Desde niña fui una niña muy tímida, pero siempre tuve muy claro lo que no me gustaba y que me molestaba, que no debía permitir, en principio me costó saber cómo aprender a defenderme y prefería tratar de ignorar las situaciones, comento esto, porque recuerdo que esa primera vez, que sentí que ya no toleraba una situación fue en mis primeros años de primaria, creo estaba en segundo grado, cuando esa situación detonante, estresante hizo mella en mí.

Estaba recién llegada del estado Zulia y mis padres me inscribieron en un colegio católico de niñas, en la capital dirigido por unas monjas bastante estrictas; este cambio para mí fue del día a la noche, pues venía de un colegio bastante relajado, mixto y donde conocía a todos, aquí fui la nueva, entonces imagínense como me sentía, totalmente fuera de lugar y no me lo pusieron fácil. Al llegar una niña se prendó de mí, pero de manera negativa..., empezó a meterse conmigo, a burlarse de todo, de mis cosas, a hacerme lo que hoy día llamamos bullying.

Al principio, traté de ignorar la situación, evitaba a la niña, trataba de no estar por donde ella estaba, me sentaba lejos de su espacio, pero esta siempre conseguía la manera de meterse conmigo, incluso me empujaba, me jalaba las coletas, me pellizcaba, me metía el pie y todo esto cuidando de que las monjas no la vieran, era bastante maliciosa para ser una niña. Yo no estaba acostumbrada a esto, pues de donde yo venía todos éramos amigos, así que no sabía cómo resolver esta incómoda situación.

Ya no quería ir al colegio por esta niña que siempre me exponía a las burlas y al escarnio público, entre mis compañeras, eso sí, siempre cuidándose de no ser descubierta, tenía un grupo de otras niñas iguales que ella, que la aupaban a seguir con esta conducta; en mi caso estaba sola y no me atrevía a denunciarla, ya que me amenazaba con que si lo hacía me iba a ir peor..., no quería comunicarles a mis padres, porque siempre estaban trabajando y no quería darles más problemas o ganarme quizás una reprimenda y por otro lado, no quería que fueran al colegio porque temía las posibles represalias de esta niña y su grupo y así fueron en aumento los abusos...

Hasta que un día, esta niña me empujó estando en formación, aprovechando que las monjitas salieron un momento y me tumbó al suelo... en ese momento sentí que no podía más seguir soportando sus abusos y recuerdo que me levanté y la agarre por las coletas y le dije "si me vuelves a tocar te va a ir peor", todo esto acompañado de varios sacudones contra una pared del colegio, recuerdo que ella no podía creerlo, me miraba con incredulidad, sus amigas se quedaron asombradas y no salieron en su defensa, recuerdo que yo tenía tanta furia, más, sin embargo, me controle y la solté.

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Al final le dije "Si le dices a las monjas, te la vas a ver conmigo luego" y tanto ella como yo volvimos a nuestros respectivos puestos en la formación. Todo esto ocurrió en menos de 5 minutos, al llegar las monjas notaron que ella estaba roja y con las coletas torcidas, ja, ja, ja, se veía muy cómica, le preguntaron que le había pasado y ella respondió "que se había caído", yo la miraba fijamente y hasta allí duró el abuso. Sé que no estuvo bien tampoco, pero esa fue mi manera de defenderme en ese momento y me funcionó.

Era una niña pequeña, que simplemente reaccionó como mejor pudo, pero comprendí que no me gustaba tampoco tener que llegar a ese nivel de violencia, para poder defenderme, pues no estaba en mi naturaleza y en esa experiencia lo descubrí, pues tuvo que sacarme completamente de mis casillas y eso, no me gustó por cómo me sentí en esos instantes, como fuera de control, eso no me gusto en absoluto, aunque luego reaccioné y solté a aquella niña, no quise repetir ese tipo de situaciones...

No soy partidaria de la violencia, ni del abuso emocional o mental, y eso lo tuve más claro a partir de que los años fueron pasando. Tengo unos límites personales bien definidos y he luchado por defenderlos a través de los años, tales como la falta de respeto hacia mí y otras personas, eso quedó en mi psiquis, la violencia de ningún tipo, la discriminación, no me gustan las personas que quieran manipularme, ni las personas tóxicas en general, así que si me veo entre tipos de personas, trato de alejarme de ser posible y si no, les dejo bien claro mi posición, pues a veces toca hacerlo, por nuestro propio bienestar personal.

Hablar, comunicarte es necesario, el poder expresar lo que sientes y piensas te ayuda muchísimo con tu salud emocional, mental, pero eso si hacerlo de forma asertiva, positiva para ambas partes, exponiendo tus razones, puntos de vista sin ánimos de confrontación, sino simplemente ubicándote en el contexto de una situación, para que sepan lo que piensas y lo que pueden esperar de ti, fijando de ser necesario tus límites, evita muchos malos entendidos y malas situaciones.

Esa es una de mis formas de defender mi posición personal a capa y espada, sin necesidad de recurrir a la violencia, ni álgidas confrontaciones y en muchos casos es muy efectiva con las personas, pues se dan cuenta de que pueden esperar de ti y que no, eso los lleva a saber también que pueden hacer o no contigo, hasta donde estás dispuesto a tolerar las situaciones y eso es bueno para ambas partes. Ahora cuando se niegan a oír y quieren traspasar mis límites, sencillamente doy media vuelta y adiós, así soy es mi manera de cuidar mi paz interior y tranquilidad.

Fuente/ Source

Esta es mi participación en A Capa y Espada, Esa Vida Nuestra, 7ma. Iniciativa de la amiga @Charjaim; llegué a ella gracias a la invitación de mi linda amiga @actioncats; invito a mis amigas @annafenix y @chacald.dcymt. Espero si es de su agrado, sus mensajes y comentarios, que como siempre estaré contenta de responderles, !saludos!

English

Since childhood I was a very shy girl, but I always had very clear what I did not like and what bothered me, that I should not allow, at first it was hard for me to know how to learn to defend myself and I preferred to try to ignore situations, I say this because I remember that the first time I felt that I could no longer tolerate a situation was in my first years of elementary school, I think I was in second grade, when that triggering, stressful situation made a dent in me.

I had just arrived from the state of Zulia and my parents enrolled me in a Catholic school for girls in the capital, run by some very strict nuns; this change for me was overnight, because I came from a very relaxed school, mixed and where I knew everyone, here I was the new one, so imagine how I felt, totally out of place and they did not make it easy for me. When I arrived, a girl took a liking to me, but in a negative way..., she started to tease me, to make fun of everything, of my things, to do what today we call bullying.

At first, I tried to ignore the situation, I avoided the girl, I tried not to be where she was, I sat far away from her space, but she always found a way to pick on me, she even pushed me, pulled my pigtails, pinched me, stuck her foot in me and all this while making sure that the nuns did not see her, she was quite malicious for a child. I was not used to this, because where I came from we were all friends, so I did not know how to solve this uncomfortable situation.

I no longer wanted to go to school because of this girl who always exposed me to mockery and public scorn, among my classmates, always taking care not to be discovered, she had a group of other girls like her, who encouraged her to continue with this behavior; in my case I was alone and I did not dare to denounce her, since she threatened me that if I did it would be worse for me. ..., I did not want to tell my parents, because they were always working and I did not want to give them more problems or perhaps earn a reprimand and on the other hand, I did not want them to go to school because I feared possible reprisals from this girl and her group and so the abuse increased....

Until one day, this girl pushed me while I was in formation, taking advantage of the fact that the little nuns were out for a moment and she knocked me to the ground.... At that moment I felt that I could no longer endure her abuse and I remember that I got up and grabbed her by the pigtails and told her "if you touch me again it will be worse", all this accompanied by several shakes against a wall of the school, I remember that she could not believe it, she looked at me with disbelief, her friends were shocked and did not come to her defense, I remember that I was so angry, more, however, I controlled myself and let her go.

In the end I told her "If you tell the nuns, you're going to have it out with me later" and both she and I went back to our respective places in the formation. All this happened in less than 5 minutes, when the nuns arrived they noticed that she was red and her pigtails were crooked, ha ha ha ha, she looked very funny, they asked her what had happened to her and she replied "that she had fallen", I stared at her and that's how long the abuse lasted. I know it wasn't right either, but that was my way of defending myself at the time and it worked for me.

She was a little girl, who simply reacted as best she could, but I understood that I did not like having to reach that level of violence in order to defend myself, because it was not in my nature and in that experience I discovered it, because she had to take me completely out of my mind and I did not like that, because of how I felt in those moments, like out of control, I did not like that at all, although later I reacted and let that girl go, I did not want to repeat that kind of situation...

I am not a supporter of violence, nor of emotional or mental abuse, and that became clearer to me as the years went by. I have well defined personal limits and I have fought to defend them over the years, such as disrespect towards me and other people, that remained in my psyche, violence of any kind, discrimination, I do not like people who want to manipulate me, or toxic people in general, so if I see myself between types of people, I try to stay away if possible and if not, I make my position very clear, because sometimes it is necessary to do so, for our own personal welfare.

Talking, communicating is necessary, being able to express what you feel and think helps you a lot with your emotional and mental health, but doing it in an assertive way, positive for both parties, exposing your reasons, points of view without confrontation, but simply placing yourself in the context of a situation, so they know what you think and what they can expect from you, setting your limits if necessary, avoids many misunderstandings and bad situations.

That is one of my ways of defending my personal position to the hilt, without resorting to violence or heated confrontations and in many cases it is very effective with people, because they realize what they can expect from you and what not, that also leads them to know what they can do or not with you, how far you are willing to tolerate situations and that is good for both parties. Now when they refuse to listen and want to overstep my boundaries, I simply turn around and say goodbye, that's my way of taking care of my inner peace and tranquility.

This is my participation in A Capa y Espada, Esa Vida Nuestra, 7th Initiative by friend @Charjaim; I got there thanks to the invitation of my beautiful friend @actioncats; I invite my friends @annafenix and @chacald.dcymt. I hope if it is to your liking, your messages and comments, as always I will be happy to answer, greetings!