Saludos amigos de @holos-lotus. En el mes aniversario de esta hermosa comunidad, qué bueno es hablar de la risa en esta iniciativa de Esa vida nuestra de la mano de @charjaim, aceptando la invitación de mi apreciada @brujita18.
Mi mamá acostumbraba comprar una revista que a mí me encantaba leer. Se llamaba Selecciones y tenía una sección de chistes que se titulaba "La risa remedio infalible". Y es que reír nos llena de energías positivas que nos hacen vibrar alto y romper las emociones negativas que nos debilitan.
Me gusta reír y lo hago con facilidad, por eso soy muy buena para escuchar chistes, aunque no tanto para contarlos, y admiro esa capacidad que tienen algunas personas para hacer reír a los demás, es un don. Pero creo que también es muy saludable para el alma y el cuerpo que nos podamos reír de nosotros mismos.
La alegría, la tristeza y el miedo son algunas de las emociones que expresamos diariamente y tienen sus efectos positivos o negativos. Permitir que una emoción como la tristeza o el miedo permanezca más tiempo del que debería puede transformarse en depresión o trauma y afectar el funcionamiento de algún órgano en particular y en general a nuestra salud. Esa emoción que se queda atrapada hay que dejarla salir para lograr la sanación.
La risa es una expresión de la alegría y sus efectos son inmediatos. A veces comienza con una pequeña sonrisa que se asoma a los labios, y puede aumentar hasta llegar a su máxima intensidad: la carcajada, esa que no puedes controlar y ríes y ríes, casi sin poder respirar. Doblas el cuerpo y te sostienes la barriga y te tapas la boca si estás en un sitio público y más aún si las demás personas te miran con desaprobación. Eso y no sé la razón hace que te rías aún más.
¿Les ha pasado esto en alguna oportunidad?
A mí me ocurrió una vez en una iglesia donde no paraba de reír al escuchar a un amigo cantar. El cura nos hizo salir a mis amigas y a mí. Y en otra oportunidad, en un velorio donde mi papá, para animar a las personas, comenzó a contar chistes. Él era muy bueno en eso y se reía a carcajadas. Yo traté de no reírme cuando vi a los familiares con expresión de enojo, pero era imposible no hacerlo. Y más aún cuando escuchaba a mi mamá tratando de hacerlo callar, hablando bajito "Rafael, respeta, estamos en el velorio de tu amigo".
Les cuento una de esas veces en las cuales no podía parar de reír.
Estaba con mi familia en un viaje de playa. Ese lugar además tenía una piscina muy grande que se llenaba con el agua del mar. Allí había todo lo que se puede encontrar en un balneario: baños, vestidores, un restaurante, una fuente de soda, personas en traje de baño caminando, niños corriendo y mucha área de piso húmedo y resbaloso.
En ese entonces yo tenía entre 13 y 14 años y le dije a mi mamá que iba a comprar un refresco en la fuente de soda. Mi mamá me dijo: "Ve con alguna de tus hermanas", le dije que podía ir sola y luego me dijo "ponte las sandalias, que te puedes resbalar", pero no le hice caso.
Me fui corriendo y, justo antes de llegar al lugar donde iba a comprar, el piso estaba muy mojado. Me resbalé y caí hacia atrás, pero gracias a Dios no pegué la cabeza del piso. Aunque me dolió el cuerpo, sentí mucha vergüenza y me paré rápidamente deseando que nadie me hubiera visto, pero por supuesto que tenía varias miradas sobre mí. Era inevitable.
Con la prisa que tenía por salir de allí, caminé rápidamente y me resbalé de nuevo, pero esta vez caí sentada y pude poner las manos y amortiguar el golpe.
No podía alzar la cabeza porque sabía que me miraban y escuché a una mujer decir.
"¡Otra vez! ¿Qué le pasa a esta niña?"
Aquello fue el detonante de mi risa. Me senté en el suelo mojado y comencé a reírme y después no podía parar. Un señor se acercó, me preguntó si me había lastimado, pero yo no podía hablar, solo reía. Me ayudó a levantarme, me calmé un poco, le di las gracias y me fui del lugar sin comprar el refresco. La risa me había ayudado a liberarme de la vergüenza que sentía. Fue como un escudo protector.
Cuando llegué a donde estaba mi familia, no les conté nada de lo que me había sucedido, porque seguramente mi madre me iba a decir: "Eso te pasa por no hacer caso, te dije que te pusieras las sandalias y además por qué mis hermanas se iban a reír de mí durante mucho rato".
La risa, además, como expresión de alegría, suele ser muy contagiosa. Si le sonríes a una persona, lo más probable es que te devuelva la sonrisa aun sin conocerte. Es una energía que fácilmente se transmite.
Junto a mis hermanas y después con mis hijos, la risa acompaña las reuniones familiares. Nos reímos de los recuerdos, de anécdotas que, a lo mejor en su momento, no fueron graciosas, pero con el paso del tiempo las emociones negativas han desaparecido y han dado paso a la risa que, cuando es colectiva, genera un gran bienestar.
Muchas gracias por leer mi publicación e invito a @katleya y a @actioncats a hacernos reir con sus anécdotas. Aquí les dejo el enlace
Greetings friends of @holos-lotus. In this anniversary month, how nice to talk about laughter in this initiative of This life of ours by the hand of @charjaim, to which I arrive at the invitation of my dear @brujita18.
(
My mom used to buy a magazine that I loved to read. It was called Selections and it had a section of jokes entitled "Laughter, the infallible remedy". Laughing fills us with positive energies that make us vibrate high and break the negative emotions that weaken us.
I like to laugh and I do it easily, that's why I am very good at listening to jokes, although not so good at telling them, and I admire the ability that some people have to make others laugh, it is a gift. But I think it is also very healthy for the soul and the body that we can laugh at ourselves.
Joy, sadness and fear are some of the emotions we express on a daily basis and they have their positive or negative effects. Allowing an emotion such as sadness or fear to remain longer than it should can turn into depression or trauma and affect the functioning of a particular organ and our health in general. That emotion that remains trapped must be let out to achieve healing.
Laughter is an expression of joy and its effects are immediate. Sometimes it begins with a small smile that peeks through the lips, and can increase until it reaches its maximum intensity: laughter, that which you cannot control.and you laugh and laugh, almost without being able to breathe. You bend your body and hold your belly and cover your mouth if you are in a public place and even more so if other people look at you disapprovingly. That and I don't know the reason makes you laugh even more.
Has this ever happened to you?
It happened to me once in a church where I couldn't stop laughing when I heard a friend singing. The priest made me and my friends leave. And another time, at a wake where my dad, to cheer people up, started telling jokes. He was very good at it and laughed out loud. I tried not to laugh when I saw the relatives with angry expressions, but it was impossible not to. And even more so when I heard my mom trying to shut him up. "Rafael, respect, we are at your friend's wake".
I tell you about one of those times when I couldn't stop laughing.
I was with my family on a beach trip. That place also had a very large swimming pool that was filled with sea water. There was everything you would find in a beach resort: bathrooms, changing rooms, a restaurant, a soda fountain, people in bathing suits walking around, kids running around, and lots of wet and slippery floor area.
I was 13-14 years old at the time and I told my mom I was going to buy a soda at the soda fountain. My mom said, "Go with one of your sisters," I told her I could go by myself and then she said, "Put on your sandals, you might slip," but I didn't listen.
I ran off and, just before I got to the place where I was going to buy the floor, it was very wet. I slipped and fell backwards, but thank God I didn't hit my head on the floor. I felt very embarrassed and stood up quickly wishing no one had seen me, but of course I had several eyes on me. It was inevitable.
In my haste to get out of there, I walked quickly and slipped again, but this time I landed sitting down and was able to put my hands up and cushion the blow.
I couldn't raise my head because I knew they were looking at me and I heard a woman say.
"Again! What's wrong with this girl?"
That was the trigger for my laughter. I sat down on the wet floor and started laughing and then I couldn't stop. A gentleman came over, asked me if I was hurt, but I couldn't talk, I just laughed. He helped me up, I calmed down a bit, thanked him and left the place without buying the soda. The laughter had helped me get rid of the embarrassment I felt.
When I got to my family, I didn't tell them anything about what had happened to me, because surely my mother was going to tell me: "That's what you get for not paying attention, I told you to put on your sandals and my sisters were going to laugh at me".
Laughter, moreover, as an expression of joy, is usually very contagious. If you smile at someone, they are likely to smile back, even if they don't know you. It is an energy that is easily transmitted.
Together with my sisters and later with my children, laughter accompanies family gatherings. We laugh at memories, at anecdotes that, maybe at the time, were not funny, but with the passage of time the negative emotions have disappeared and have given way to laughter that, when it is collective, generates a great well-being.
Thank you very much for reading my post and I invite @katleya and @actioncats to make us laugh with their anecdotes. Here is the link
La imagen de la presentación la edite en Canva con una fotografía de libre uso.
La traducción al inglés lo realice en www.deepl.com