Indistintamente de las circunstancias en la que hayamos llegado a este mundo, cada uno de nosotros tiene el potencial y la capacidad para ser lo que desea ser, especialmente, para ser feliz. Yo soy de las personas que confían en las segundas oportunidades que te da la vida. Creo fielmente que si ya se nos dio la oportunidad de tener esta existencia podemos hacer grandes cosas. Me gusta ver y escuchar a personas que con muy poco e incluso nada han logrado salir de la oscuridad donde les toco nacer. Personas que en la miseria y el abandono absoluto un día apostaron por ser algo más de lo que el destino les indicaba.
A veces pienso en historias como la de mi padre, quien siendo el ultimo de 13 hermanos decidió salir del pequeño pueblo donde nació en una humilde casa de barro y comenzar a trabajar desde los 9 años para ayudar en el hogar donde sólo veía por él y sus hermanos mi abuela una mujer de campo que sin ningún tipo de instrucción trabajaba el campo con sus propias manos para darle de comer a sus hijos. Mi padre fue un hombre que decidió a esa corta edad que él no iba a vivir como un obrero más en una finca de un gran hacendado, dependiendo siempre de un pequeño salario que no pagaba el esfuerzo y trabajo duro. Mi padre salió del campo a los 12 años y se hizo una vida para él, mi abuela y ayudó a sus hermanos.
Pienso en mi madre a quien su madre biológica regaló cuando era niña porque no la quería, ella pudo crecer con un sentimiento de rechazo hacia esa mujer que un día decidió dejarla como un objeto en otra casa y aun así tomo el camino del bien. Se consiguió con un buen hogar aunque donde también eran muchos hermanos, donde habían muchas carencias pero existía mucho amor. Ella estudio lo que aquí se conocía como un bachillerato profesional y se graduó de enfermera a los 17 años dedico 30 años de su vida a la atención de los enfermos y necesitados. Ya mayor saco su licenciatura y hasta un postgrado y a mis hermanos y a mí nos decía nunca dejen que nada los detenga, mientras haya vida habrá esperanza.
Estas son historias que quizá puedan pensarse son sencillas y hasta sin mucha complicación, pero hay otras donde las personas aun en la nada y en la absoluta soledad desde la infancia logran construirse una vida maravilla. La explicación de todo esto es que todos ellos decidieron honrar su camino. Honrar el camino significa aprovechar cada oportunidad como si fuese la última, levantarse cada vez que te has caído, sobreponerse a las dificultades y entender que eres más grande que cualquier problema. Hambre, frio, soledad y tristeza son algunos sentimientos negativos que todos hemos experimentado, pero quedarnos en la oscuridad que ellos generan no es una opción.
Honra tu camino, aprende de lo malo y transfórmalo. Crea nuevos espacios, abre las ventanas de tu vida si se te han cerrado las puertas. Ten la plena seguridad y certeza que eres tú el único responsable de hacer que tu camino sea un paseo maravilloso. Quizá encontraras piedras en tu camino que te harán tropezar, pero si eso sucede, sacúdete la tierra, levántate firme y sigue adelante.
Regardless of the circumstances in which we have arrived in this world, each of us has the potential and the ability to be what we want to be, especially to be happy. I am one of those people who trust in the second chances that life gives you. I faithfully believe that if we have already been given the opportunity to have this existence we can do great things. I like to see and listen to people who with very little or even nothing have managed to get out of the darkness where they were born. People who in misery and absolute abandonment one day bet on being something more than what destiny indicated to them.
Sometimes I think of stories like that of my father, who being the last of 13 siblings decided to leave the small village where he was born in a humble mud house and start working from the age of 9 to help in the home where only my grandmother, a country woman who without any education worked the fields with her own hands to feed her children, looked after him and his siblings. My father was a man who decided at that young age that he was not going to live as just another worker on a large landowner's farm, always depending on a small salary that did not pay for the effort and hard work. My father left the fields at the age of 12 and made a life for himself, my grandmother and helped his siblings.
I think of my mother who her biological mother gave away when she was a child because she did not love her, she was able to grow up with a feeling of rejection towards that woman who one day decided to leave her as an object in another house and yet she took the path of good. She got a good home although where there were also many siblings, where there were many shortages but there was a lot of love. She studied what was known here as a professional baccalaureate and graduated as a nurse at the age of 17, dedicating 30 years of her life to the care of the sick and needy. When she was older she got her degree and even a postgraduate degree and she told my siblings and me never let anything stop you, as long as there is life there will be hope.
These are stories that you might think are simple and even without much complication, but there are others where people, even in the nothingness and absolute loneliness since childhood, manage to build a wonderful life. The explanation for all this is that they all decided to honor their path. To honor the path means to take every opportunity as if it were the last, to get up every time you have fallen, to overcome difficulties and to understand that you are bigger than any problem. Hunger, cold, loneliness and sadness are some negative feelings we have all experienced, but staying in the darkness they generate is not an option.
Honor your path, learn from the bad and transform it. Create new spaces, open the windows of your life if the doors have been closed. Have the full security and certainty that you are the only one responsible for making your path a wonderful walk. Maybe you will find stones in your path that will make you stumble, but if that happens, shake off the dirt, get up firmly and move forward.
