!
I couldn't believe it, I was simply speechless, and I guess Paula was too, because from the phone I only hear a small sob. Last night was not a nightmare, I knew that. The only thing that managed to get me out of my mind was a sound, while I was trying to pay attention to what the reporter was saying with a great tone of hysteria I heard something, under my bed, behind the walls, behind me, everywhere at the same time: Chains, many chains being dragged.
Source
🩸AUTHOR'S NOTE🩸
Sorry for missing so many days of my blog, between storms, nightmares and personal matters, I had no time to come and share content, but today I could not stop sharing, and is that ... I have missed you a lot.
I hope you enjoyed the little reading, a little horror story that is part of the plot of my book, which I'm excited to say that is already culminating its last chapter and that has me very excited. I wish you a nice day and I'm back, so I'll see you more often.
⛓CREDITS⛓
The photo has been taken from here: Image from Marlon Arciniegas at Pixabay. Then it was edited by me with the Picsart application. The gif has its respective credits, taken from Tenor. You can visit my social networks by clicking on the image below.