No hay palabras, que puedan expresar esa vivencia. ¡Hay que vivirlo! Todo lo que hago necesita de la inspiración, de ese estado en el cual me conecto con algo, que no sé qué es, pero que se siente en el alma y en el corazón.

Ese estado que hace posible, que esté concentrada, en éxtasis, feliz, en plenitud, creando algo maravilloso con mi talento.

¡Al hablar de Venus, automáticamente siento su influencia, su energía que es delicada, es un mundo de la mitología griega que me inspira a sonreír, a soltar la rigidez, a recordar amores, a querer bailar...!

Al invocar a Venus, mi rostro cambia, la piel se sonroja con recuerdos frescos, de noches y amaneceres grandiosos.

Venus, la diosa griega del Amor con su encanto, me alegra la mirada, y hace que mi cuerpo comience a moverse al compás de melodías delicadas en armonía y belleza.

Venus me conecta con la vida, es la musa, la diosa griega que me conecta con Eros y bajo su influencia tengo la gracia de sentir en el alma, el más puro amor, de sentir con el cuerpo el amor erótico que acelera mi corazón, y transforma en dulzura fugaz todo lo que anhelo mantener y alcanzar en mi presente.

Me recuerda lo bonito de estar enamorada de la vida. De sentir ese impulso, esa alegría de amar y ser amada, y decirle “Si al Amor".

¡Venus, la Amorosa diosa griega Afrodita, ven a mi presente e Irradia todo tu amor! Haz que tú influencia haga latir fuertemente al corazón.

Que cada latido sea una expresión de amor y la vida pura inspiración. Que mis palabras sean dulces caricias al alma; dar aliento ante la desolación, ánimo en la desesperación.

En estos momentos tan significativos, en los cuales estoy haciendo ajustes en mi vida cerrando ciclos para empezar otros con Venus, siento que ¡No estoy sola! Que el tiempo tiene un poder curativo y deja una estela de renovación y nuevos comienzos en materia de amor, interrelaciones personales, y profesionales.