Hacen unos 500 años, un joven hijo de un jefe aborigen, sale de su bohio, no dice a dónde va, solo toma su carcaz y su arco y se va, un viaje de dos días lo hace llegar por fin a la siguiente aldea.
Recorre con su mirada el lugar, detiene sus ojos ante un grupo de hermosas jóvenes semidesnudas, que conversan animadamente, se acerca a ellas, toma por él brazo a la más hermosa, ella lo mira y simplemente lo sigue.
Salen ambos y se van, nadie protesta, nadie los sigue, todos vuelven a sus quehaceres y la vida sigue como si nada, es normal, siempre ha pasado.
Dos días luego, ha vuelto, no viene sólo, entra a la choza como sino hubiese estado ausente, trae consigo una sarta de palomas monteses que cazo de regreso, todos miran a la recién llegada, ella se incorpora al grupo como su nueva familia, nada más sucede, es normal. Todo sigue igual.
Hoy a 500 años de aquel hecho, una joven mujer, rubia y hermosa, habita en una gran ciudad donde antaño existió aquella aldea, hoy ha salido, conduce un elegante auto por las calles concurridas, en el asiento trasero dos chicuelos traviesos gritan y juegan, ella conduce el auto hasta un colegio, donde deja las bellas y traviesas criaturas.
Conduce de nuevo, esta vez estaciona en un elegante edificio, toma un ascensor que rápidamente la lleva al piso numero 50.
Ahí saca una tarjeta y la coloca en un lector, coloca su dedo índice sobre una luz azul y con su voz se activa un sistema que hace que se abra una puerta por donde pasa la joven.
Luego frente a un computador, que se activa con su voz y en cuya pantalla ella escribe con una especie de lápiz, ahí hace cálculos, descarga gifs, diseña y proyecta hasta que logra generar una aplicación.
Horas después está aplicación enlaza más de 50 aldeas aborígenes del mundo, los ubica por sexo, edades y oficios, también pone en venta sus productos artesanales y les crea cuentas en bancos con sedes en cada región.
Ella está pagando una deuda?.. No, absolutamente es no, los seres humanos no debe ni cobrar, ni pagar deudas históricas, es un error.
Aquella bella aborigen simplemente vivía un momento de la historia, un proceso normal, esta ingeniero en nano tecnología, vive el suyo, una progresión que se da gracias al avance y a la constancia del individuo.
Lo que llamamos tecnología le ha permitido a la mujer deslastrarse de quienes en algún momento la quisieron atar, ella hoy ha demostrado que no es un cuadro en la pared, que no le pertenece a nadie, que puede decidir y tomar decisiones sin ayuda de nadie.
50 años atrás, era casi una ofensa que las mujeres hicieran algunas cosas, es más la era del bikini y la minifalda eran ofensivas para algunos, un desnudo femenino estaba permitido sólo en algunos sitios, una mujer sola era absurdo, hoy eso se ha transformado.
La mujer está en todos los aspectos de la vida, dirige, coordina, decide, proyecta, pero sobre todo es un punto de referencia, no es el objeto, es la vida.
Evidentemente que falta aún mucho por andar, hay continentes y países donde la mujer sigue siendo objeto de discriminación, esclavitud, trata de blancas, hambre, olvido e irrespeto a sus derechos fundamentales, debe ser la misma tecnología quien ayude al cambio, debe ser la misma mujer quien de pautas para que no sucedan estas cosas.
Nosotros, los eternos enamorados de estos seres de luz, los que damos nuestras horas por sentirlas a nuestro lado, estamos orgullosos de ellas, agradecemos que estén y sigan, sin ellas no tiene sentido la vida. Son amor, pasión e inspiración.
La imagen digital que acompaña este post, ha sido generada con IA, a través de la aplicación Dream, usando como base un fragmento de mi obra plástica
About 500 years ago, a young son of an aboriginal chief, leaves his hut, does not say where he is going, just takes his carcaz and his bow and leaves, a journey of two days makes him finally reach the next village.
He looks around the place, stops his eyes in front of a group of beautiful half-naked young women, who are talking animatedly, he approaches them, takes the most beautiful one by the arm, she looks at him and simply follows him.
No one protests, no one follows them, everyone goes back to their chores and life goes on as if nothing had happened, it is normal, it has always happened.
Two days later, he is back, he does not come alone, he enters the hut as if he had been absent, he brings with him a string of wild pigeons that he hunts on his return, everyone looks at the newcomer, she joins the group as her new family, nothing else happens, it is normal. Everything remains the same.
Today, 500 years after that event, a young woman, blonde and beautiful, lives in a big city where once existed that village, today she is out, she drives an elegant car through the busy streets, in the back seat two naughty kids scream and play, she drives the car to a school, where she leaves the beautiful and naughty creatures.
She drives again, this time she parks in an elegant building, takes an elevator that quickly takes her to the 50th floor.
There she takes out a card and places it in a reader, places her index finger on a blue light and with her voice activates a system that opens a door through which the young woman passes.
Then, in front of a computer, which is activated by her voice and on whose screen she writes with a kind of pencil, she makes calculations, downloads gifs, designs and projects until she manages to generate an application.
Hours later this application links more than 50 aboriginal villages of the world, locates them by sex, age and trades, also puts on sale their handmade products and creates accounts in banks with headquarters in each region.
Is she paying a debt? No, absolutely not, human beings should neither collect nor pay historical debts, it is a mistake.
That beautiful aborigine was simply living a moment in history, a normal process, this nanotechnology engineer is living hers, a progression that happens thanks to the progress and constancy of the individual.
What we call technology has allowed the woman to free herself from those who at some point wanted to tie her down, today she has shown that she is not a picture on the wall, that she does not belong to anyone, that she can decide and make decisions without anyone's help.
50 years ago, it was almost an offense for women to do some things, indeed the era of the bikini and the miniskirt were offensive to some, a female nude was allowed only in some places, a woman alone was absurd, today that has been transformed.
The woman is in all aspects of life, she directs, coordinates, decides, projects, but above all she is a point of reference, she is not the object, she is life.
Obviously there is still a long way to go, there are continents and countries where women continue to be the object of discrimination, slavery, white slave trade, hunger, oblivion and disrespect to their fundamental rights, it must be the same technology that helps change, it must be the same woman who gives guidelines so that these things do not happen.
We, the eternal lovers of these beings of light, those who give our hours to feel them by our side, we are proud of them, we are grateful that they are and continue, without them life has no meaning. They are love, passion and inspiration.
The digital image that accompanies this post, has been generated with AI, through the Dream application, using as a base a fragment of my plastic work.
