Hola, ya escuché que tu voz está más clara. Acá te tengo miel, vale, que también te ayudaría a la garganta. Bueno, todavía te tengo aquí el poquito de miel que es pura. Me alegro, pues, de que estés mejor y que sigas con tus vídeos. Este muy divertido, mi niña. Bendiciones.