—Control, aquí comando dos, ¿puede darme una indicación?

—¿Qué tipo de indicación necesita comando dos?

—Necesito el precio del Hive, no el de hace cuatro horas, sino el más reciente.

—Enterado. El precio actual es de 0.6 BTC por Hive.

—Enterado. Muchas gracias.

Al escuchar el valor, golpeó con indignación la cubierta de aluminio de su transporte.

—¿Qué te pasa? El precio sigue aumentando, es una buena racha para nosotros —señaló su compañero.

—Sí, estoy de acuerdo contigo, pero mi mujer insistió tanto en vender esta mañana, y ahora perdí la oportunidad de ganar un poco más.

—¿En serio? ¿Para qué necesitabas vender tus Hive?

—Mi esposa está empeñada en hacer un viaje a las islas del sur de Brasil. Ni siquiera recuerdo el nombre del lugar. Tiene la idea de llevar a su madre para que descanse, no sé de qué.

—Las esposas y sus planes para gastar nuestros ahorros —dijo activando el detector de radiación.

El silencio del espacio es profundo y absoluto. Las rocosas laderas en las que trabajaban los dos astronautas presentaban un peligro adicional. Eran de los mejores en su trabajo, recolectores de minerales para el consumo de energía en la Tierra.

—Al menos podrás recuperarte con el pago al terminar esta misión —indicó su compañero ajustando los sensores.

—Sí, es cierto, pero no deja de molestarme que ella desperdicie así las ganancias. Desde que la agencia espacial decidió pagar nuestros salarios con Hive, ella cree que tenemos forma de comprar lo que sea.

—Pero debes reconocer que el Hive es una excelente moneda.

—Sí, se ha vuelto muy estable en estos últimos años. Sobre todo después que la economía de Venezuela y la India se salvaron gracias a su implementación como moneda de circulación oficial. ¿Puedes creerlo?

—Claro que sí, yo viví durante un tiempo en Venezuela antes de ser contratado por la agencia.

—No lo sabía.

Los astronautas continuaron su labor sin percibir que la comunicación con la estación de control se había interrumpido. Un leve reflejo de un destello en uno de sus cascos les advirtió del incidente.

Una bola de fuego se levantaba desde la costa sur de Brasil y se extendía lentamente hacia el continente.

—¡Control! ¿Están viendo esto?... ¿Control?

—No hay respuesta. Debemos volver de inmediato a la nave.

—Al parecer el viaje de tu esposa se ha cancelado de repente.

-Control, this is command two, can you give me an indication?

-What kind of indication does command two need?

-I need the price of the Hive, not the one from four hours ago, but the most recent one.

-Roger. The current price is 0.6 BTC per Hive.

-Roger. Thank you very much.

Hearing the value, he tapped the aluminum cover of his transport with indignation.

-What's wrong with you? The price keeps going up, it's a good run for us," his partner pointed out.

-Yes, I agree with you, but my wife was so insistent on selling this morning, and now I missed the chance to earn a little more.

-Really? What did you need to sell your Hive for?

-My wife is determined to take a trip to the southern islands of Brazil. I don't even remember the name of the place. She has the idea of taking her mother there to rest, I don't know what from.

-The wives and their plans to spend our savings," he said, activating the radiation detector.

The silence of space is deep and absolute. The rocky slopes on which the two astronauts worked presented an additional danger. They were among the best at their job, collecting minerals for energy consumption on Earth.

-At least you'll be able to recover with pay when this mission is over," said his partner, adjusting the sensors.

-Yes, that's true, but it doesn't stop bothering me that she's wasting her earnings like this. Since the space agency decided to pay our salaries with Hive, she thinks we have a way to buy anything.

-But you have to admit that Hive is an excellent currency.

-Yes, it has become very stable in recent years. Especially after the Venezuelan and Indian economies were saved by its implementation as an official currency. Can you believe it?

-Of course I do, I lived for a while in Venezuela before I was hired by the agency.

-I didn't know that.

The astronauts continued their work without noticing that the communication with the control station had been interrupted. A faint reflection of a flash on one of their helmets warned them of the incident.

A fireball was rising from the southern coast of Brazil and slowly spreading toward the mainland.

-Control! Are you watching this? Control?

-There is no answer. We must get back to the ship immediately.

-It seems your wife's trip has suddenly been cancelled.

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