Diseño realizado en Canva
Hola, mis queridos lectores. Hoy quiero tocar un tema algo delicado: la honestidad desde el punto de vista de cómo lo que hacemos o decimos afecta a nuestro entorno.
Quiero la verdad y nada más que la verdad
¿Cuántas veces hemos afirmado exigir sinceridad ante todo? Millones de veces, estoy segura. Aun a riesgo de no lidiar con esa verdad que puede cambiar nuestras vidas, el ser humano tiene esa constante sed de responder cada interrogante que se le presenta. La forma en que lidiamos con cada situación habla mucho sobre nuestra inteligencia emocional, lo que nos hace responsables de todo lo que está enteramente bajo nuestro control.
Desde siempre escuchamos frases como "los demás hacen lo que quieren, pero tú decides si te afectan o no", y de cierta forma, es cierto. Sin embargo, como todo en la vida, no hay verdades absolutas, así que hay ciertos matices que se deben tomar en cuenta.
Soy víctima de tu verdad
La victimización es un proceso que no recomiendo bajo ningún concepto, ya que conlleva una disminución de la autoestima, haciéndonos vulnerables a sentimientos negativos, donde cedemos el control a nuestro presunto agresor, impidiendo la autorrealización y la posible superación de situaciones que pueden ser manejadas con un poco de inteligencia emocional.
He vivido situaciones en las que una persona expresa una cruda verdad, resultando ofensiva y grosera, desechando por completo la empatía y el respeto. Se jactan de ser mortalmente sinceros al punto de lastimar a todos a su paso y se escudan en la frase "es la verdad, allá tú si la manejas". Entonces, el problema recae en la probable respuesta emocional del afectado.
Frases como "eres demasiado sensible" o "no puedes lidiar con la verdad" señalan que la responsabilidad es tuya por verte afectado por un comentario malsano que derrocha sinceridad. No quiero decir que haya buenos o malos en una historia, pero soy fiel a que si no vas a decir algo positivo o constructivo, lo mejor es callar. Un comentario sobre el aspecto o talento de otra persona, dicho sin tacto, pierde valor.
La otra cara de la verdad
Ahora veamos la otra cara de la moneda. ¿Qué pasa si lo que dices es con buena intención pero es malinterpretado por la otra persona sin razón? Creo que es un riesgo a correr cuando decides expresarte ante una situación, como decía, manejas tus acciones pero no sus reacciones. De ahí la importancia de ser sinceros con quienes se lo merecen, aconsejar a quien sea receptivo a tu sabiduría y no tomar a pecho una reacción que consideres desagradecida.
En fin…
Decir o escuchar la verdad conlleva un riesgo del que estamos dispuestos a correr. Y aunque no podemos manejar la forma de actuar de otras personas, recae en nosotros la responsabilidad de lo que sale de nuestro ser. Actúa en tu vida con amor, compasión y empatía. Una frase mal dicha o brusca puede ser esa roca que derrumbe lo que se encuentra frente a ti.
No seas deshonesto ni le digas a otros lo que quieren escuchar. Pero si consideras que lo que vas a decir no aporta, es preferible callar.
En cuanto a lo que dicen los demás de ti, con la madurez, aprende a discernir lo constructivo de lo destructivo. No permitas que eso afecte el buen concepto que tienes de ti mismo. Sigue adelante, trabaja en mejorar y toma todo lo positivo para tu crecimiento personal.
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Design made in Canva
Hello, my dear readers. Today I want to touch on a somewhat delicate subject: honesty from the point of view of how what we do or say affects our environment.
I want the truth and nothing but the truth
How many times have we claimed to demand sincerity above all else? Millions of times, I am sure. Even at the risk of not dealing with that truth that can change our lives, human beings have this constant thirst to answer every question that comes our way. The way we deal with every situation speaks volumes about our emotional intelligence, which makes us responsible for everything that is entirely under our control.
We have always heard phrases like "others do what they want, but you decide whether they affect you or not", and in a way, it is true. However, like everything in life, there are no absolute truths, so there are certain nuances that must be taken into account.
I am a victim of your truth
Victimization is a process that I do not recommend under any circumstances, as it leads to a decrease in self-esteem, making us vulnerable to negative feelings, where we cede control to our alleged aggressor, preventing self-realization and the possible overcoming of situations that can be handled with a little emotional intelligence.
I have experienced situations in which a person expresses a crude truth, being offensive and rude, completely discarding empathy and respect. They boast of being deadly sincere to the point of hurting everyone in their path and shield themselves in the phrase "it's the truth, it's up to you to handle it". Then, the problem lies in the likely emotional response of the person affected.
Phrases like "you're too sensitive" or "you can't deal with the truth" point out that the onus is on you for being affected by an unhealthy comment that exudes sincerity. I don't want to say that there are good guys and bad guys in a story, but I'm loyal to the fact that if you're not going to say something positive or constructive, it's best to keep quiet. A comment about another person's appearance or talent, said tactlessly, loses value.
The other side of the truth
Now let's look at the other side of the coin, what happens if what you say is with good intentions but is misinterpreted by the other person for no reason? I think it is a risk to take when you decide to express yourself in a situation, as I said, you manage your actions but not their reactions. Hence the importance of being sincere with those who deserve it, give advice to whoever is receptive to your wisdom and not take to heart a reaction that you consider ungrateful.
Anyway...
Telling or listening to the truth carries a risk that we are willing to take. And although we cannot manage the way other people act, we are responsible for what comes out of our being. Act in your life with love, compassion and empathy. A misspoken or blunt phrase can be that rock that crumbles what is in front of you.
Don't be dishonest or tell others what they want to hear. But if you consider that what you are going to say does not contribute, it is preferable to remain silent.
As for what others say about you, with maturity, learn to discern the constructive from the destructive. Don't let it affect the good concept you have of yourself. Go ahead, work on improving yourself and take everything positive for your personal growth.
Los diseños fueron realizados en Canva con elementos graficos de uso libre de: Firda Safhira.
Fotografías de mi propiedad tomadas con Redmi 9.
La traducción se realizó con DeepL.
The designs were made in Canva with free to use graphic elements from: Firda Safhira.
Photographs of my property taken with Redmi 9.
The translation was done with DeepL.
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