Viviendo mis Procesos... (Es/ En)

Debo decir que lo primero que me atrajo a este post fue su título; de allí en adelante, al empezar a leer, me di cuenta de que se trataba de una Iniciativa: Perdonando a la vida bastante interesante y que al ir leyendo su contenido, me iba sintiendo identificada con su autor, el hiver @selftheist, pues todos según nuestras experiencias de vida tenemos una posición frente a ella, la vida como tal y entre varias preguntas que él expuso está la del millón, ¿Qué es la vida para mí?...

Tengo hoy día 51 años, gracias a Dios he vivido bastante como para tener una posición bastante clara al respecto. En un comienzo de mi vida, tenía muchos ideales, mis valores personales inculcados en casa y que al salir al mundo, choqué bastante con muchas realidades, me di cuenta de que no todos obviamente pensaban, sentían ni tenían los mismos pensamientos ni forma de ver la vida como yo; traté de adaptarme en algunas situaciones, pero siempre y cuando no tuviera que transgredir esos valores y sentimientos, en ocasiones me valió muchas lágrimas, pero fue todo un proceso, sobre todo descubrir, que había personas que muy bien podían mentir, fingir, sin asco, como dicen los chicos de ahora ja, ja, ja, pero así es; afortunadamente, también hay personas como auroras boreales, que te llenan de mucha luminosidad y le dan color a tus días.

Hubo días grises, oscuros, llenos de confusión, pero también hubo días felices, gratos, llenos de armonía, llenos de amor puro. Entonces fui teniendo claro, que la vida es eso; un cúmulo de momentos buenos y malos, que solo hay que vivir los procesos, aprender de ellos y sacar lo mejor de cada circunstancia, que por muy mala que sea, siempre hay algo bueno en ellas; aunque de momento no la veas y en esos momentos te preguntes: ¿por qué a mí?, debes contestarte a ti mismo: porque necesito esto que estoy viviendo. Porque algo tienes que aprender, algo tienes que asumir, algo tienes que conocer, que descubrir y la única forma de que esto sea, es que lo vivas, lo experimentes, bien dice el refrán: "Nadie experimenta por cabeza ajena" eso es correcto, solo cuando nosotros mismos lo percibimos y vivimos es que podemos tener una posición ante la vida.

Todos los días aprendemos algo, eso es lo bello de la vida; es un constante aprendizaje a medida que vamos viviendo y si vamos tomando las enseñanzas que estas experiencias nos van dejando, vamos madurando y empezamos a ver el mundo diferente, desde otras ópticas y en consecuencia vamos actuando. Así como mi caso personal, me ha tocado vivir de todo un poquito, como le digo a mis cercanos, experiencias bastantes fuertes, así como también he sido bendecida con otras experiencias muy gratas que me han bañado el alma con amor y calma. La cosa está, entre conseguir el equilibrio entre unas y otras, obtener ese balance no es fácil, pero no imposible.

En cuanto a mi relación con Dios, para mí Él siempre ha estado allí, aunque en mi juventud le cuestionaba, me molestaba con Él porque no entendía sus designios... quería que las cosas fueran a mi tiempo y manera, pero a medida que fui viviendo estas experiencias de vida, me fui dando cuenta que no era cuando yo pedía que algo fuera, sino cuando tenía que ser, eso lo comprobé tras muchas vivencias; entendí, que lo que sucede es lo mejor, aunque al momento no lo entendamos. Que hay que trabajar por nuestros sueños y metas y solo pedir su protección y guía, que lo demás viene por añadidura, que hay que entender que cuando algo a veces se te niega persistentemente, es porque no te conviene forzar esa situación...

Y así con tantas cosas. Que las dificultades y procesos siempre van a existir y venir, solo hay que tener la convicción de que si está en tus manos, hay que ocuparse y solucionar, de no ser así, soltarlo y ponerlo en manos de Dios, a mí eso me ha funcionado de maravillas, se siente una tranquilidad hacer eso y saber de qué ya hiciste todo lo posible, por lo que sea que te preocupe o que tengas que cumplir y les cuento, eso lo entendí, después de varias situaciones de salud física y emocional, que me obligaron a hacer pausas en mi vida y reflexionar, también me llevaron a entender que hay cuestiones que no podemos manejar, porque no depende de nosotros, eso me llevo a tomarme las cosas con calma y vivir un día a la vez, eso junto a mi fe y creencia en Dios, me mantienen en paz conmigo misma y con el mundo.