Risingstar - Concurso la Historia de la Semana: El superpoder de Sasha


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El superpoder de Sasha



Cómo explicar que cada vez que Sasha escuchaba la música crecía una energía tan poderosa en ella como si recibiera una descarga eléctrica capaz de hacer mover el mundo.

Desde muy pequeña sintió aquella fuerza que la convertía en un trompo en mitad de la arena: bailaba dando vueltas y vueltas hasta cansarse. Era como si algo dentro de ella despertara, como si ese dinamismo fuera parte de su esencia y así como la lámpara mágica necesita ser frotada, Sasha necesitaba la música y la danza para que saliera lo mejor de ella.

Lo más extraño es que Sasha, aunque nunca había conocido otras culturas ni había viajado a ninguna parte, tenía el don de conocer todas las danzas milenarias del mundo: así como bailaba perfectamente la danza del vientre, así también bailaba el Bharatanatyam, la Yonna o el Luc Cung como toda una experta.


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Debido a su pericia y su talento, Sasha había ganado, individualmente y grupalmente, muchas competencias de baile y hasta había conformado una academia donde impartía clases a nuevas generaciones. Sus alumnos, jóvenes y niños, por más que intentaban imitar los movimientos o los pasos, decían que el secreto estaba en ese ímpetu arrollador que surgía del cuerpo de Sasha, el cual era fácil de captar, pero era muy difícil de copiar.

En cierta oportunidad de un tiempo impreciso, la zona en la que vivía Sasha sufrió una gran sequía. Los científicos y meteorólogos vaticinaron tiempos duros para aquella ciudad que tuvo que activar planes de racionamiento de agua: algunos litros para el consumo diario y casi nada para otros usos, como higiene o regado de las plantas. Sasha, al igual que los otros habitantes, sentía una impotencia de no poder hacer nada, especialmente porque dentro de ella existía la inquietud de que se produjera una hecatombe.

Tal vez fue ese el motivo que tuvo Sasha para investigar cómo producir la lluvia. Esa preocupación incentivó la búsqueda. Entonces buscó como una madre busca un hijo: con desesperación; como una amante busca a su amor: con esperanza; pero especialmente, buscó como el hambriento busca el pan: con paciencia. Fueron días de búsqueda que al final arrojó sus frutos: en épocas antiguas, nuestros antepasados, invocaban las lluvias con algunas danzas.


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Sin esperar mucho tiempo, Sasha llamó a todos sus estudiantes e invitó a todos sus seguidores y fanáticos para encontrarse en el más grande galpón que existía en la ciudad. Allí les informó lo que harían:

_¡Bailaremos! Nuestros antepasados lo hicieron y los dioses los escucharon. Entonces por qué no nos escucharían a nosotros –preguntó Sasha de manera emotiva- ¡Bailaremos con mucha energía como si de este baile dependiera nuestra vida! –finalizó con la ovación de todos.

Entonces la música comenzó a sonar y Sasha inició su baile chamánico. Primero lo hizo de manera lenta, ceremoniosa, pero luego de manera apasionada y fuerte. Sus pasos eran golpes en el piso, su cuerpo parecía una serpiente viviente y sus manos cortaban el aire. Los asistentes aplaudían, pero la energía fue tal que también comenzaron a bailar, atraídos por la fuerza que generaba el cuerpo de Sacha que parecía un gran imán.

Los primeros truenos se escucharon y las pequeñas gotas comenzaron a caer. La euforia aumentó y todos danzaban al son de la lluvia que caía tímidamente. Como una gran explosión de emociones, llegó la tormenta y la gente comenzó a reír y a bailar como niños. Sasha seguía danzando y su pecho palpitaba, agitado, recordando que en otras vidas, en todos los tiempos, había tenido un superpoder: bailar para salvar el mundo y salvarse ella.



HASTA UNA PRÓXIMA HISTORIA, AMIGOS

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