ESPAÑOL

PROMETEO

Un fragmento de estrella fue expulsado del espacio, cubierto por un manto de brillante polvo y ardiente escarcha. Con la fuerza de mil tormentas atraviesa el espacio y rasga el tiempo, penetrando la atmosfera del tercer planeta.

En sus terrenos ya enfriado de sus energías, aquella fracción estelar empieza a formar su entorno; folículos sobre la base de conductos de proteína. Glándulas se expanden sobre la tierra evolucionando para adaptarse al medio ambiente.

Se forman los torsos, huesos, globos oculares que progresivamente adoptaron sus funcionalidades complejas. Órganos que absorben el oxígeno y subsisten gracias a la proteína del agua. Extremidades que se extienden en base a un tronco de carne; anular, índice, pulgares, manos y pies palmeados que apoyan al andar.

Aberturas bucales, nasales y auditivas. Ojeras, piel y uñas que sobresalen. Inocuos caminaron por el suelo, temerosos, doblados, luego erguidos y configurables a un ambiente hostil. Probaron a las plantas y la carne de otros seres, se hicieron más complejos y, con su vista más desarrollada, exploraron el tercer planeta buscando otros horizontes.

Innovurus, la nodriza que quebró la estrella y la trajo hasta aquí, observaba desde el espacio el resultado de su experimento. Los vio con curiosidad y con cariño les colocó un nombre; los llamó: «Prometeos».

Flotando sobre la atmosfera terrestre, Innovurus, contemplaba que sus hijos eran curiosos y petulantes. Crecían con rapidez, miraban hacia el cielo con miedo y pensaron que estaba plagado de dioses y diosas. Al principio gruñían, pero posteriormente fueron formando las palabras. Nombraron las cosas a su alrededor: Árboles, rocas, ríos, montañas, etc.

Observaban la luz y querían poseerla, y un día, vislumbraron el fuego. Pero Innovurus creía que no estaban listos, así que se los prohibió. Quería mantenerlos inocentes, intactos, hasta llegado el momento de su ascenso.

Sin embargo, ellos experimentaron otra emoción que, desapercibida por el ojo del creador, comenzaron a ejecutar entre ellos hasta llevarla más allá, y esa energía fue «La Osadía». Se arrojaron briosos a la búsqueda del fuego. Fueron tras los rayos, las centellas, se aliaron con las tormentas. Temerarios, siguieron la pista de un relámpago y a partir de él crearon las llamas.

Adquirieron más conocimiento en su curiosidad, y utilizando las piedras, las ramas y las hojas, elaboraron más llamas; su fuego personal. Con semejante poder en sus manos, quemaron las ataduras que los reprimían y siguieron el rumbo de sus propios pasos.

Innovurus, envuelto en la ira, los castigó por insolentes y envió bacterias y virus para que los enfermaran, y les dio asimismo la capacidad para que fuesen más complicados si quisieran eliminarlos. Pero los Prometeos se adaptaban, superando cada obstáculo que se atravesaba. Ya tenían el fuego, el progreso que les ayudó a superar cualquier mal.

Desde entonces, el creador ha tenido siempre una rivalidad interminable contra su creación. Los hilos estaban rotos y ahora aquellos que eran inferiores osaban codearse con los despiertos.

ENGLISH

PROMETHEUS

A fragment of a star was expelled from space, covered by a mantle of bright dust and burning frost. With the force of a thousand storms it crosses the space and tears the time, penetrating the atmosphere of the third planet.

On its lands already cooled from its energies, that stellar fraction starts forming its environment; follicles on the basis of protein ducts. Glands expand over the earth, evolving to adapt to the environment.

The torsos, bones, and eyeballs are formed and progressively adopt their complex functionalities. Organs that absorb oxygen and subsist thanks to the protein of water. Extremities that extend on the basis of a meat trunk; ring, index, thumbs, hands and webbed feet that support walking.

Mouth, nose and ear openings. Dark circles, skin and nails that stick out. Harmless they walked on the ground, fearful, bent, then upright and configurable to a hostile environment. They tasted plants and flesh of other beings, became more complex and, with their more developed sight, explored the third planet looking for other horizons.

Innovurus, the wet nurse who broke the star and brought it here, observed from space the result of her experiment. She saw them with curiosity and affection and gave them a name; she called them "Prometheans".

Floating above the Earth's atmosphere, Innovurus, contemplated that his children were curious and petulant. They were growing quickly, looked at the sky with fear and thought it was full of gods and goddesses. At first they grunted, but later they formed the words. They named the things around them: Trees, rocks, rivers, mountains, etc.

They observed the light and wanted to possess it, and one day, they glimpsed the fire. But Innovurus believed they were not ready, so he forbade them. He wanted to keep them innocent, intact, until the time of their ascent.

However, they experienced another emotion that, unnoticed by the creator's eye, they began to execute among themselves until they took it further, and that energy was "The Daring". They threw themselves energetically into the search for fire. They went after the lightning, the sparks, they allied themselves with the storms. Reckless, they followed the track of a lightning and from it created the flames.

They acquired more knowledge in their curiosity, and using the stones, branches and leaves, they made more flames; their personal fire. With such power in their hands, they burned the bonds that repressed them and followed the course of their own steps.

Innovurus, wrapped in anger, punished them for being insolent and sent bacteria and viruses to make them sick, and also gave them the capacity to be more complicated if they wanted to eliminate them. But the Prometheans adapted themselves by overcoming every obstacle. They already had the fire, the progress that helped them overcome any evil.

Since then, the creator has always had an endless rivalry against his creation. The threads were broken, and now those who were inferior dared to rub elbows with the awakened ones.