Entre Juegos Caídas y Reflexión (Es/En)

Cuando empecé a leer esta creativa iniciativa, de una vez vino a mi mente muchos momentos de juego de mi infancia y todas las travesuras que vivi. En mi época los juegos eran otra cosa, ni siquiera se nos ocurría en pensar en juegos electrónicos, mucho menos juegos en línea. Ja, ja, ja. Los juegos surgían de cualquier cosa y con cualquier objeto que tuviéramos a mano. No precisamente necesitábamos de juguetes, incluso, pues no las ingeniábamos para crear, desde carros hasta cualquier cosa, con nuestra imaginación bastaba; nuestra creatividad la manteníamos al 100%. A pesar de que teníamos juguetes, para nosotros era más interesante elaborar nuestros juguetes.

En mi caso, me encantaban los juegos de "varones" como decían en aquel tiempo, pues me parecían más atractivos e interesantes; pero a mi padre no le gustaba ver que su única hija anduviera jugando esos juegos de niños, pues según él, eso no era de niñas de bien, ja, ja, ja. Entonces yo lo hacía a escondidas ja, ja, ja, mi madre no me limitaba cuando él no estaba, solo me advertía de que no me quedara más tiempo del convenido con mis amigos jugando; pero un día, luego de ayudar a elaborar un enorme papagayo y de empezar a izarlo en compañía de mis amigos y turnarnos entre nosotros para volarlo, se me paso el tiempo entre volada y volada, también a mi madre que estaba ocupada en sus quehaceres.

Entonces, ya habíamos volado nuestro papagayo y ya lo habíamos recogido, pero estábamos comentando nuestras peripecias al volarlo emocionados. Había un buen grupo entre niñas y niños, afortunadamente no era la única que le gustaba jugar también juegos de "varones". Pero a diferencias de ellas y sus papás, mi papá era muy estricto al respecto, entonces yo sabía que si me cachaba me iba a reprender e iba a estar castigada quizás hasta cuando... estando en esas, totalmente distraída no me di cuenta de que ya era la hora de llegada de mi papá, sino hasta que viendo hacia el final de la calle, vi a mi padre venir, estaba en una casa que estaba al final de unas escaleras y esta colindaba con la de nosotros…

Recuerdo claramente estar en el porche de esa casa con mis amigos. Cuando vi a mi padre me lance a correr por esas escaleras antes de que me viera y pele un escalón y me he caído precisamente en el patio de mi casa, pues esas escaleras daban con nuestro patio, con la suerte que cerca, había una toma de agua y su correspondiente manguera, que estaba enrollada en el piso, gracias a Dios eran varios metros, que me amortiguaron la caída, lo único que tuve fue un rasguño en una de mis mejillas y eso fue lo que vio mi papá muy enojado; pero cuando mi mamá le dijo que era por su culpa, que por yo temerle tanto me había caído de esa manera, mi padre reflexionó no me castigo y posteriormente pude seguir jugando a mis juegos divertidos.

De esta experiencia, me quedó una cicatriz y el recuerdo de todas las peripecias que tenía que hacer para poder jugar a los carritos, metras o volar un papagayo y, de paso, poder obtener un poco más de libertad con mis amigos. Espero que les haya gustado esta anécdota, me encantó compartirla con ustedes. Es por ello que invito a mis amigas @annafenix y @actioncats a participar, saludos!