Happy day, friends of Hive. I sincerely hope you are well. Today I want to share with you a sobering story. I hope you like it.
Giselle is a woman who had a very difficult childhood. As the oldest of three siblings, she had to take care of them while her mother worked hard. She grew up in a single-parent family, since her father never cared for them; he lived with them for a while, but finally abandoned them. This caused Giselle a lot of anger and sadness. Because she had to assume adult roles as a child, she matured very quickly.
As the years went by, Giselle came to feel that her siblings were like her children; however, none of them respected her. When she would suggest something to them, they would reply, "You're not my mom","Mind your own business," "How long are you going to bother us?", "Leave me alone."
This hurt her very much, because even though she was not their mother, since she was seven years old she had been taking care of her siblings, who were three and one year old. She changed diapers, bathed them, cooked for them, in short, performed the tasks of a mother. Every time she did these tasks she imagined that she was playing that she had a family and she enjoyed it. She played with the children and this made her very happy. But everything changed as they grew up, their siblings wanted to lead a life of absolute debauchery and as Giselle corrected them, this bothered them.
Giselle never lived her stages as she should have, yet she had no regrets, because her love for her siblings and her mother was so great. Equally great was the pain her siblings caused her when they did not recognize all that Giselle had done for them. The irreverence they showed towards her was gigantic. When her brothers were eighteen and sixteen years old, they asked her not to give her opinion about their lives.
Giselle's mother, instead of correcting her younger children, agreed with them and asked Giselle not to get involved in her siblings' lives. This was a blow to Giselle's heart, who felt that she no longer belonged to her family. This situation brought her opulent misfortune.
Unfortunately, none of the family members appreciated what Giselle did for so many years. So, with much pain she decided to leave home; at that time she was already in her early twenties. Scared and hurt, she understood that she was the master of her life and that even living in a dark emotional labyrinth, she could find the springboard that leads to happiness.
She gathered what few clothes she had and ventured out, which surprisingly made her very happy and very sad at the same time. Her mom told her she was ungrateful because she had given her shelter and food and her siblings didn't even fire her. Giselle didn't mention anything about it. She just walked out of her home and thought, "I give up giving them the protection they don't want and don't need."
Over the years Giselle had children of her own, she had the joy of having a harmonious family. She found a good man who valued and loved her. Although her siblings and her mother remained distant from her, Giselle did not hold grudges and understood that in due time we all reap what we reap. She had acted well and her reward was a beautiful family.
Giselle advises that we should not allow our past, no matter how painful it may be, to influence the present and much less to mold our essence. Her motto is: "You are the owner of your life, look for happiness, learn to let go of everything that hurts you. We cannot change others, but we can prevent their bad actions from affecting our personality".
Feliz día, amigos de Hive. De corazón espero que se encuentren bien. Hoy quiero compartir con ustedes un relato aleccionador. Espero que les guste.
Giselle es una mujer que tuvo una infancia muy difícil. Por ser la mayor de tres hermanos, le tocó cuidarlos mientras su mamá trabajaba arduamente. Creció en una familia monoparental, ya que su papá jamás se preocupó por ellos; él estuvo viviendo con ellos por un tiempo, pero finalmente los abandonó. Esto le causó mucha tristeza a Giselle.
Por tener que asumir desde niña roles de un adulto, maduró con mucha rapidez. Al transcurrir los años, Giselle llegó a sentir que sus hermanos eran como sus hijos; no obstante, ninguno de ellos la respetaba. Cuando ella les sugería algo, le respondían: "Tú no eres mi mamá", "Ocúpate de tus propios asuntos", "¿Hasta cuándo nos vas a molestar?", "Déjame en paz".
Estas palabras la herían mucho, porque aunque ella no era su mamá, desde los siete años se había avocado a cuidar a sus hermanos que tenían tres y un año de edad. Ella cambiaba pañales, los bañaba, les cocinaba, en fin realizaba las labores de una madre. Cada vez que hacía estas labores se imaginaba que estaba jugando a que ella tenía una familia y lo disfrutaba. Jugaba con los niños y esto la hacia muy feliz. Pero todo cambió cuando fueron creciendo, sus hermanos querían llevar una vida de absoluto libertinaje y como Giselle los corregía, esto les molestaba.
Giselle nunca vivió sus etapas como debía ser, aún así no se arrepentía; porque el amor por sus hermanos y por su mamá era muy grande. Igual de grande era el dolor que le ocasionaban sus hermanos, cuando no reconocían todo lo que había hecho Giselle por ellos. La irreverencia que ellos mostraban hacia ella era gigantesca. Teniendo sus hermanos dieciocho y dieciséis años le pidieron que no opinará nada con respecto a sus vidas.
La mamá de Giselle en vez de corregir a sus hijos menores, les dio la razón y le pidió a Giselle que no se involucrara en la vida de sus hermanos. Este hecho fue una estocada para el corazón de Giselle, quien sintió que ya no pertenecía a su familia. Esta situación le proporcionó una opulenta desdicha.
Lamentablemente, ningún miembro de la familia agradeció lo que hizo Giselle por tantos años. Así que, con mucho dolor decide irse de su casa; en ese momento ya tenía un poco más de veinte años. Asustada y dolida, comprendió que ella era dueña de su vida y que aún viviendo en un oscuro laberinto emocional, podía encontrar el trampolín que conduce a la felicidad.
Recogió la poca ropa que tenía y se aventuró a dejar atrás lo que de forma sorprendente la hizo muy feliz y muy triste a la vez. Su mamá le dijo que era una ingrata, porque ella le había dado techo y comida y sus hermanos ni siquiera la despidieron. Giselle no mencionó nada al respecto. Solo salió de su hogar y pensó: "Renuncio a darles la protección que no desean".
Con los años Giselle tuvo sus propios hijos, tuvo la dicha de tener una familia armoniosa. Encontró un buen hombre que la valoraba y la amaba. Aunque sus hermanos y su mamá se mantuvieron distantes de ella, Giselle no guardó rencor. Entendió que en su debido momento todos recogemos lo que cosechamos. Eso era exactamente lo que había ocurrido con ella, había actuado bien y su recompensa ha sido tener una hermosa familia.
Giselle aconseja, que no debemos permitir que nuestro pasado; por muy doloroso que sea, influya en el presente y mucho menos que moldee nuestra esencia. Su lema es: "Eres el propietario de tu vida, busca la felicidad, aprende a soltar todo lo que te haga daño. No podemos cambiar a los demás, pero si podemos impedir que sus malas acciones afecten nuestra personalidad".
